Las cosas estaban tensas entre las amigas, Ana tratando de explicar su actuar, Osiris empecinada en que nunca piensa las cosas y Laura tratando de mediar entre ambas.
―Laura tomará mi lugar. ―Osiris no estaba dispuesta a trabajar con Aiden. ―De esa manera no perderemos el importante contrato. ―Las miró. ―Yo me encargaré con el equipo del resto del trabajo.
―Fuiste tú quien se presentó, no puedes cederle el puesto a Laura. ―Insistió Ana. ―Eso nos dejaría mal.
―¡Pues que se aguanten y de no poder que contraten a otros! ―Alzó la voz. ―Laura es tan capaz como yo, puede demostrarlo. ―Laura suspiró.
―Osi, Ana tiene razón. ―La miró rogando calma. ―Que te desmarques solo nos hará ver como inseguras y poco profesionales. ―Lamió sus labios. ―Esta es una oportunidad para que nuestro negocio quede en un puesto sólido como siempre lo hemos soñado. ―Osiris cerró los ojos con fuerza.
―Veo que es cierto. ―Izan entró a la cocina con un porte imponente. Sus ojos fijos en las mujeres, su caminar seguro