Levi:

Semanas después:

Supervisar la coronación de Anna no ha sido nada sencillo, el día de mañana es su coronación, muchas personas importantes vendrán, estarán presentes en la coronación de Anna como Reina consorte. Muchas personas no confían en Anna aún para tomar el puesto como Reina consorte, pero ella ha dado la talla para serlo, ella tiene todo lo que necesita una reina.

Ella es inteligente, capaz, muy atenta y con un enorme corazón. Diga lo que digan, ella es digna de ser reina.

Por otro lado, Neumann volvió a sus labores como presidente del País, no fue nada sencillo para él debido al trauma que le ocasionó el bastardo de Nicholas, que sigue sin aparecer. Se que del país no ha salido, porque tengo las fronteras muy bien vigiladas y tienen la orden de asesinarlo si así lo ven necesario.

Hasta ahora no hay señales de él, no ha hecho alguna estupidez para atraparlo. El muy bastardo es mucho más listo de lo que pensábamos. Está enfermo, pero es muy listo porque no ha dejado señales de nada o donde puede estar escondido. Y la teoría de que tiene a alguien que lo ayuda, es mucho más fuerte, es más que obvio que alguien lo está ayudando a esconderse.

Hasta he llegado a pensar que él fue quien entró a la habitación de Cassandra a destruir todo, nadie me saca de la cabeza que él tuvo mucho que ver en esto. Solo espero que cometa un error para poder atraparlo.

La seguridad se ha aumentado, por suerte Leon envió parte de su guardia real para ayudarme con la seguridad, ya que la ceremonia de coronación será transmitida por televisión y algunas personas de la prensa estarán presente. También se hace por seguridad obviamente, porque no sabemos si Nicholas podría aparecer, aunque lo veo poco probable.

No creo que tenga tendencias suicidas.

Caminaba por el pasillo, vi al personal que ayudará a Anna a alistarse para mañana, ellos trajeron el vestido y todo lo demás. Los salude y camine hacia la habitación. Anna estaba parada frente al espejo, estaba mirándose el vientre.

Debo confesar que el embarazo la ha hecho lucir aún más hermosa.

—Linda.

—Hola —me sonrió y yo me acerqué más a ella.

—¿Qué miras tanto? —la abrace por detrás y puse mi mano en su vientre—, vaya, ¿no crees que está un poco abultado para el tiempo que tienes?

—Eso es lo que estoy viendo mi amor ¿qué tal si tengo más tiempo? —suspiro— el doctor pudo haberse equivocado.

—Puede ser —murmure—, de verdad está un poco abultado, seguro debes tener más tiempo.

—¿Eso sería malo?

—No creo linda —respondí con calma, no quiero ponerla nerviosa—, seguro debes tener más tiempo de embarazo, después de la coronación iremos a un médico ¿que dices?

—Si, eso me dejaría más tranquila.

—¿Estás nerviosa? Ya sabes, mañana es la coronación.

—Si —se volteó y tomó mis manos—, estoy muy nerviosa, pero quiero hacerlo —sonrió un poco—, creo que me he ganado un lugar aquí ¿no?

—No lo creas, es muy seguro mi amor —tomé sus mejillas—, te has ganado un lugar en este país, en este palacio y en mi corazón —ella sonrió ampliamente—. Has trabajado para ser digna y lo has conseguido por tus propios medios, así que sientete orgullosa de portar esa corona, porque es tuya.

Anna es digna de portar aquella corona, ella ha trabajado muy duro en estos meses que llevamos casados. Ha soportado todo tipo de comentarios, ataques hacia su persona, ella más que nadie se ha ganado el puesto como reina de este país.

Ella tiene fortaleza, es una guerrera y por eso la amo. Ella será mi reina, la reina de este país.

—Lo harás bien —bese sus labios, la sentí suspirar—, confío en ello linda.

—Me gusta cuando me das esa confianza.. —pasó sus manos por mi cuello y comenzó a soltar mi camisa—, hace semanas que no hacemos nada mi amor.

—Anna —murmuró—, el bebe.

—No pasara nada —se acercó más a mi para besar mi pecho, aquello me hizo suspirar—, quiero estar contigo Levi.

Rodee mi brazo en su cintura para alzarla, de inmediato la bese, Anna me correspondió rápidamente, me costaba demasiado seguirle el beso, podía sentirla ansiosa y la entiendo, hace semanas que no nos tocamos o besamos asi, con todo esto de la coronación hemos quedado agotados y solo nos dormimos.

—Te amo tanto Anna —murmure—, te amo..

—Y yo a ti mi amor —susurro.

La senté en la peinadora y con algo de cuidado le quite la pijama que tenía puesta. Me deleité demasiado con sus pechos, que debido al embarazo, han crecido bastante. Ella jadeaba, estaba sonrojada, demonios. Aún no creía que ella sea mi esposa, mi reina, la madre de mi bebe.

La amo con todo mi ser. Estoy realmente enamorado de ella.

Termine de sacarme la camisa, ella delineó con sus dedos todo mi torso, con solo aquel toque, mi piel se erizo por completo, la manera en que mi cuerpo reacciona a ella, me estremece tanto que me mire de ese modo, que me bese de la forma en que ella lo hace.

Joder.

Jamás pensé que volvería a enamorarme así, que jamás volvería a tener una familia o a alguien que estuviese a mi lado, pero Anna, ella ha estado a mi lado todo este tiempo, la amo con todo mi corazón.

La amo demasiado.

Me meti entre sus piernas, tomé su rostro entre mis manos para volverla a besar, jamás me cansaré de hacerlo, de aspirar su aroma y poseerla. Soy completamente suyo, le pertenezco a esta mujer, soy completamente de ella.

—Te amo Anna —susurra—, soy tuyo mi amor.. Completamente tuyo.

Ella solo sonrió al escucharme decir aquellas palabras. Simplemente me besó de nuevo, pero esta vez, de manera suave y sin prisas. Se que lo he repetido incontables veces, pero la amo, la amo mas que a mi vida y daría mi vida por ella sin pensarlo.

(...)

Al dia siguiente:

Termine de colocarme los guantes, me mire al espejo y el traje estaba completo. Hoy era el día de la coronación de Anna como Reina consorte de este país.

Esta mañana me tocó recibir a los invitados, después de dicha coronación se hará una pequeña reunión con los miembros del consejo y algunos invitados de la realeza. Hayley había venido junto a Leon y los niños. Por supuesto ellos no asisitiran a la ceremonia pero sí a la coronación puesto que aun no quieren que los niños estén expuestos a estos eventos.

Mi traje era de la corte militar, uno muy parecido al que usó mi padre cuando fue coronado Rey hace muchos años, por supuesto estaba usando las medallas que me correspondían. Igualmente con la espada y los guantes blancos.

Esto era como una especie de casamiento, yo como Rey, debía acompañar a Anna hasta el cura que sería quien le pondría la corona.

Anna cumplió con las expectativas del consejo. Aunque no necesita la aprobación de ellos para tomar el mando como Reina, ella ha sabido mantener la cabeza en alto a pesar de todo.

—Mirate —mire hacia la puerta, Hayley venía entrando con León y los niños—, luces muy bien hermano.

—Gracias, tu estas muy linda —mire a León—, cuñado.

—Cuñado —sonrió— ¿Y Anna?

—Debe estar alistándose —suspire—, ella debe estar nerviosa... Por cierto Hayl —titubee—. Anna está embarazada.

Ella alzó las cejas en señal de evidente asombro. Con todo esto que ha estado pasando, no había tenido tiempo de decirle a ella y a León que Anna y yo estamos esperando un bebe.

—¿Embarazada?

—Si Hayley, Anna lo está.

—Dios, ¿Por qué no me lo dijiste?

—No había tenido tiempo, de verdad lo siento hermana..

—Que tonto —vino hasta mi para abrazarme—, felicidades hermanito... En serio.

—Gracias —le sonreí—, lo hemos mantenido en secreto —le dije a ambos—, nadie lo sabe aun.

—Tranquilo hermano —me respondió, se veía contenta—, sabes que cuentas con nuestra discreción, nos vamos para que recibas a tu esposa, luego celebramos esto.

—Claro que sí —todos salimos de la habitación, ellos se fueron a la capilla que está al otro lado del palacio, la seguridad del palacio estaba desplegada por todos lados. Yo estaba nervioso pero contento por el enorme paso que va a dar mi esposa.

Anoche lo estuve pensando mucho, quiero pedirle a Anna que sea mi esposa. Se que estamos casados pero, nuestro matrimonio fue por obligación, por nada mas.

Ahora que nuestra relación está mucho más fuerte y nos amamos, quiero que se case conmigo, que tenga la boda que ella siempre deseo tener. La amo y quiero que sea mi esposa con todas las de la ley, ella será la madre de mi bebe.

Después de esta coronación, planeo llevarla de viaje. Que conozca el país que ella quiera y le pediré que sea mi esposa, como debe ser.

—Su majestad —Frederick se acercó a mi—, todo está listo.

—Perfecto.

—Anna saldrá en un momento, me retiro.

No espere demasiado. Las puertas del pasillo fueron abiertas por la guardia real. Por las mismas puertas salió Anna.

Su vestido era gris, con toques de diamantes y tenía un corte de princesa. Ella se acerco lentamente a mi y sonrió. Al estar frente a mi, me posé ante ella e hice una reverencia.

—Está usted muy hermosa su majestad —le dije, estaba ansioso por besarla—, luce como toda una reina.

—Gracias mi amor.

—No me haga perder el protocolo por favor —murmuré—, ¿estás bien? —me acerque un poco más a ella.

—Nerviosa, pero estoy bien.

—Eso es —extendí mi mano—, ahora, nos iremos a la capilla, su majestad.

Bese su mano y entrelace su brazo con el mio. Ambos caminábamos por el pasillo del palacio. Toda la guardia real tenían sus espadas en alto para ella.

—Jamás pensé que esto me pasaría a mi —la oí susurrar, luego la mire—, llegar hasta aquí... Voy a ser Reina Levi.

—Te lo mereces mi amor —ella me miró pude ver el brillo en su mirada—, tu eres una gran reina, de eso no hay duda.

Bese su frente.

Al salir del palacio, saludamos a la población que estaba del otro lado del palacio, todos gritaban el nombre de Anna y eso me hacía sentir orgulloso de ella, porque ahora era una persona amada y respetada por todos.

Ella ha demostrado fuerza, valentía e inteligencia. Ella merece ser la reina de este país.

Ambos llegamos a las puertas de la capilla, el par de guardias abrieron las puertas. Todos se pusieron de pie al vernos llegar. Anna y yo caminamos por la alfombra hasta llegar al sacerdote. Había una silla blanca preparada para ella.

El servicio ayudó a sentar a Anna. Yo debía quedarme de pie al lado de ella para que este pudiera comenzar. Esta era una forma de liderazgo como Reina, ella debía sentarse en una silla blanca que simboliza poder y paz.

—Hoy, coronaremos a una nueva reina, una que nos llevará a la paz y a la soberanía, que irá de la mano con nuestro nuevo Rey, que guiará con sabiduría y entendimiento nuestra hermosa y poderosa nación.

El comenzó a hacer una oración y a bendecir a Anna, luego lo hizo con la corona. Era una de oro con incrustaciones de rubíes. Esa la mande a hacer exclusivamente para ella, ya que la que uso mi madre, nadie más la podría usar, esto, por los crimenes que cometió mi madre hace un tiempo. Debido a sus crímenes, la corona debe resguardarse, es mejor para ella, porque esta nueva Corona, lleva el toque de Anna, sencilla pero hermosa a la vez.

El sacerdote tomó la corona.

—¡Todos de pie! —exclama con alegría, todos los presentes se pusieron de pie— ¡Dios salve a Anna Newt, sexta reina consorte de Austria! ¡Dios salve a la reina!

—¡Dios salve a la reina! —todos alzaron la voz.

Por último, la corona fue puesta en la cabeza de Anna. Los aplausos no se hicieron esperar, al igual que la sonrisa de mi esposa. Estaba muy orgulloso de ella. De verdad lo había hecho, ahora es reina de Austria.

Me acerqué a ella para darle un beso corto.

—Felicidades mi amor, te amo.

—Y yo a ti mi amor.. —ella sonrió.

—¡Anna!

De pronto, todo quedó en silencio. Se escucharon murmullos, en las puertas de la capilla estaba Nicholas con un arma en su mano. La sonrisa que tenía ese bastardo era espeluznante, todo comenzó a volverse un caos, Nicholas apuntó el arma hacia nosotros, luego la acciono.

Vi como todo se puso en cámara lenta, la bala le dio a Anna. Ella cayó justo a mi lado y yo, la sostuve como pude. La guardia detuvo a Nicholas, las personas corrían de un lado a otro mientras yo apretaba la herida de Anna.

—Anna, no mi amor.. —dije aturdido— ¡Alguien ayúdenme!