Isabel Valente reconstruyó su vida desde las ruinas. Tras un matrimonio fallido y una traición que la dejó marcada, su único deseo es vivir en paz… hasta que el hijo de su mejor amiga aparece para desordenarlo todo.Jareth Lombardi es todo lo que Isabel debería evitar: joven, provocador, y comprometido con otra mujer. Pero también es quien ve más allá de sus heridas, quien enciende deseos que creía enterrados.Entre ellos hay años de diferencia, promesas rotas y una amistad que Isabel juró jamás traicionar. Lo que empieza como una chispa incómoda se convierte en una obsesión imposible de ignorar.Mientras las sospechas crecen, el pasado vuelve con sed de control y las apariencias se agrietan, Isabel y Jareth deberán enfrentarse a lo que sienten…¿Puede el amor sobrevivir cuando nace del deseo prohibido?¿O terminará por destruir todo lo que intentan proteger?
Leer másNARRADOR OMNISCIENTE El dia anterior llegó e Isabel se preparaba para su gran dia en el desfile. Esa noche era importante para ella, porque allí con9ceria figuras importantes y que buscaban sus diseños, se podria decir que esa noche marcaria para ella un antes y después de su carrera co.o diseñadora de moda.A pesar de la tensión sobre ella se veía entusiasmada y trataba de mantener su me.te ocupada.Jareth, por otro lado, trazaba líneas y daba órdenes. Estaba organizando un ejército de escoltas solo para ese dia. Estaba nervioso y lo único que le importaba era mantener a salvo a Isabel. —Hemos puestos hombres en este punto, en este y aquí, donde podria haber un francotirador— le comunicaba Mónica señalando los puntos donde tenia mas vigilancia. —Me parece perfecto, pero…— se quedó observando un punto donde no habia seguridad alguna, la parte trasera del edificio— Aquí, pon un Francotirador y varios hombres más. De ahi podrían atacar.Mónica asintió, ese punto se le habia pasado. P
POV ISABEL El peso de las palabras de Sam y Teresa aun estaba en mi mente. Me mintieron todos estos años. Viví con una venda en los ojos. Pero ya no dejare que me mientan, voy a encontrar a mi hermano y aclararé esta situación. Se que Jareth intenta Protegerme y que es parte de su trabajo. Aún asi, Ethan es mi hermano, yo no seria capaz de lastimarlo.Tengo que dar con él, aunque tenga que ir hasta Arabia saudí. Olivia entra y trae en sus manos unos documentos. Imagino que se trata de lo que le pedi.—Tenías razón Isa, tienes un hermano.— me dice tendiendome los documentos. —Si, ya mis supuestas amigas me lo confirmaron— le digo mientras ojeo la información, lo cierro y la miro— ahora, investiga al sultán actual de Qasr al- Safwa, Ethan Nizar. —¿Ue no es tu hermano?— dice y abre los ojos dándose cuenta — ¿acaso eres…?—No, necesito que lo investigues y me consigas una cita con el lo antes posible. — le ordeno pero ella parece haber quedado suspendida — Oli.Ella suelta un resping
POV JARETH Sus labios aún estaban contra los míos, tibios, temblorosos, y aunque se había resistido al principio, al final se rindió a la misma condena que yo, el maldito deseo que nos consume. Cuando se apartó, la vi jadeante, con esa mezcla de furia y vulnerabilidad que solo ella podía tener. Isabel era fuego y veneno al mismo tiempo. Y yo estaba cayendo, sin remedio, directo al infierno con ella. No podía permitirlo, aunque ye era demasiado tarde. Pero ¿cómo demonios se frena algo que te atraviesa hasta los huesos? La tomé de la barbilla obligándola a mirarme. —No vuelvas a dudar de lo que siento, Isabel. Podré mentirle al mundo entero… pero a ti jamás. Ella tragó saliva, intentando mantener la coraza, pero sus ojos me lo gritaban todo: miedo, dolor, y esa atracción maldita que nos une. —Ummm, claro, ¿y es por eso que embarazaste a Celina?— suelta empujandome, pero apenas si pudo moverme. Suspiré tensando la mandíbula, Celina habia sembrado una semilla de duda en ella que
—¿Jareth? — preguntó como si no hubiera visto la posición tan incómoda en la que nos encontró—¿Qué le estás haciendo? ¡ya suéltala tonto!Jareth me suelta escapándosele una risita leve. Al muy maldito le divertía la situación. Mientras que yo aun no había podido hablar.—Isabel iba a tropezar— mintió descaradamente, me miró de reojo y no pude evitar bajar la mirada. — Solo evité que se rompiera…los huesos. Samantha y yo sabíamos que esa no era la palabra pero yo quise dejarlo así. ¿De verdad ella no se la llevó? O si la sabe pero … ¿está probandonos?—Isabel, ¿Qué te sucede? Estás pálida.— dice preocupada acercándose a mí. Muy interesante, cosas como estas las ve pero lo demás no.—Isabel recibió una amenaza y esto— le informa Jareth tendiendole el sobre y los dijes.Sam con precaución lo toma y lee, pero su rostro se torna sombrío al ver las fotos.—No es …posible— susurró con los ojos desorbitados— esto debe ser un montaje. — continuó diciendo. Sus manos empezaron a temblar, su re
POV ISABEL. Jareth estaba tenso, yo apenas podía encontrar el aire para aspirarlo, ¿quién demoni0s era este fulano? Estuve a punto de caer pero Jareth me sostuvo en brazos y me llevó al mueble que había en mi oficina. —Isabel, necesito que respires— me dijo al verme aterrada. Me tomó las manos y la acarició con una ternura que me mataba. -— te juro que voy a protegerte, así me cueste la vida.—¡basta!, ¿acaso crees que tu vida no vale nada o qué?— lo regañé, si supiera cuanto me duele oírlo hablar así. Si le pasara algo por mi culpa, yo jamás me lo perdonaré. —Es mi culpa, no debí traer el sobre sin verificar si era seguro— dice Olivia claramente preocupada. —¿Pero cómo ibas a saberlo?— dije normalizando de a poco mi respiración. Tengo que ser fuerte, voy a investigar al maldito que me quiere muerta y que además se hace pasar por un supuesto hermano. — Ese loco anda tras de mí por algo, ¿pero por qué? Mi fortuna no es la gran cosa y si con eso me lo quito de encima se la cedo, sol
POV ISABELMis malestares seguían siendo un problema fuerte. No retenía nada y lo peor es que tendre que pincharme... ¡Cómo lo odio!Ahora mismo estamos en la sala de espera, esperando mi turno para eso. Según la doctora mi estómago se ve normal, así que harán más pruebas para llegar a un diagnóstico acertado.—Isabel, tienes un poco de anemia y tus niveles de glucosa en sangre están muy bajos, al igual que tu presión arterial y ni se diga de los demás estudios. — me dice la doctora García preocupada.—¿Por qué cree que estoy así, doctora?— pregunto. La verdad no entiendo nada. Llevo mi dieta de vez en cuando y voy una vez a la semana al gimnasio, ¿qué podría ser entonces?— mi prima Teresa y Sam están muy preocupadas, yo la verdad, no mucho. Pero no quiero que estén como sanguijuelas pegadas a mi. Necesito mi espacio.—Deberías preocuparte Isabel. Esto no es normal. Debes pensar más en ti.— me reprocha con seriedad y se que tiene razón a veces si me descuido.—¿Qué debo hacer?— ella s
Último capítulo