El Hijo de Mi Mejor Amiga: Mi Obsesión

El Hijo de Mi Mejor Amiga: Mi Obsesión ES

Romance
Última atualização: 2025-08-04
Charlie Rose  Atualizado agora
goodnovel18goodnovel
10
2 Avaliações
5Capítulos
28leituras
Ler
Adicionado
Resumo
Índice

Isabel Valente reconstruyó su vida desde las ruinas. Tras un matrimonio fallido y una traición que la dejó marcada, su único deseo es vivir en paz… hasta que el hijo de su mejor amiga aparece para desordenarlo todo.Jareth Lombardi es todo lo que Isabel debería evitar: joven, provocador, y comprometido con otra mujer. Pero también es quien ve más allá de sus heridas, quien enciende deseos que creía enterrados.Entre ellos hay años de diferencia, promesas rotas y una amistad que Isabel juró jamás traicionar. Lo que empieza como una chispa incómoda se convierte en una obsesión imposible de ignorar.Mientras las sospechas crecen, el pasado vuelve con sed de control y las apariencias se agrietan, Isabel y Jareth deberán enfrentarse a lo que sienten…¿Puede el amor sobrevivir cuando nace del deseo prohibido?¿O terminará por destruir todo lo que intentan proteger?

Ler mais

Capítulo 1

El fin de una esposa. El inicio de una diosa.

PRÓLOGO

Siempre pensé que tenía mi vida resuelta. Era una diseñadora de moda exitosa, tenía un esposo guapo, poderoso y multimillonario. No me hacía falta nada. Era feliz... o al menos eso creía. Amaba a mi esposo, y pensé que él también me amaba.

Lastimosamente, no era así.

Me juraba lealtad y fidelidad todos los días, con éltodo era sonrisas y felicidad. Pero a mis espalda me enganaba. Me decia que yo era su unico amor, su todo y que si lo dejaba se moriría... mientras se follaba a su secretaria en la oficina y la paseaba por toda su empresa, nuestra empresa. Y no solo eso, también en nuestra casa. En mi cama.

Lo descubrí el día que decidí sorprenderlo. Era su cumpleaños y me dijo que no quería nada, solo mi amor y atención incondicional. Ese era para él, el regalo más hermoso. Maldito mentiroso e infeliz infiel.

Yo había viajado a una presentación importante para mostrar mis diseños más innovadores, pero por suerte —o por destino— el evento se adelantó un día. Volé de regreso, con el corazón entusiasmado, lista para preparar algo especial para él. Para nosotros.

Pero la que terminó sorprendida ese dia fui yo.

Nunca imaginé que el final de mi matrimonio llegaría con el sonido húmedo de unos gemidos atravesando la puerta de mi propia habitación.

—Oh, sí... sí, Ricardo... ¡más duro! ¡Sí! —gritaba ella, completamente fuera de sí.

No necesité abrir la puerta, no me haria eso jamás. No hice escándalos. Grabé.

Mientras mi alma se rompía en silencio, apreté los dientes y grabé todo: fotografías, video, audio. Pruebas suficientes para aplastarlo... sin perder la dignidad.

Yo era una dama. No iba a rebajarme al nivel de ese par de imbéciles.

Sí, me dolió. Claro que sí.

Sentí que ese día algo dentro de mí se quebró.

Pero también… algo nació.

Dicen que la venganza es un plato que se sirve frío.

Yo lo dejé hervir. Y después, lo arrojé al fuego con él dentro.

La cláusula que teníamos era clara: infidelidad = pérdida total.

Él la firmó por arrogante, por confiado.

Qué idiota.

Mi abogada y mi mejor amiga casi aplaude cuando le mostré todo.

—Con esto, lo vas a destruir. Desde hoy, nena, eres multimillonaria.

Pero el dinero no era lo que me importaba.

Yo ya era exitosa.

Quería que Ricardo sintiera lo mismo que yo: el vacío de perderlo todo creyendo que aún lo tenía.

—Más que eso, Sam. Quiero que se arrastre. Que sufra. Que implore perdón.

Ese infeliz no tiene idea de lo vengativa que puedo llegar a ser.

Samantha, mi mejor amiga y asesora legal, sonreía con esa malicia que me fascinaba. Aunque era mucho mayor que yo, éramos inseparables. Ella nunca confió en él. Y ahora entiendo por qué. El sexto sentido sí existe… solo que yo lo tenía… atrofiado.

Recuerdo que ese dia bajé las escaleras con una calma que no reconocía en mí.

Me miré al espejo.

Ya no era la misma mujer.

La traición te parte… o te convierte en fuego.

Yo me incendié esa noche.

Y de las cenizas, nació la versión de mí que ni yo conocía.

Sí, esa noche lloré como nunca lo hice. Saqué todo el dolor y la desesperación que me ahogaba por dentro. Liberando todo ese dolor.

No fue fácil, pero como una mujer fuerte lo logré, busque mi felicidad. Solo que… no sería fácil, tendría que sufrir mucho más y tendría que replantearme muchas cosas antes de lastimar a personas importantes para mi.

Lo mejor o lo peor, estaba por venir.

Semanas después, me fui del país.

Nadie supo exactamente a dónde. Ni siquiera Sam.

Solo que Isabel desapareció.

Y que el hombre que la traicionó… terminó en ruinas.

Reconstruí mi cuerpo.

Mi mente. Mi vida.

Tuve otras noches. Otros labios.

Pero nada me tocaba el alma. Una mujer deseada por muchos pero inalcanzable.

Hasta que, una noche cualquiera, en un club perdido en la ciudad jermosa elegante de París … dejé de pensar.

Solo quise beber. Bailar. Sentir.

Estaba desatada. Eufórica. Cantando, bailando, dejando que Bailando de Enrique Iglesias y Gente de Zona me atravesara el cuerpo.

Moviéndome con sensualidad. Con fuerza. Con fuego.

Sin miedo.

Y entonces, choqué.

Contra un pecho firme.

Un cuerpo sólido.

Una mirada oscura, peligrosa... desconocida.

Y sin saberlo, esa noche, comenzó todo.

—Lo… lo siento— murmuré apenas por lo agitada que estaba, sonrió y se acercó más. Mi corazón empezó a latir desesperado.

—No, no te disculpes.. Quiero que te sigas moviendo así, quiero que bailes para mí, esta noche — me susurró tan cerca que sentí que todo mi cuerpo entero reaccionó ante él, a su cercanía, a su toque.

Y sin pensarlo… obedecí.

Bailé. Toqué su cuerpo.

Me moví de forma provocativa, sensual.

No sabía exactamente lo que hacía, solo quería complacerlo.

Quería hacerlo bien.

Quería que no apartara los ojos de mí. Me sentía poderosa, hermosa y sexy. Me estaba sintiendo viva después de mucho tiempo.

Sin previo aviso, me acerco a él.

Me sostuvo la mirada… y luego estampó sus labios sobre los míos.

Tomó mi nuca con una mano y mi cintura con la otra.

Me besó con locura, con posesividad. Dominante. Seguro de sí mismo.

Era más joven que yo, sí…

Pero besaba con la experiencia de un hombre de cuarenta y tantos.

Y con el hambre de alguien que sabía exactamente lo que quería.

Cuando nos separamos, fue solo para tomar aire. Su aliento chocó contra mi cuello y me erizó la piel. Sentí su dureza contra mí, sin disimulo. Jadeé.

—¿Estás excitada? —susurró en mi oído, su voz ronca y grave.

No respondí. Mi cuerpo ya lo hacía por mí.

—Eres tan jodidamente sensual… esa forma de bailar, me enloqueció —sus labios se deslizaron por mi cuello mientras su mano bajaba lenta, segura.

Mi vestido subió, mi respiración se aceleró. No podía pensar. Ni siquiera me detuve a ver que podían estar viéndonos, pero todos estaban distraídos con la música.

Nuestros cuerpos se apretaron.

Sus labios rozaron los míos con deseo contenido, hasta que explotó.

Me volvió a besar como si me hubiera estado esperando toda su vida.

Con hambre, furia. Con fuego.

Mis manos fueron a su cuello. Las suyas, a mis muslos.

Me levantó. Me sostuvo.

Ni siquiera sé cómo llegamos al baño del club.

Cerró la puerta con una patada.

Me acorraló contra la pared.

—Voy a hacerte olvidar el nombre del que te tiene despachada.

—Ya lo olvidé —jadeé, perdida en su mirada.

Me desnudó con urgencia, con cuidado… como si lo hubiese hecho mil veces.

Mis pechos quedaron al descubierto erectos. Sus manos los tomaron. Su boca los devoró.

—Dios… —gemí—. ¿Quién eres?

—Tu próxima obsesión —dijo sin piedad.

Me levanto haciendo que enredara mis piernas alrededor de su cintura y me penetró de golpe. Grité. No de dolor, sino de placer.

Movía las caderas como si mi cuerpo fuera suyo.

Cada embestida me arrancaba un gemido.

Era rudo. Salvaje. Magnético.

Pero también atento. Me leía. Me escuchaba. Sabía dónde y cuándo.

—Más… —pedí entre jadeos.

Y él cumplía.

Mi espalda se arqueó. Mis piernas temblaban.

Me sostuvo más fuerte.

Y cuando sentí que no podía más…

Explosión.

Me desborde en un fuerte e intenso orgasmo como nunca antes lo habia experimentado. Grité. Mi cuerpo tembló.

Mi cuerpo vibró con una intensidad que jamás había conocido.

Él no tardó en seguirme. Gimió contra mi cuello.

—Maldita sea… eres perfecta.

Sus brazos me rodearon con firmeza. Me quedé ahí, en silencio. Jadeando.

Ni siquiera sabía su nombre. Pero me había dado la follada más deliciosa e intensa que jamás hubiera tenido.

Y esa noche…

lo dejé todo.

La rabia. El dolor. El pasado.

Y renací.

Pero no todo es color de rosas, la vida me tenia una sorpresa no muy grata, porque jamás imaginé que volvería a verlo.

Y menos... en la casa de mi mejor amiga.

Mais
Próximo Capítulo
Baixar

Último capítulo

Mais Capítulos

Também vai gostar

Romances Relacionados

Novos lançamentos de romances

Último capítulo

user avatar
Escritora Rouss
Me encanta... por favor sigue actualizando. esta muy buena la historia
2025-08-05 01:43:29
0
user avatar
Escritora Rouss
Un inicio atrapante
2025-08-05 01:43:07
0
5 chapters
El fin de una esposa. El inicio de una diosa.
El Reencuentro
Ahora, Me perteneces
Su Prometida
Chantaje Bajo La Piel
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App