🖋NARRADOR OMNISCIENTE
Tras la boda, permanecieron unos días más, lo suficiente para despedirse como correspondía y dejar cada asunto en manos de quien debía asumirlo. Ethan se quedó. Por responsabilidad. El reino lo necesitaba, y él lo sabía mejor que nadie.
Isabel lo abrazó antes de partir.
—Iré a verte —le prometió Ethan con una sonrisa suave—. Muy seguido. No pienso perderme la vida de mis sobrinos.
—Yo se que no. Se que serás el tío mas tierno de la bolita del mundo— le respondió ella con ternura. Sus ojos aguados no contuvieron el llanto y él, tan destrozado como ella la consoló, y le prometió ir a Nueva York en el primer año de los niños.
Al regresar a Nueva York, ambos retomaron sus vidas. Isabel volvió a ser la diseñadora famosa y exitosa de siempre, Jareth el jefe de su agencia de guardaespaldas.
No tenían amenazas externas y eso era mejor, que vivían en una total y completa paz.
En cuanto a la relación entre Olivia y Daniel, pues simplemente, no resultó. Daniel era un Do