Anna vive en las sombras, en la sombra de Levi, un Rey que lo ha perdido todo. Ella está a su lado como la acompañante de su cama. Anna tendrá que enfrentarse a todo lo que se vendrá encima al ser la mujer mas odiada de Austria.
Leer másAnna:Limpiaba el resto de lágrimas de mi cara, aún mis manos temblaban por lo que había pasado.Iba a casarme con Levi.Aun no podía creerlo, no podía creer que yo iba a hacer esto, casarme con un hombre que no me ama.Yo no quería que esto fuese así, yo amo a Levi y jamás haría algo para perjudicarlo, jamás lo lastimaria. Pero todo esto se salió de control por completo. ¿Cómo supieron? Es obvio que alguien de aquí, del palacio, estuvo siguiéndolo a él o quizá a mi, quien sabe.Pero a fin de cuentas, nos terminamos expuestos de la peor manera, ahora el consejo le exigió casarse conmigo, yo no quiero, no quiero hacerlo pero el es el Rey de esta nación, tengo que obedecer por mas que no quiera hacerlo.Cada una de estas personas a las cuales respetaba y admiraba, me miraban con mucho odio y repudio. Cómo si yo, estuviese siendo una intrusa en esto, ahora se que tengo que prepararme para lo que se me vendrá encima.He pasado a ser una simple sirvienta, a ser la esposa del Rey.Esto esta
Levi: Momentos antes: Iba a reunirme con el consejo ya que ellos tenían algo importante que decirme, no estaba de humor para reunirme con nadie ahora, así que no tengo más remedio que hacerlo. Al entrar todo estaban reunidos, yo camine hacia la cabecera de la mesa para sentarme. Odiaba reunirme con ellos, ya que siempre están insistiendo en que debo tener una esposa, ya que es importante que la nación de Austria, debe tener una reina cuanto antes. Mi padre murió y yo tomé el cargo como Rey de Austria a penas murió, mi madre, está en la cárcel por haber sido cómplice del secuestro de mi hermana, eso se cataloga como traición, honestamente ella me daba igual, puesto que por su culpa, Hayley la pasó muy mal estando cautiva por muchos meses, que incluso tuvo a su bebé en ese lugar. El consejo de Austria es uno de los más complicados en cuestión de la Realeza, ellos son mas exigentes, más duros con respecto a la corona, la reputación de Austria depende de mi y de ellos. Mi país es ric
Anna: Estaba jadeando sobre su boca, el me sostenía las muñecas ya que mis manos el las dejó ahí, en mi espalda. Mis caderas se movieron de adelante hacia atrás, estaba ganándome sus gemidos, cosa que a mi me encantaba. Mi cabeza se fue hacia atrás pero el, hizo que lo mirara de nuevo.—No dejes de mirarme mientras me hundo en ti —murmuró. —Si, su majestad —susurre. Me soltó las muñecas por un momento, quería tocarlo pero el me lo impidió por completo. Me tomo las mejillas y negó, dándome a entender que no lo hiciera, sabía que había cometido un error, no le gusta que lo toque. Se puso de pie aun metido en mi interior. Me acostó de manera brusca en la cama, tomo mis manos y las puso por encima de mi cabeza. —Te he dicho que no me gusta que me toques —comenzó a embestirme con fuerza—, sabes que lo odio. —L-Lo siento —dije en un hilo de voz—, lo siento, su majestad. Sus embestidas comenzaron a ser rudas, mi espalda se arquea por la sensación que el me estaba dando. La rapidez de
Anna: La mañana había llegado, yo no había podido dormir bien. Así que no tuve más remedio que salir de mi habitación para ir a hacer mis quehaceres. Levi se fue anoche sin decirme nada, era lo mejor porque no quería verlo. Había tomado una decisión, una que me doleria en el alma, pero era algo que debía hacer, decidí parar con todo esto. Ya no quiero seguir siendo su amante, esto me está llevando a la locura y no se si pueda seguir soportándolo. Ya no puedo seguir con esto. Me duele en el alma porque estoy enamorada de el, pero honestamente tengo que darme el valor que merezco, llevamos meses en esto, yo estaba agotada, porque yo soy la que se está haciendo daño con todo esto. Con todo el dolor de mi alma, voy a tener que dejarlo ir, ya no puedo seguir con el. Iba a decírselo en el desayuno. Al llegar a la cocina, todas ellas me miraron, mi ceño se frunce por que no entendia porque me estaban mirando de esa manera. Iba a hacer una pregunta pero Frederick entro a la cocina. —