🖋 NARRADOR OMNISCIENTE
Habían pasado seis meses desde el nacimiento de los trillizos. Sí, eran gemelos en realidad, pero Isabel y Jareth habían decidido hacerle creer al mundo que los tres nacieron el mismo día. Así Mael no se sentiría excluido. Era un secreto que le revelarían cuando tuviera la edad suficiente para entenderlo.
—Son hermosos los tres… —susurró Jareth mientras ayudaba a alimentarlos. En sus brazos sostenía a su princesita, la pequeña que le derretía el corazón con tanta facilidad—. Isabella… el nombre te queda perfecto, mi pequeña Bella.
Isabel sonrió, negando con la cabeza.
—Pero si hiciste un berrinche conmigo y con Sam —lo acusó ella divertida.
—Por supuesto que lo hice, soy su padre —replicó él sin despegar la mirada de su hija.
Samantha le lanzó una mirada asesina; ella quería ponerle Helen. Al final, nadie pudo contra Jareth, y terminó saliéndose con la suya como siempre.
—Les dejé que nombraran a Zarek, ¿de qué se quejan? —respondió sin darle importancia, compl