"Un contrato falso los une, pero el deseo es real. ¿Podrá ella resistirse a su jefe o caerá rendida ante él?" Cuando Sophie, una joven abogada con un prometedor futuro, acepta firmar un contrato de matrimonio con el CEO más codiciado y temido de la ciudad, Nathaniel Blackwell, lo hace sin saber que está a punto de embarcarse en un juego de pasiones peligrosas. El contrato, supuesto para salvar su empresa en ruinas, se convierte en una trampa emocional que la arrastra hacia la red de deseo que él ha tejido a su alrededor. Mientras ella lucha por mantener su control profesional, la atracción que siente por Nathaniel se hace cada vez más difícil de ignorar. Nathaniel, un hombre que ha dedicado su vida a la empresa y la frialdad, nunca imaginó que una mujer como Sophie sería su perdición. A medida que la relación avanza, se da cuenta de que los límites entre lo falso y lo real empiezan a difuminarse. Lo que comenzó como un contrato, se convierte en una lucha interna por no perderse en lo que podrían ser los sentimientos más reales que haya conocido. Pero ¿pueden ambos, atrapados en un contrato de conveniencia, resistirse al deseo que arde entre ellos o se dejarán consumir por él? En un juego peligroso de poder, emociones y secretos ocultos, descubrirán que las consecuencias de este contrato son mucho mayores de lo que esperaban.
Leer másNo sé qué me duele más: las preguntas que me atormentan o la certeza de que no tendré respuestas. Desde la conversación con Nathaniel, algo en mí cambió. Aquel roce de su mano, tan casual y tan cargado de intenciones no dichas, sigue retumbando en mi mente. En una fracción de segundo, sentí que todo lo que había creído sobre este contrato, sobre mi vida, se desmoronaba. Este matrimonio de fachada no es tan simple como parece. ¿Qué estamos haciendo, Nathaniel? ¿Qué quiero realmente de él?Por la mañana, cuando me encuentro frente a mi espejo, me resulta casi irónico que me vea como una mujer que ha comenzado a cuestionar lo que su vida ha sido. Mi carrera está establecida, segura, bajo el control absoluto de mi familia. Sin embargo, aquí estoy, atrapad
El sonido de las teclas bajo mis dedos es lo único que llena el silencio de la noche. Cada clic parece ser una chispa que me acerca un paso más a la verdad, pero también me aleja de lo que podría haber sido mi vida normal. Una parte de mí desearía poder detenerme, cerrar la computadora y seguir adelante como si nada hubiera cambiado. Pero algo dentro de mí me empuja a continuar, a descubrir lo que realmente se oculta tras el contrato que firmé sin pensar demasiado.Nathaniel me tiene atrapada, no solo en la red de su control, sino también en la de su misterio. Las apariencias, la fachada de empresario exitoso y marido distante, me han llevado a pensar que su vida estaba tan en orden como su figura impasible. Pero a medida que profundizo, empiezo a encontrar grietas en su historia, como un rompecabezas que no se completa bien.
Nunca imaginé que un simple contrato cambiaría tanto mi vida. O tal vez no es el contrato lo que lo hace todo tan complicado, sino él. Nathaniel. Siempre he pensado que soy una persona práctica, capaz de mantener las cosas bajo control, pero este acuerdo... este acuerdo me está desbordando.Al principio, era solo un trato de negocios, un acuerdo frío y lógico. Firmeza de ambas partes, sin emociones de por medio. Así lo había visto: un simple paso en mi vida profesional. Pero con cada día que pasaba, con cada encuentro con él, las reglas comenzaban a difuminarse, y las emociones, esas que siempre traté de evitar, comenzaban a surgir como una tormenta silenciosa.Nathaniel no era solo un hombre de negocios. Eso lo supe pronto, aunque intentara no admitirlo. Había momentos, pequeños destellos, en los que su dureza y control parecían desmoronarse. Como si, solo por un segundo, me permitiera ver algo más allá de su fachada perfecta, algo más humano, más vulnerable. Y fue entonces cuando me
Nunca había pensado que mi vida profesional podría volverse tan... personal. Pero aquí estaba, en el salón de un hotel de lujo, observando cómo Nathaniel Blackwell manejaba la situación con una precisión que parecía sacada de un manual de control absoluto. A su lado, yo me sentía como una pieza decorativa, perfectamente colocada en su lugar, pero en constante peligro de caer.La primera vez que nos encontramos en público como pareja, me di cuenta de lo que realmente significaba este contrato. No se trataba solo de un simple arreglo de conveniencia, ni de una simple fachada para salvar a la empresa de mi familia. Este acuerdo venía con reglas. Y las reglas las dictaba él. Siempre él.El evento al que habíamos asistido esa noche era una cena de negocios de alto perfil, repleta de empresarios que no hacían más que observar cada movimiento, cada gesto. Me sentía como si estuviera en una jaula dorada, rodeada de miradas y comentarios, todos tratando de descifrar qué había detrás de la fach
Mi mano tembló ligeramente mientras sostenía el contrato frente a mí, los papeles impresos bien alineados, la tinta fresca de las palabras que parecían definirme para siempre. Nathaniel Blackwell, un hombre que no conocía pero cuyo nombre sonaba como una sentencia, había hecho una oferta a la que no podía decir que no. No podía, no debía. La alternativa era mucho peor.La empresa de mi familia, la que mi padre y mi abuelo habían construido con sudor y sacrificio, estaba al borde de la quiebra. Y lo peor de todo: no teníamos tiempo. El plazo para evitar la caída era corto, y ni siquiera mis esfuerzos habían sido suficientes para darle un giro a la situación. Entonces, como una salvación del destino, apareció Nathaniel, con su propuesta fría y directa. Un contrato de matrimonio, con él, que me aseguraría salvar la empresa. A cambio, mi nombre quedaría marcado en su mundo, para siempre. Como su esposa, aunque solo fuera un papel."Es simple, Sophie", me había dicho en esa reunión inicial