Extra I.

Levi: 

—Bien Archer —me agache a su altura y le di la pelota—, lánzala lo más fuerte que puedas. 

—Si papá —el asiente. 

Archer lanza la pelota hacia Arnold con fuerza y este le da con el bat haciendo que la misma caiga a una distancia bastante prudente. 

—Bien hecho. 

—No papá, la idea era que le diera un Strike.. —se queja. 

—Pero lo hiciste bien —responde su hermano. 

—Lo se —reí—, pero ya sabes que hacer, mejor dejemos la práctica para mañana ¿bien? —él asiente— Vayan a lavarse las manos. 

Ambos se meten a la casa, yo camine hacia Alie para alzarla en mis brazos, ella suelta una risa suave. Cada dia que la veía, se parecía mucho más a su madre. 

—Vamos por mamá, ¿qué dices?  

Entre al palacio en busca de Anna, seguramente debe estar trabajando con Hayley como de costumbre, últimamente ha estado más ocupada de lo normal, no es para menos, es la reina de esta nación y tiene obligaciones. 

Yo tambien las tengo pero hago mis gestiones después que estoy con los niños. Anna ama trabajar pero a veces se excede con ello, ya se ha enfermado dos veces en el mes, lo peor es que no puedo hacerla cambiar de parecer. 

Mi esposa es bastante terca. 

Mañana es nuestro aniversario numero siete, ya nuestros gemelos tienen siete años y Alie tiene tres años. Cuando la tuvimos decidimos que no habrian mas bebes, Anna quedo muy lastimada y no pretendía hacerla pasar por lo mismo otra vez. 

Yo por otro lado, mejore en muchos aspectos. 

Deje de pensar en Cassandra en todos los sentidos, me había dado cuenta en que la mayoría del tiempo comparaba a Anna con Cass cuando no había necesidad de hacerlo, incluso me di cuenta que estaba lastimando a mi esposa sin darme cuenta, por ello tuve que tomar una fuerte decisión y esa fue quitar la habitación en la que reposaban las cosas de Cassandra y mis hijos. 

Todas esas cosas fueron donadas a la caridad. Quería sacarla por completo de mi vida, al inicio pensé que eso sería cruel porque ame a Cassandra, pero también me estaba lastimando a mi mismo y a Anna, cosa que no era justa para ninguno. 

Fue una decisión difícil ya que aun guardaba el bonito recuerdo de ella en mi. 

Pero eso no hacía más que avivar su ausencia así que lo hice, saque todas esas cosas de ahí y esa habitación la acondicione para una sala de juegos que los niños necesitaban. 

Ya deje de comparar mi vida con Cass a la mía con Anna, puesto que yo viví etapas distintas con Cass, así como vivo etapas distintas con Anna, ninguna tiene punto de comparación. Incluso le pedí perdón a Anna por ello, hablamos sobre el tema y me dijo que había tomado una buena decisión ya que ella sentía que eso estaba comenzando a separarnos. 

Y cuánta razón tenía. 

Por suerte me di cuenta a tiempo e hice algo antes de que mi matrimonio fuese a quebrarse. Claro que visito cada año la tumba de Cass y mis hijos, me siento en la misma a hablar con ella y de lo mucho que le hubiese gustado verme feliz al lado de Anna y mis tres hijos. 

No ha sido un camino sencillo, pero pude al fin liberarme por completo de ello. 

Amo a Anna con todo mi ser, es la mujer de mi vida, la madre de mis hijos y la mujer que más me ha comprendido en el mundo. Ella me lo ha dado todo así que es justo que le haya retribuido un poco de respeto y lugar, porque ella se lo merece, ella es mi esposa. 

—Mi amor —entre a su oficina—, es hora de almorzar. 

—Dios, ¿en serio? —mira el reloj en su muñeca— no me había dado cuenta. 

—A comer mami —le dice Alie. 

—Hayley, hablamos mañana ¿te parece? 

—Claro que si, saludos a los niños. 

Anna guarda sus cosas y se para de la silla para acercarse a mi. Yo bese su mejilla. 

—¿Y los niños?

—Los mande a lavarse las manos porque estaban practicando. 

—Gracias —me sonrió—, dame a Alie. 

—No, estabas trabajando, mejor vamos al comedor ¿si? —tomé su mano y la lleve al comedor, los niños ya estaban sentados haciendo sus travesuras. Yo senté a Alie en su silla, luego vinieron con la comida. 

(...)

Más tarde: 

Estaba en el umbral del baño, veía a Anna peinarse el cabello, había estado batallando con los niños para dormirlos, pero ella lo hizo bastante bien, aun no entiendo como le hace. 

En definitiva mi esposa es todo lo que está bien en esta vida. Mañana planeo hacerle un hermoso regalo, uno digno de ella, mi esposa se merece que todo el mundo esté a sus pies. Ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida. 

—¿Por qué me miras tanto?

—No se, solo miro lo hermosa que eres —me acerco a ella y me poso detrás para abrazarla—, ¿te he dicho cuanto te amo?

—Todos los días —sonríe—, pero no está de más que me lo repitas. 

—Pues te amo —bese su cuello un par de veces—, en serio.. Eres una mujer increíble, una madre excepcional y una reina en todo el sentido de la palabra. 

—¿Está tratando de seducirme, su majestad?

—¿Está funcionando, su majestad? —murmuré. 

—Pues si —ella soltó una risa suave. 

—Me alegra saber eso —la voltee y la subí encima del lavamanos—. te amo con todo mi ser mi amor, cada día, cada segundo, voy a recordártelo, porque realmente te amo Anna Newt. 

Me acerque a ella para darle un beso corto. Tome sus mejillas para profundizar el beso, la amo con todo mi ser, ella me ha dado mucho más de lo que puedo merecer. Me siento afortunado de tener en mi vida a una mujer como ella. 

No puedo pedir más. 

Soy un hombre afortunado. Amo a mi esposa, a mis hijos, mi reino, mis familia, todo. Mi amor por ella se ha convertido en lo más grande que tengo ahora junto a ella y mis pequeños. 

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