🖋 NARRADOR OMNISCIENTE
Khalid Nizar esperaba junto a sus cómplices, convencido de que ese día por fin tomarían el poder para ellos. Solo quedaba mandar a quitar de en medio a Ethan y, entonces, Isabel podría asumir el mando.
Pero estaba seguro de que el consejo la obligaría a casarse para así nombrar a un nuevo sultán, ya que estaban en contra de que las mujeres gobernaran solas.
—Manda al mejor de ellos, que se ocupen de Ethan… y de Jareth Lombardi —ordenó a uno de sus subordinados.
Cuando Khalid mencionaba a unos de “ellos”, se refería a Los hijos del silencio, los asesinos que antaño debían proteger la sangre real y que ahora servían solo y únicamente a Khalid—. No quiero verlos aquí y, en cuanto sepan de su secuestro, querrán venir. Apúrate.
El hombre asintió y salió.
Pero Khalid no sabía que todo aquello sería en vano. Porque Jareth y Ethan ya lo habían previsto todo, solo que creían que no sería tan pronto.
Jareth e Isabel habían pasado una noche sumamente intensa; aún el aroma