Estaba siendo una tarde cálida de primavera, el sol brilla intensamente sobre el campus universitario, iluminando las sonrisas de todos aquellos que sabían lo habían logrado. La emoción y la expectativa llenaba cada uno de los corazones, pero tres chicas en específico estaban eufóricas. Osiris, Laura y Ana, mejores amigas desde siempre no cabían de la emoción. Finalmente, se sentían libres y realizadas.Vestidas con sus togas y birretes, las tres intercambiaron una mirada antes de decir su discurso, la complicidad en ellas era única y a pesar del nerviosismo las tres sabían exactamente lo que decir y hacer frente a todos sus compañeros y profesores.Las tres eran conocidas por el temperamento imposible y el desastre que siempre son. Los familiares de las tres jóvenes lucen emocionados, orgullosos y sumamente felices por sus chicas, pero conforme iban hablando cualquier sonrisa se eliminó de sus rostros.―Y ya lo saben amigos, ¡Hay que comernos el mundo y no eructarlo! ―Río Ana quien e
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