Aiden dejó de respirar por completo, él quedó ahí tenso mirando a su amigo con la expectativa por las nubes, pero Kalen solo se limitó a mirarlo como estudiando esa reacción que ha tenido. Cualquiera que no lo conozca lo puede notar tan impasible como siempre, pero el bailoteo de esos ojos llenos de intriga y ansiedad son evidentes ante él.
―¡Habla de una puta vez! ―Gritó Aiden sin soportar más el silencio. ―¿A quién encontramos? ―No quería hacerse ilusiones, habían estado buscando a Osiris por una semana completa sin resultados y eso ya era frustrante para él, no soportaría que no se tratara de ella.
―Solo quiero que me respondas una pregunta y…
―¡Por un demonio, Kalen! ―Se puso en pie enfurecido. ―Deja tus juegos de una buena vez, ¡¿A quién encontraron?! ―Lo miró con desesperación, ya no podía disimular.
―Estás a punto de casarte. ―Kalen no cambió su gesto serio. ―Amigo, ¿Para qué exactamente buscas a esa mujer? ¿Con qué fin? ―Aiden resopló como un toro bravo.
―¿Desde cuándo haces l