¡Una celebración en las Vegas que termina en boda y embarazo! *** Osíris junto a su mejor amiga deciden ir a las Vegas para celebrar que se han graduado de la universidad. Aiden junto a su mejor amigo también tienen la misma idea, pues ellos también son graduados. Tras muchas copas, locuras y diversión, ¡Osíris y Aiden amanecen casados! Cómo ambos tienen a padres poderosos, el divorcio no es un problema, pero en ellos no aplica eso de: lo que pasa en las Vegas se queda en las Vegas. Osíris, como consecuencia de esa noche loca que casi no recuerda, queda embarazada y decide tener a su hijo, aunque eso le cueste la relación con sus padres y la renuncia de sus sueños. Cinco años después, Aiden, quien es un príncipe, asiste a una fiesta de caridad y la ve tan hermosa como la recordaba.
Leer másEstaba siendo una tarde cálida de primavera, el sol brilla intensamente sobre el campus universitario, iluminando las sonrisas de todos aquellos que sabían lo habían logrado. La emoción y la expectativa llenaba cada uno de los corazones, pero tres chicas en específico estaban eufóricas. Osiris, Laura y Ana, mejores amigas desde siempre no cabían de la emoción. Finalmente, se sentían libres y realizadas.
Vestidas con sus togas y birretes, las tres intercambiaron una mirada antes de decir su discurso, la complicidad en ellas era única y a pesar del nerviosismo las tres sabían exactamente lo que decir y hacer frente a todos sus compañeros y profesores. Las tres eran conocidas por el temperamento imposible y el desastre que siempre son. Los familiares de las tres jóvenes lucen emocionados, orgullosos y sumamente felices por sus chicas, pero conforme iban hablando cualquier sonrisa se eliminó de sus rostros. ―Y ya lo saben amigos, ¡Hay que comernos el mundo y no eructarlo! ―Río Ana quien es la más ligera de lengua. ―Y no hablo precisamente de la boca. ―Las risas se hicieron generales. ―Ya en serio. ―Dio un profundo suspiro. ―Sobrevivimos al yugo de quienes nos felicitan hoy, si pudimos con eso, ¡Podemos con todo! ―Los gritos se hicieron una locura. ―No sé ustedes. ―Laura negó sin poder borrar la sonrisa de sus labios. ―La verdad no sé ni como llegué aquí. ―Todos volvieron a reír. ―Se los juro, ahora no sé qué carajøs haré a partir de aquí, pero sin duda será épico. ―Los profesores iniciaron a regañarla, pero ella no hizo más que reír. ―No se preocupen, ya van a descansar de nosotras. ―Finalmente, fue el turno de Osiris. ―Mis amigas tienen razón, somos jóvenes, así que se nos vale fallar, equivocarnos y seguir adelante. Hay que comernos el mundo y aprender de todo lo vivido, hay que intentarlo una y otra vez hasta que finalmente tengamos claro lo que queremos. ―Dio un largo suspiro. ―Profesores, lamentamos mucho haberles dado dolores de cabeza y gracias por todo. ―Todos aplaudieron animados. ―¡Nos espera las Vegas! ―Chillaron bajando de la tarima y formando ese follón que ellas acostumbran a hacer por todo. ―¿Un último recorrido, chicas? ―Preguntó Osiris con deseos de recorrer el campus una última vez. ―Un último recorrido. ―La apoyaron sus amigas. Mientras otras universidades estaban teniendo una ceremonia divertida, Aiden y su mejor amigo Kalen permanecen rectos en sus asientos con gestos serios y prestando toda la tención del mundo a lo que estaba pasando frente a ellos. Siempre debían ser correctos, hablar con cuidado y comportarse a la altura del apellido de sus padres y posiciones sociales. Todo fue correcto, los aplausos parecían robotizados y el discurso de agradecimiento que dieron frente a sus compañeros, familiares y profesores fue de respeto. ―Lo lograste. ―Adryan, el padre de Aiden lo miró a los ojos. ―Te permitiré viajar a América, pero siempre prudente, ¿Lo entiendes? ―Aiden asintió. Su familia es importante y, por lo tanto, él debe cuidar cada paso que da, pero no todo es color de rosa. Quizás sus padres estén pagando algo y por eso es tan rebelde como lo es, todos pensaron que no se graduaría, pero ahí está recién graduado. ―Seré un angelito de Dios, padre. ―Adryan endureció el gesto. ―Cielo, no molestes a tu padre. ―Suspiró Amalia, la madre de Aiden. ―Por favor, cuídate mucho, ¿Sí? No se te olvide llamarme. ―Le acarició la mejilla y lo miró con amor. ―Mamá, serán vacaciones, ni siquiera recordaré que tengo un móvil. ―Aiden, es hora. ―Kalen lo llamó desde la distancia. ―Nos, vemos, prometo llamar cuando aterricemos. ―Corrió para reunirse con su mejor amigo. ―Esto será emocionante. ―Ambos estuvieron de acuerdo. El vuelo fue largo desde Mónaco a los Estados Unidos, pero el cansancio no era suficiente como para hacerlos quedarse quietos. Ellos llegaron para divertirse y es lo que harán. ―¿No estás muy formal? ―Kalen lo miró con desagrado. ―No estamos en Mónaco, amigo, aquí podemos ser lo que queramos ser. ―Bromeó. ―Ponte algo más, no pienso salir con un estiradillo de mierdä. ―Ambos carcajearon. ―Bien, usaré mi estilo de chico malo. ―Le guiñó y corrió a su maleta para sacar unos pantalones azulones, una camiseta negra y su cazadora de cuero negro favorita. Tras calzarse las deportivas blancas salieron dispuestos a divertirse. El ambiente estaba como ellas lo predijeron, emocionante, candente y hecho una locura. Las amigas brindaron, bailaron y jugaron a las máquinas hasta darle a un premio bueno. La celebración no se detuvo ni un solo segundo, ellas estaban dispuestas a ser las reinas de la noche y eso no fue difícil. ―Rayos. ―Aiden gruñó al ser chocado por una castaña. ―Cuidado, guapa, este poderoso cuerpo puede hacerte daño. ―¿En serio? ―Osiris ladeó la sonrisa. ―Quizás me encanta ese tipo de daño. ―Ella ya estaba bastante ebria al igual que él. ―No pidas algo de lo que te puedes arrepentir después. ―La miró con burla. ―Muchas dicen aguantar y después de tres rondas se echan. ―Osiris echó mano de una botella y tirando de él lo acercó a la mesa. ―Veamos aquí quien aguanta. ―Miró a Kalen que ya estaba besándose con Ana. ―Tu amigo quedará besando el piso. ―Aseguró ella riendo. ―Lo único que besaré son esos labios rosas que tienes. ―Osiris carcajeó. ―Ni en tus sueños, guapo. ―Aiden agrandó la sonrisa. ―Bien, si yo me mantengo en pie hasta el final, me deberás un beso. ―Osiris frunció el ceño, pero ella estaba lo suficientemente ebria como para no pensar. ―¡Hecho! ―Aceptó. ―Si soy yo quien queda de pie, tú nos pagarás todo el consumo de los siguientes tres días. ―Aiden rio demasiado divertido. ―No creí que fueras tan directa, osita. ―Susurró. ―Quererme a tu lado durante toda tus vacaciones es algo que no me negaré a hacer. ―Oh, cállate. ―Lo señaló. ―Hablé de pagar no de pasar el tiempo juntos. ―¡Cásate con ella, amigo! ―Gritó Kalen. ―Es la tuya. ―Hora de empezar. ―Osiris se bebió el primer trago y Aiden la siguió. Ambos estaban siendo demasiado orgullosos para detenerse, ellos sabían que ya habían pasado sus límites, pero aun así siguieron hasta no ser conscientes de más nada. La luz del día incomodó a Osiris quien se removió un poco y se quejó otro poco más. La arenilla en sus ojos la obligó a frotárselos y al lastimarse con algo se detuvo, ella abrió los ojos poco a poco y al ver el anillo en su dedo quedó confundida. ―Dios. ―La voz gruesa a sus espaldas quejando la alarmó. Osiris brincó de la cama dejando la resaca de lado, ella al verse desnuda al igual que el chico empezó a chillar como loca y correr como una desquiciada hasta que cayó al resbalar con una hoja de papel la cual voló y le cayó justo frente a su cara. ―¡Casada! ―Chilló sin leer nada más. ―¡¿Nos casamos?! ―Aiden quien se estaba reponiendo se sentó en la cama, esa loca mujer lo ha despertado con su escándalo. ―Jamás me casaría, eso no es para mí. ―Osiris le estampó el papel en la cara. ―¡Qué rayos! ―Aiden quedó de pie. ―No, no, no… mis padres me van a matar. ―Se llevó la mano a la cabeza. ―No puede ser. ―Osiris sintió ganas de llorar, ella se había acostado con él y se estaba guardando para el matrimonio, sus padres se van a decepcionar de ella. —Tenemos que solucionar esto. —Por supuesto que tenemos. —Ambos corrieron a ponerse algo de ropa. Después de mucho discutir y buscarle soluciones a las cosas, intentaron hacerlo por sus propios medios tal cual los aconsejaron sus respectivos amigos, pero nada parecía funcionar, estaban casados y no podían anularlo hasta que pasara un mes, así que ambos se vieron obligados a recurrir a sus padres. ―Espero que esto quede olvidado. ―Alejandro, el padre de Osiris miró a Adryan. ―Lo mismo pido. ―Dijo el hombre apretándole la mano. ―Hora de irnos. ―Se adelantó sin esperar a su hijo. ―Esto es tuyo. ―Osiris intentó regresarle el anillo, pero Aiden se negó. Mes y medio más tarde. New York El nudo en su estómago la estaba matando, los nervios la hacía sudar y la incertidumbre estaba acabando con ella. Laura la mantiene cuerda mientras Ana hace el trabajo sucio. ―Carajøs. ―Susurró Ana mirándola. ―Es positivo, Osi. ―¡No puede ser! ―Se llevó las manos a la cabeza y empezó a llorar. ―Esto no me puede estar pasando. ¡Se supone que lo que pasa en las Vegas se queda en las Vegas! ―Hey, cálmate. ―Laura la miró a los ojos. ―No estás sola, estamos aquí para apoyarte. ―Ni siquiera sé su nombre, Laura. ―Se derrumbó. ―Bueno, podemos ir a una clínica, solo a pasado mes y medio. ―Propuso Ana. ―No podría hacer eso. ―La miró negando. ―Saben lo que pienso al respecto. ―Entonces estaremos ahí para ti en cada paso. ―Le aseguró Laura. ―Pero debes hablar con tus padres. ―Osiris se sentía morir. Alejandro y Sofía, los padres de Osiris se sentaron en el sofá tal y como su hija se los ordenó, ellos la miraron con una sonrisa en los labios, emocionados por lo que ella diría. Ambos estaban creyendo que ella había logrado ingresar al trabajo que deseaba, ya que no quería trabajar en la empresa familiar. ―Mamá, papá. ―Osiris sintió ganas de vomitar, pero se contuvo. ―Y-yo lo siento mucho, estaba muy ebria y no me cuidé. ―Empezó a llorar descolocando a sus padres. —Cielo, ¿Qué te pasa? —Sofía se preocupó al verla tan alterada. ―Estoy embarazada… ―¡¿Qué?! ―Alejandro quedó en pie al instante. ―¿Qué acabas de decir? ―Gritó furioso. ―Lo siento. ―Susurró ella mirando la decepción en los ojos de su padre. ―¡Ya mismo te irás con tu madre y cortarás ese problema de raíz! ―Osiris lo miró horrorizada. ―No quiero hacer eso, papá. ―Alejandro se enfureció más. ―¡Abørtas o te olvidas de que tienes una familia! ―Amenazó. ―Vas con tu madre a la clínica o te largas de mi casa y no vuelves nunca más. ―Osiris buscó apoyo en su madre, pero esta solo bajó la cabeza incapaz de llevarle la contraria a su marido. ―No eres más que una decepción para los Bradford, ¡Se supone que somos una familia importante! ―Papá… ―¡Lárgate! ―Ya no le dio opción. ―Y solo llévate lo que llevas puesto. ―Señaló la puerta. ―No pienso dejarte nada de lo que yo te compré. ¡Resultaste ser una zørra! ¡Se supone que te ibas a casar con el hijo de mi amigo! ―Osiris sintió el mundo caerse sobre su cabeza, pero ella no pensó ni un segundo en abortar a su hijo, así que dándose media vuelta caminó a la puerta y se marchó. Laura y Ana no tardaron en llegar a su rescate, ellas no tenían tanto dinero como su amiga, tampoco tenían ambos padres. Laura vivía solo con su madre que es camarera y Ana vivía con su abuela quien vive de una pequeña pensión, pero ninguna dudó en tenderle la mano a su mejor amiga. Mónaco ―Si me entero de que vuelves a buscarla. ―Adryan miró a su hijo con severidad. ―Prometo que te voy a mandar a servir al ejército otra vez. ―Aiden apretó los dientes. ―Esa chica no es buena para ti, cualquier mujer que se acueste con un hombre sin conocerlo no es más que una perdida de tiempo. ―Ni siquiera sabes nada de ella. ―¿No? ―Adryan alzó las cejas. ―Solo hay que ver cómo se actúa para deducirlo. ―Le quitó el expediente. ―Si me entero de que estás usando a los investigadores para esto, lo vas a lamentar. Tú tampoco sabes nada de ella.Ana suspiró profundamente y sonrió, ella miró a su alrededor y como siempre se sentó en la misma mesa, ella guardó silencio por unos segundos y después miró a esas personas que habían sido su compañía en momentos oscuros como los que había tenido. ―Lo he logrado. ―Dijo sin perder la sonrisa. ―Y ustedes están en camino a la sanación, eso me hace muy feliz. ―Asintió un par de veces, ella no puede creer lo que es ahora. ―Aunque debo decir que el camino es largo, pues debo seguir trabajando en esto, ahora sé que no es imposible y necesito que al irme ustedes lo recuerden siempre. ―Por supuesto que lo haremos. ―Una de las chicas la abrazó. ―Gracias por levantarnos el ánimo aun cuando tú estabas pasando por tu proceso. ―La miró a los ojos con sinceridad. ―Cuídate mucho, Ana, sé feliz y no te dejes vencer jamás, ¿De acuerdo? ―En cuanto salgamos de este lugar esperamos verte. ―Bromeó la otra. ―Por favor, debes presentarnos a toda tu familia, muero por ver de cerca a gente de la realeza.
Ana cayó a la silla y miró al piso, ¿Es su pasado el que la lleva a caer tan profundo en la depresión? ¿Cómo el doctor supo que ella siente que no es merecedora de nada bueno o digno? ¿Podrá ella hablar eso que ha llevado desde siempre dentro de su corazón?―Quiero que mi pareja salga. ―Kalen la miró impresionado, el pobre parecía un inocente civil de tanto asombrarse.―No. ―El doctor se negó y ella cerró los ojos. ―Él merece saber la verdad de por qué lo abandonó la primera vez. ―Kalen pasó saliva, ¿No le había dicho ella que fue por la depresión? Incluso Aiden se lo confirmó, ¿De qué verdad habla el hombre? ―Él es parte de su apoyo y es necesario que esté presente. ―Kalen se sentó al lado de su mujer e intentó tomarle la mano, pero ella no se dejó.―Usted será el culpable de que quien amo me deje de amar. ―Miró al hombre a los ojos, ella sabe que una vez Kalen escuche la verdad completa la dejará, eso que una vez su ex le dijo se hará realidad, nadie la amará por el pasado vergonzos
Ana permaneció acostada con sus chicas, ellas se quedaron en silencio por largas horas mirando el techo, solo acompañándose y estando ahí presentes. Las cuatro se durmieron abrazadas, incluso Laura que tenía la tablet abrazada y fueron encontradas por Kalen y Aiden.―Esto debe ser capturado. ―Kalen sacó su móvil e inició a tomarles fotos, las cuatro parecen un angelito. ―Quién diría que las cuatro dan dolores de cabeza. ―Aiden sonrió.―Es hora de levantarlas, no han comido desde ayer. ―Se acercó y acarició la mejilla de su esposa. ―Mariposita, vamos, despierta. ―Osiris se removió y se abrazó más a Ana.―Valiente, hora de comer. ―Kalen intentó tomar a su hija en brazos, pero al igual que Osi se abrazó a su madre.―Deja de molestar, hombre. ―Gruñó la niña provocando una carcajada ahogada en los dos hombres.―¿Qué sucede? ―Ana abrió los ojos un poco confundida. ―Están dormidas, déjenlas en paz. ―Pidió un poco irritada.―Ya amaneció, durmieron toda la tarde y noche de ayer. ―Ana abrió los
Sucedió lo inevitable, una horda de noticias malintencionadas inundó los medios y Ana estaba en el ojo del huracán, ella era vista como una rompe relaciones, aprovechada y astuta mujer de la calle. No podía salir de casa sin ser fotografiada, por lo que Kalen le puso a su hija guardas espaldas para protegerla a todo momento. A pesar de que un equipo de alta seguridad protegía a su hija, Ana no se sentía mejor, ¿Qué dirá su bebé si se da cuenta de lo que está pasando? ¿Cómo es que aun sin querer es un peligro para la integridad de su hija? Ana se sintió mala madre en todos los aspectos. Kalen y Christian habían hecho equipo para lograr levantarla y sacarla de esa recaída que al parecer está siendo más brutal que las demás, pero nadie podía levantarla de la cama sin que rompiera en llanto y se sintiera atacada. Ana lo intentaba, ella no se quería dejar vencer, pero cada vez que se esforzaba su mente le jugaba una mala pasada y volvía a ese lugar oscuro donde ha permanecido. Las pes
―Fue una ilusión de adolescentes. ―Le explicó. ―Cuando un hombre llega a amar a una mujer, jamás la olvida. ―Ana lo miró a los ojos sin comprender y aterrada de vivir en la sombra de un primer amor. ―Un hombre ama para toda la vida, tormenta, a la mujer que yo amo es a ti. ―Acarició su mejilla para limpiarle las lágrimas. ―Jamás pude olvidarte, yo solo aprendí a vivir sin tenerte conmigo. ―Sonrió. ―Por muy duro que suene es así, un hombre puede rehacer su vida, pero si ya amó, créeme que siempre recordará a ese amor y sí, puede ser feliz y amar tanto como respetar a la persona con la que está, pero nunca olvida a la que amó. ―¿Por qué me dices eso? ―Preguntó confundida. ―Porque justo eso le dije a Mariam. ―Suspiró. ―Es verdad, todo indicaba que ella sería mi esposa, yo estaba enojado con el mundo y mis padres me estaban presionando, así que decidí serle sincero. ―Ana cerró los ojos. ―No te metiste en nuestra relación porque nunca la hubo, era meramente compromiso por la cercanía de
―La Chef Del Lord ¡Es La Madre De Su Hija! ―Ana frunció el ceño por el escandaloso título. ―Ana Blackwell, una huérfana que tuvo la fortuna de ser amiga de una niña que hoy en día es reina, esa que se dedicaba a ser la sirvienta de la reina Osiris Marchellus y quien se convirtió en una reconocida chef, es la madre de la hija del Lord y Heredero de los Grimaldi. ―Se llevó las manos a la boca. ―Como amiga o como ella la llama: hermana consiguió a un rey, ella no fue menos y atrapó a un futuro duque, el mejor amigo del rey Aiden Marchellus, si algunos son los favoritos de Dios, la chef ha sido la primera en la lista. ―Sigue leyendo, se pone peor. ―Ana volvió la mirada al periódico. ―Hay rumores de que la mejor amiga de la reina consiguió el puesto como chef personal en el palacio de los Grimaldi para evitar que el Lord Kalen Grimaldi se casara con la lady Mariam Grecia, su novia de la infancia y de la misma que indicaba sería la futura esposa del heredero. ―Ana hizo una pausa, ella se
Último capítulo