Levi:
Oficialmente estaba atado a Anna.
La ceremonia fue estúpida y sin sentido. Ahora estaba casado con una mujer a la cual odio. Pero eso no me importa, lo único que deseo mantener ahora es mi trono intacto.
Espero que con esto, el consejo me deje en paz durante un tiempo, ellos esperan a que tenga un heredero, planeo no hacerlo. No quiero volver a caer en eso de tocar a Anna.
No quiero hacer algo como eso.
Ya los complaci con casarme, no planeo tocarla y hacerle un hijo.
Ella iba en silencio en el auto, era lo mejor no quería escucharla ahora, de hecho no quería escuchar a nadie, se perfectamente que Hayley va a hacerme un sermón por lo que hice.
Me importa una m****a, no pretendo dejar que nadie se meta en mis asuntos con respecto a la corona, mi corona.
El auto se detuvo en el palacio, ella se bajó primero y luego lo hice yo, el personal del palacio nos esperaba afuera del mismo para darle la bienvenida a Anna como ahora, mi esposa.
—Bienvenido su majestad, señora Newt —dijo mi mayordomo—, el almuerzo estara listo en un momento.
—Gracias Salomon —escuche decir a Anna de manera educada.
Yo entré al palacio para dirigirme hacia mi habitación, quería quitarme toda esta m****a de encima, ni siquiera me esmere en ponerme el traje real, solo tome un traje que tenía en mi closet y punto.
Me despoje de mis prendas, al mírame al espejo note que mi cabello estaba comenzando a crecer, tengo que volverlo a cortar, jamás volveria a llevar el cabello largo, se lo prometí a Cass.
Busque una camisa y un pantalón, ya cambiado salí de mi habitación, al bajar e ir al comedor, encontré a mi hermana junto a su esposo esperándome.
—Crei que se irían a Alemania hoy mismo.
—Nos vamos de hecho —respondio ella—, pero antes tenía que hablar contigo.
—Hayley, no estoy para sermones, me acabo de casar...
—Me vas a escuchar quieras o no —se acercó a mi—, Levi por favor, no trates mal a Anna, ella no tiene la culpa de esto.
—Con todo respeto Hayley, ese no es tu problema.
—Cuidado Levi, estamos hablando de mi esposa —Leon intervino—, te respeto y aprecio, Pero cuidado como le hablas a Hayley.
—Levi —mire a mi hermana—, se que no la amas, pero al menos trata de llevarte bien con ella.
—No puedo, no puedo ni siquiera mirarla a los ojos ¿Entiendes? Si acepte a casarme con ella, fue para no perder mi corona.
—Dios, la corona, la corona —dijo ella molesta—, suenas igual a George, no le importaba más nada que la puta corona. Dios, ya ni siquiera te reconozco, ¿Dónde esta mi hermano?
—Muerto junto a la mujer que ama y sus hijos, ahi está.
—Espero que ese odio que tienes no te deje cegarte más de lo que ya estás hermano, se que aún sigues dolido por la muerte de Cassandra y tus bebés, pero entiende que la vida sigue, dime una cosa ¿Cómo crees que reaccionaria Cass si ve que tratas así a una mujer?
No me moleste en responderle, se que Cassandra me sacaría los ojos por tratar así a Anna, ella era demasiado dulce y amable, trataba a todos con respeto.
—No dejes que ese odio envenene tu alma Levi, la chica no merece esto, se que no la amas y lo entiendo, pero no merece ser tratada así. Piénsalo.
Ella me dió un beso en la mejilla, luego le dijo a Leon para que se fueran, ambos salieron del palacio dejándome en el comedor.
No quiero pensar en nada ahora.
Me senté en el comedor a espear el almuerzo, detestaba comer solo. Mi vista se fue hacia la entrada del comedor.
Anna venía cambiada, usaba un vestido blanco largo, su cabello estaba suelto y no traía maquillaje, ella se acercó al comedor y se sentó a mi lado.
El almuerzo fue traído al comedor. Ella espero que le sirvieran para comenzar a comer.
—Mañana viene una persona a darte clases de etiqueta y modales —la miré—, tienes que comenzar a prepararte para que seas una dama de sociedad.
Ella solo asintió, sin decir absolutamente nada.
Quiero que al menos la pulan, que la hagan parecer una dama de sociedad, tendra que asistir a obras de caridad entre otras cosas.
—¿Por qué demonios dejas de comer?
—Se me fue el apetito —murmuro.
—Termina la comida —me miró—, ahora.
Ella siguió comiendo. Yo dejé de hacerlo, verla así me causaba demasiada rabia. Esto iba a ser mucho más difícil de lo que pensaba, no quiero sentir esto, pero la odio con todo mi ser.
Odio tener que haberme casado con ella. Odio el hecho de que ella sea mi esposa y no Cassandra. Odio todo esto. Odio verla, odio saber que ella no es Casaandra.
Cassandra debió ser mi esposa, no ella.
Maldita sea.
(...)
Más tarde.
La noche había caído, yo estaba acostado en la cama pasando la borrachera, me excedi demasiado en beber, pero quería olvidarme de lo que pasó hoy.
Miraba mi mano, aquel dedo en dónde posaba mi anillo de matrimonio. El que me mantenía atado a ella, lo único bueno de todo esto es que solo será un año o tal vez dos.
Me puse de pie como pude y camine hacia la salida de mi habitación. Camine por el pasillo hasta llegar a la puerta de ella, toque un par de veces, no se que demonios hago aquí, no se que demonios estoy haciendo, Pero estoy parado aquí.
Volví a tocar y al segundo ella abrió la puerta.
—Levi, es tarde...
No la dejé hablar, rodee mi brazo en su cintura para pegarla a mi, tome su mentón y comencé a besarla, ella forcejeo un poco pero después comenzó a corresponderme el beso.
Sentí como ella me acaricio los brazos, sus manos subían hacia mi cuello, luego me detuve abruptamente. La tome de las muñecas para alejarla de mi.
¿Que demonios estoy haciendo?
Se supone que había hecho una maldita promesa de no tocarla, de no venir hasta acá, no se que demonios me sucede.
—Sueltame, estás borracho y estás lastimandome.
Le solté las muñecas, ella se alejo un poco de mi. Yo solo me quedé parado mirando su pijama, demonios. Se supone que la odio, que no debo estar aquí, que no debo ni siquiera mirarla.
—Te llevo a tu habitación —se volvió a acercar a mi.
—No, no quiero irme —dije.
—Pues debes hacerlo, estás tomado y así no sabes lo que dices ¿Bien?
Ella se acercó a mi de manera cautelosa, me tomó de la mano y me sacó de su habitación, ambos salimos de ella en completo silencio, yo estaba sintiendo los efectos del alcohol en mi sistema, la escuchabs hablar a lo lejos, mientras que trataba de no caerme.
Entramos a mi habitación, ella me llevo a la cama y me acostó con mucha dificultad.
—Dios, como pesas —la escuché jadear—, voy a quitarte las botas ¿Bien?
Yo asentí.
Sentí como ella me quitó las botas, luego el cinturón y por último la camisa. La pude ver montada encima de mi, aquella cabellera oscura estaba moviéndose de un lado a otro, ella seguía sacándome la camisa, yo estaba sintiendo sueño.
—Quédate, quédate aquí.
—No sabes lo que dices —la oí murmurar—, cuando despiertes mañana, no recordarás haberme dicho que me quedara, así que no.
Ella se iba a bajar de mi, Pero la detuve de la muñeca, ella trato de soltarse pero no la dejé, no se que demonios me sucede.
—Quédate —murmure.
—No lo haré, ya te lo dije, así que déjame ir Levi.
—No, quiero que te quedes aquí conmigo, por favor Anna, quédate —murmure—, no hagas que siga rogandote, no quiero rogarle a nadie.
—Bien, me quedo.
Cerré mis ojos, estaba realmente cansado. No debí haber tomado e ir por ella, pero quería que se quedara aquí.
Así que cerré de nuevo mis ojos para comenzar a dormirme.
(...)
Al día siguiente.
Desperté debido a los rayos del sol que estaban sobre mi cara, lentamente me senté en la cama y joder, sentí una enorme punzada en la cabeza, no sabía que hora era o cuánto dormí.
Joder.
Miré por la habitación cuando escuché algo removerse, ví a Anna acostada en uno de los sofás de mi habitación.
¿Que hace ella aquí?
Me iba a poner de pie cuando la puerta fue abierta, era una de las chicas del servicio. Venía con una bandeja en las manos.
—Buen día su majestad, aquí tiene su desayuno.
Ella lo dejo en la mesa que estaba al lado de mi cama, mi vista se fue hacia Anna quien iba despertando poco a poco.
—Retirate —le dije a la mucama, ella salió rápidamente de la habitación, yo me puse de pie al igual que Anna— ¿Que haces aquí?
—M-Me quedé —respondio—, te negaste a dejarme ir.. Fuiste a mi habitación anoche..
No recuerdo absolutamente nada de eso, ni siquiera recuerdo haber bebido, ahora que veo mi torso, no tengo camisa ni zapatos.
Rápidamente me acerqué a ella para tomarla del brazo.
—Dime que no me acosté contigo.
—Me lastimas..
—¡Responde la maldita pregunta!
—No, no hicimos nada, lo juro —ella se encogió un poco.
Yo la solté se manera brusca.
—Largo de mi habitación, no te quiero aquí.
Ella solo salió de mi habitación, no quiero verla ahora. Camine hacia la cama y me senté en ella para frotar mi frente.
Se que tengo que dejar de beber, pero esa es la única manera de no pensar en cosas que me molestan o me atormentan.
—Levi.
—¿Que quieres Frederick?
—El personal que pediste para Anna está aquí.
—Joder, había olvidado eso —murmure.
—Sabes que no me meto en tus asuntos pero —lo miré—, debes bajarle un poco a la bebida. Ya estás excediendote, eres el Rey de esta nación, eres mi jefe pero también eres mi amigo, en serio me preocupas.
—Sabes muy bien el porque estoy bebiendo así, no tengo que repetirlo.
—Bebes para olvidarte de todo, para poder dormir, eso lo sé. Pero entiende que eso puede perjudicar tu salud.
—Lo se joder, lo sé —solte con frustración—, ¿Cómo hago entonces? Dame una solución para mi dolor, porque si la tienes, dámela para ver si dejo de sentir tanto dolor y tanto rencor hacia la vida por haberme quitado a mi mujer y a mis hijos, si no la tienes, no me digas nada.
Me puse de pie y me encerré en el baño.
Me recargue en el lavamanos, cerré mis ojos ya que estos picaban, por más que luche contra esto, no puedo, simplemente no puedo reconciliarme con la vida, con Dios o lo que sea que exista, porque eso, me arrebató a la mujer que amo junto a mis hijos.
¿Cómo demonios debo continuar después de esto?
Yo mismo vestí a Casaandra, vestí los cuerpos de mis hijos, eso no hizo más que romperme en miles de pedazos. Enterré a toda mi vida, a pesar de todo sigo aquí, cuando debería estar reunido con ellos, no aquí solo, lleno de rabia y rencor.
Quisiera poder aliviar mi dolor, poder olvidarme de esto, pero me es imposible, olvidarme de ella, de mis hijos, es algo que simplemente no podría hacer. Reemplazarla, es algo que jamás quiero hacer, solo espero que me perdone por haberme casado con Anna.
Pero si no lo hacía, perdía la corona, eso era algo que no podía permitir. Si dejo la corona y el trono en manos de personas que no están preparadas, este país puede caerse en pedazos en cuestión de meses.
Solo debo estar casado con ella un año, solo eso. Después que pase el plazo, me voy a divorciar, voy a enviarla lejos de mi. Lejos de todos.
Cuando el consejo deje de joderme, me separaré. No pienso seguir atado a Anna, se que seguramente debe sentir algo por mi, pero no puedo darle nada, ella no lo merece. La única mujer que amo es Cassandra.
A nadie más.