Mundo de ficçãoIniciar sessãoIsabel Valente reconstruyó su vida desde las ruinas. Tras un matrimonio fallido y una traición que la dejó marcada, su único deseo es vivir en paz… hasta que el hijo de su mejor amiga aparece para desordenarlo todo.Jareth Lombardi es todo lo que Isabel debería evitar: joven, provocador, y comprometido con otra mujer. Pero también es quien ve más allá de sus heridas, quien enciende deseos que creía enterrados.Entre ellos hay años de diferencia, promesas rotas y una amistad que Isabel juró jamás traicionar. Lo que empieza como una chispa incómoda se convierte en una obsesión imposible de ignorar.Mientras las sospechas crecen, el pasado vuelve con sed de control y las apariencias se agrietan, Isabel y Jareth deberán enfrentarse a lo que sienten…¿Puede el amor sobrevivir cuando nace del deseo prohibido?¿O terminará por destruir todo lo que intentan proteger?
Ler maisÉl no tenía nombre. No reconocía la ropa rota, ni el tipo de arma que ese dia llevaba, ni las heridas que marcaban su espalda y su costado. El conductor que lo encontró —un pescador que vio un auto incrustado en la orilla y que creyó que la noche le exigía un milagro— lo había visto apenas con vida y lo había sacado del agua. Lo llevaron envuelto en una manta, con la sangre congelada por la lluvia y los labios azules, su respiracióneracada vezmás débil.Los médicos hicieron su oficio: vendajes, imágenes, preguntas que no pudieron ser respondidas por nadie. El hombre despertó con un desconcierto que no es solo pérdida de datos; es una disolución de sí. Miró al techo, al rostro agotado de la enfermera, a las paredes blancas, y la sensación fue la de un viajero sin pasaporte que cae en un país que habla su idioma pero cuyos caminos le son extraños.—¿Cómo se llama? —preguntó la enfermera.Él frunció el ceño, buscó en la garganta, en la memoria, en el cuerpo. No encontró nada, absolutamen
NARRADOR OMNISCIENTE La ciudad no se detuvo por la tragedia; nunca lo hace. Pero para quienes pertenecían a ese pequeño mundo donde él era el centro de todos, el tiempo se dobló sobre sí mismo y quedó reducido a un único punto negro: la noche en que Jareth Lombardi, no regresó a casa.El rumor corrió con rapidez; el auto del empresario Jareth Lombardi habia caído por un acantilado la noche en que lluvia rubia sobre todo Nueva York. La policía y demás organizaciones ayudaron con el rescate que se convirtió para la familia Lombardi en la noticia mas cruel y triste de sus vidas, en especial de Isabel Valente la futura madre de sus hijos y de la que se dice sería su viuda al casarse en secreto. Los dias siguientes se convirtieron en los peores para Isabel. Muchos llevaban arreglos florales, otros iban a regodiarse de su sufrimiento y otros… ni siquiera los conocía. Isabel apenas habia hablado, desde que Ethan le dio la atroz noticia, ella no volvió a ser la misma. Ya no reia, no lloraba
POV ISABELNo podía dormir, sí, estaba furiosa por su estúpido juego. Pero también sentía una opresión en mi pecho que me tenia preocupada Cada trueno me hacía saltar como si la tormenta quisiera arrancarme el miedo a la mala. Habían pasado horas desde que Jareth salió, y su “vuelvo temprano” ya sonaba como una promesa que no cumpliría.Me levanté, caminando de un lado a otro, con la sábana aún envolviéndome. Afuera, la lluvia era un infierno líquido golpeando los ventanales.Quise llamar a Sam y a Javier, pero solo los iba a preocupar. Mónica no respondia y mucho menos Daniel. Ethan… fui hasta su habitación, pero tampoco estaba, le llamé y mucho menos respondió. —Debo esperar, aun es temprano. Llegará pronto— me repetía una y otra vez en voz alta. Me desesperé y tomé el teléfono y lo llamé, olvidando por completo mi enojo.—Contesta, maldita sea… —murmuré por enésima vez, marcando su número una y otra vez.Nada.Solo el buzón de voz, el sonido de su voz grabada y luego un pitido l
Regresé a la habitación pensativo, esta nueva información me dejaba sabor amargo en la boca. No podía demorarme, tenía que actuar lo antes posible; si el FBI se movía rápido, yo debía ser más rápido.Agarré la ropa que siempre tenía lista. Ya iba siendo hora de ponerse serio, los juegos se han acabado.—¡Jareth! —El grito enfurecido de Isabel me sacó de mis pensamientos. Estaba sentada en la cama, la frustración por nuestro encuentro incompleto y la rabia por mi indiferencia se mezclaban con una creciente alarma por la llamada—. ¿Quién era? ¿Que puede ser mas importante que atender mis necesidades ? ¿A dónde vas a estas horas?La miré, con mi rostro inexpresivo. No podía decirle nada. Cuanto menos supiera, más seguros estarían ella y mis bebés.—Tengo un asunto urgente que atender, Isabel. Algo que no puede esperar.—¡¿Un asunto urgente?! —Se levantó de un salto, envolviéndose en la sábana, la furia brillando en cada poro de su piel—. ¿Y me dejas así? Después de... ¡eres un b@sta
POV JARETHLa tormenta seguía rugiendo afuera, pero dentro de la habitación solo se escuchaba su respiración.Isabel descansaba su cabeza sobre mí pecho, con el cabello aún desordenado por el sueño, envuelta en la camisa que le quedaba grande. Y aún así, juraría que nunca la había visto tan hermosa.No dije nada al principio. Solo la miré. Era todo lo que necesitaba para recordar por qué estaba dispuesto a enfrentarme al infierno entero.—Deja de mirarme así —susurró, bajando la mirada.—¿Así cómo? —pregunté, dejándola bajo mi cuerpo sin descansar todo mi peso—Como si…— su voz se quebró— como si fuera lo único que existe.Sonreí de lado.—Es que lo eres. ¿No es obvio? ¿O tengo que demostrarlo con hechos?Su respiración tembló cuando mis labios se acercaron a los de ella. Mis dedos se deslizaron por su cuello hasta enredarse en su cabello. Quise hablarle, decirle que nada le pasaría mientras yo siguiera vivo, pero las palabras no salieron. No hacían falta en ese instante. Ella levant
Varios dias transcurrieron después del atentado contra los padres de Jareth. Y en esos dias Volkner estuvo callado. Jareth sabía que ese silencio no traería nada bueno.—Volkner ha estado muy callado— murmuró Ethan que se encontraba en el despacho junto a Mónica y Daniel, todos estaban buscando la manera de eliminar esa amenaza para Isabel— debe estar planeando algo contra nosotros. —Eso es lo extraño, el Lobo N€gr0 en aquellos tiempos cuando hacia eso…— comenzó a explicar Mónica recordando las noches de insomnio que junto a Jareth tuvo que pasar—… siempre se descubría una carnicería. Ese animal, ha de estar haciendo de las suyas.Ethan recordó que Inaya le habia hecho un comentario que en ese momento le pareció poco importante, pero escuchando ahora lo sádico que era, cabía la posibilidad de hacer un plan en su contra.—Inaya me dio una información que nos podria servir— le comunicó a los demás que le pusieron total atención. —¿Quien es Inaya?— preguntó Daniel frunciendo el ceño.
Último capítulo