Levi:
Iba de la mano con Anna por el pasillo del hospital. Todo era un completo caos en el mismo, me negaba a soltarle la mano.
Estaba completamente angustiado porque ella sigue inconsciente. Al parecer la bala le dió en el pecho, no lo sé, porque su vestido estaba completamente lleno de sangre.
—Ella está embarazada —dije—, llevenla rápido..
La pasaron a urgencias, pero a mi me negaron el paso. No tuve más remedio que quedarme aquí a esperar. Yo solo espero que ella y nuestro bebé esté bien, estaba completamente angustiado. Esto debe ser el maldito karma o la vida queriéndome castigar de nuevo.
No puedo perderlos a ambos.
No puedo.
No pueden quitarme a mi esposa y a mi bebé.
—Levi —me voltee, Frederick venía hacia mi con Leon.
—Dime que tienen a ese maldito bastardo —masculle.
—Si, está detenido justo ahora..
—Espera —Leon me detuvo al ver que estaba a punto de irme— ¿A donde irás?
—Ir por el, quiero asesinarlo..
—Levi, debes calmarte.
—¡Me importa una m****a! —exclame— Le disparó a Anna, ¿sabes como me siento ahora?
—Lo se y te entiendo —me respondió—, pero no puedes cometer una locura... Toda Austria es un caos ahora.
—No tengo cabeza para pensar en eso ahora —suspire, estaba tratando de calmarme—, mi esposa y mi hijo está en riesgo justo ahora.. —susurre, de la rabia que tenía, sentía que el aire me estaba faltando.
—Si y te entiendo, pero debes estar calmado —me dijo—, todos estamos tan preocupados como tu en este momento.
—Frederick, ¿qué ha pasado? ¿Cómo es que logró entrar al palacio y la capilla?
—Aún no lo sabemos, pero antes de llegar a la capilla asesinó a un par de guardias —dijo—, logró camuflarse entre los invitados, pero no hay dudas de que tiene un cómplice.
—Claro que tiene un cómplice, de eso no hay duda. El sabía que estaba siendo buscado por todo el pais... Debo irme —los mire a ambos—, necesito que el mismo me diga quien lo ayudó.
—¿Dejarás a Anna aquí?
—Necesito ir a romperle la cara a ese bastardo. No pienso quedarme de brazos cruzados..
No espere respuesta de nada, no estaba pensando con claridad, eso era más que obvio, pero tenía que ir yo mismo a golpearlo.
Pedí una de las camionetas para irme yo mismo a la estación en donde estaba detenido. Me importaba poco las cámaras o si me encontraba empapado de la sangre de mi esposa. En este momento necesitaba ir a romperle cada uno de sus dedos.
Si el quería lastimar a alguien, debía hacerlo conmigo, no con ella.
Conduje hacia la estación, no preste atención a las miradas de nadie. Tenía que tenerlo frente a mi y golpearlo hasta el cansancio.
—Su majestad.
—¿Donde lo tienen? —pregunté.
—E-Está en una sala de interrogatorio.. Al final del pasillo.
Camine hacia el pasillo en donde estaba el. En estos momentos nadie tenía el derecho o la potestad para detenerme, hoy por primera vez en mi vida, usaría mi poder como Rey para golpear a alguien hasta el cansancio. No me importaba nada ahora, si no descargar toda mi ira con el.
Al entrar, lo vi sentado y esposado a la mesa. El oficial al verme se salió de la sala de interrogatorio, Nicholas me miro y sonrio. Yo me acerque a el, le tome el cabello con suma fuerza y le azote el rostro contra la mesa dos veces, lo azoté con la suficiente fuerza para lograr quebrarle la nariz.
—Voy a matarte maldito bastardo —masculle—, pero antes, me dirás quien te ha estado ayudando, ¿Quién es la otra rata que te está ayudando?
—No pienso decirte nada —comenzó a reír.
No me contuve tampoco, así que le volví a azotar la cara contra la mesa.
—¡¿Quién te ayudó?! ¡Vamos bastardo, habla ahora!
Lo lance al suelo y me subi encima de el para golpearlo, me importaba poco si su sangre me salpicaba la cara o la ropa, solo quería asesinarlo en este momento.
—T-Te lo diré —jadeaba.
Lo alce como pude y lo arrastré de nuevo a la silla para sentarlo.
—Habla ahora —yo estaba jadeando, tenía demasiada ira contenida en este momento.
—H-Hay una sirvienta —susurro, su cabeza ladeaba debido a los golpes que le había dado—... E-Ella fue quien me ayudó a esconderme en el palacio, ella me ayudo con lo demás —soltó un quejido.
Le tomé la mano, empecé a torcerle la muñeca, el empezó a gritar del dolor, pero no me importa una m****a, quiero que me de un nombre ahora.
—¡Dime quien es! —alcé la voz— ¡Habla ahora!
—Molly, es ella... Molly —murmuró.
La asistente de Anna se llama así, pero en el palacio hay una sirvienta con el mismo nombre que ella. No creo que sea la asistente, así que tiene que ser la sirvienta.
—¿Molly?
—Si —jadeo—, la sirvienta. Ella me oculto en el palacio durante este tiempo —comenzó a reir—, todo este tiempo estuve espiandolos... Veía a tu esposa dormir a tu lado, la habitación de la muerta —sonrió—, todo eso, lo hice yo..
Le solte un último golpe para dejarlo inconsciente. Sali de ahi, ahora debía irme hacia el palacio en busca de Molly. Ella es una de las sirvientas que trato mal a Anna cuando ella fue mi esposa. Entonces fue ella quien hizo todo esto, ocultarlo, dándole posiblemente información.
Y la habitación, la habitación de Cass. Fue el quien hizo todo esto con ayuda de esa sirvienta. Saqué mi teléfono para llamar a Frederick y decirle que fuera al palacio, que detuviera a la sirvienta llamada Molly y la mantuviera reclusa mientras yo llegaba al mismo.
En este momento, toda Austria era un completo caos, las radios, la televisión no paraban de hablar sobre el intento de asesinato de Anna y todo los demás. No tenía cabeza para lidiar con la prensa o los chismes, mi esposa esta en urgencias y yo, debía encargarme de todo esto.
Conduje a toda prisa al palacio, toda la prensa estaba en la entrada del palacio tratando de tomar fotos o entrar al mismo. Por suerte la seguridad no los han dejado pasar. Yo baje del auto e ingrese al mismo.
Todos los presentes, la servidumbre y los demás, me miraban con horror, puesto que traia encima de mí la sangre de Anna y mi rostro cubría la sangre de Nicholas.
—Demonios —Frederick se detuvo bruscamente al verme con mas sangre en el rostro y manos, detrás de el venía Molly, la asistente de Anna.
—¿Dónde está Molly la sirvienta?
—Del otro lado del palacio —me respondió el.
—¿Qué le dijiste?
—Por ahora nada.
—Bien, sígueme.
Caminamos hacia donde estaba ella. Era una especie de sala de interrogatorio. Debía calmarme porque no quería cometer una locura con ella. Aunque dentro de mí, desee asesinarla.
Abrieron ambas puertas y ella estaba sentada ahí, al verme palideció y creo que entendió el porqué estaba aquí.
—Te haré una pregunta —le dije de manera calmada—, ¿Por que, Molly?
—S-Su majestad..
—Te volvere a hacer la misma pregunta Molly, ¿Por que? —ella se negaba a responder— Metiste a este palacio a un delincuente, solo... Para lastimar a Anna —me acerque a ella lentamente— ¿Por que?
—No —ella negó.
—¡¿Por que?! —le alce la voz.
Ella retrocedió un par de pasos al escucharme.
—Yo no pensé que fuese a pasar todo esto, no tenía idea de que el fuese a hacer algo así —dijo rápidamente—, yo solo pense que el haria...
—Tu sabías que era un delincuente —la señalé—, lo viste en las noticias Molly y aún así, lo escondiste en el palacio, en donde mi esposa pudo haber corrido peligro ¡Tu lo sabías!
—Lo siento —ella sollozó—, pero no sabía que el haría algo así...
—¡Callate! Si lo sabías, pero tu odio hacia Anna era tan fuerte que no te importo una m****a si el la asesinaba o no... Has llegado demasiado lejos Molly —mascullé—, esta traición, no la pienso dejar pasar.
—Yo lo que quería era que ella se alejara de usted... —dijo con odio y se limpió el rostro— Ella fue su amante, la metió en su cama y la hizo su esposa, la hizo su reina ¡Yo debía ser ella! ¡Yo debía estar en su puesto! —alzó la voz.
Me aleje cuando quiso tocarme, ella estaba igual de loca que Nicholas. Esto no lo iba a dejar pasar, claro que no.
—Tu estas loca, haré que el consejo se encargue de ti, pasarás el resto de tu vida encerrada.
Salí del lugar y le pedi a Frederick, que la encerraran y que la encerraran, yo debía irme con Anna. Pero antes tenía que cambiarme, necesitaba irme con ella cuanto antes.
(...)
Más tarde:
El padre de Anna tuvo que donar una cierta cantidad de sangre ya que ella había perdido demasiada sangre debido al disparo.
Según las palabras del médico, la bala entró y salió, la herida no había sido tan grave a decir verdad, pero había perdido demasiada sangre y su padre le donó un poco. Por ahora ella seguía en cirugía ya que la herida si se perforó bastante.
Aún no me han dicho nada de mi hijo. Solo de ella y fueron noticias rapidas.
El pais sigue en caos debido a lo que pasó en la coronación de Anna, tanto Leon como Hayley me estan ayudando a mantener el pais en orden. Me siento muy aliviado de tener el apoyo de mi hermana en este momento.
—Ten muchacho —el señor Francois me entrego el café—, necesitas tomar un poco.
—Gracias —el se sento a mi lado—, lo necesitaba.
—Estará bien, ya lo verás —murmuró—, mi hija es muy fuerte y por suerte aquella bala no pasó a mayores.
Eso me aliviaba un poco. Aun así, no me dijeron nada sobre mi bebé, necesitaba saber si mi bebé estaba a salvo.
—¿Qué pasará con esa muchacha?
—Pues, estará encerrada, todo lo que hizo es un crimen de estado —respondí—, que se paga con la cárcel. Nicholas será deportado a Estados Unidos, se le otorgaran los cargos de intento de asesinato entre otros crímenes...
—Espero que le den muchos años de cárcel —masculló con rabia—, ya han hecho demasiado ese par.
Claro que si, espero que les den mucho mas años para que no vuelvan a molestar o lastimar a nadie más.
—Su majestad —me puse de pie al ver al doctor.
—Doctor, ¿cómo está mi esposa?
—Su majestad está muy bien, ya la pasamos a una habitación como lo pidió —asentí—, ya debería estar por despertar.
—¿Puedo verla? El bebé, ¿está bien?
—Si, todo esta en orden con ella y sus bebés.
—Espere... Dijo, ¿bebés? —pregunte con un poco de miedo.
—Si su majestad, su esposa está esperando dos bebés —me entregó un papel—, todo está en orden con ella y los bebés.. Más tarde la monitorearemos, por ahora debe descansar.
Yo no dejaba de ver el papel que el me entregó, en el, habían dos puntitos separados, eran dos bebes, iba a tener mis gemelos.
—¿Puedo ver a mi esposa? —pregunté nervioso.
—Claro, sígame por favor.
Comencé a seguirlo por el pasillo, el señor Francois se fue con Frederick al palacio, Anna necesitaba ropa y sus cosas de uso personal. No sabíamos cuando nos iríamos de aqui, yo por lo pronto no pensaba despegarme de ella.
El doctor me indico en donde estaba la puerta así que camine hasta ella y entre a la habitación. Lo primero que vi fue la camilla en la que Anna estaba acostada. Al verla sentí un enorme alivio y todo mi miedo se esfumó.
Me acerque aun mas a ella, tome la silla y la acerque a la camilla. Con un poco de cautela, le tome la mano, estaba un poco fría, deje un beso en ella y sin poderlo evitar, solté mi llanto. Hasta ahora me había contenido en mostrar mis sentimientos, no quería sentirme vulnerable para ser el soporte de ella, pero ahora, que estaba asi, acostada en esta camilla, mi miedo aumentó, en serio tenía miedo de perderla, de perderla a ella y a nuestros bebés.
—¿Levi? —la oí susurrar.
—Anna, mi amor —le dije, me limpie el rostro como pude— ¿Cómo estás mi vida? ¿Te duele algo?
—Si, el brazo y el hombro —susurró—, mi bebé ¿está bien? ¿No le pasó nada?
—No mi amor, todo está en orden —le susurré, no quería alterarla.
—Mi amor, dime que detuvieron a ese hombre.
—Si mi amor, todo ha terminado con el, asi que no te preocupes ¿bien? —ella asintió como pudo—, estaremos ahora tranquilos, estarás bien y nuestros bebés también.
—¿B-Bebés? Levi, no me digas que..
—Si mi amor —le susurré—, no es un bebé, son dos —sonreí.
—Por eso es que.. Mi vientre —ella puso la mano en su vientre.
—Si, por eso es que tu vientre estaba abultado, era porque hay otro bebé dentro de ti —bese sus manos—, tendremos un par de bebés entre nosotros.
Aquello me pareció lo más hermoso que la vida me ha podido dar. Me habían devuelto a mis hijos, se que esto es obra de Dios y Cassandra, ella siempre quiso mi felicidad por delante de cualquier cosa, ahora mis hijos estaban de regreso a mi.
—Te amo mucho linda —le susurre—, voy a cuidarte —acaricié su mejilla—, los voy a cuidar a los tres.
Claro que iba a cuidarlos a los tres. Ahora todo había terminado y al fin tendríamos un poco de paz, me hice una promesa y le hice una promesa a ella. Voy a cuidarla a ella y a nuestros bebés, estaba agradecido con mis bebés arcoiris.