Samantha Phillips conoce lo que es el sufrimiento, jamás ha sabido lo que es el amor, lo que es sonreír. Jamás ha visto lo bonito de la vida, no cree en el amor. Totalmente fría y sin sentir algo dentro de ella, conocerá a Drago, un mafioso despiadado y cruel que le enseñará que después de la tormenta sale el sol. ¿Podrán amarse a pesar de todo? Quédate para descubrirlo
Leer másDrago:
Ella estaba frente a mi, de sus ojos azules salían muchas lágrimas, estaba arrodillada ante mi mientras su cuerpo temblaba.
—Drago —sollozó— por favor, tienes que.. tienes que escucharme, las cosas no sucedieron así.
Caminé de un lado a otro conteniendo mi ira, mi arma yacía en mi mano, no sabía que hacer o pensar, la amaba y ella me traicionó con mi peor enemigo, la encontré en su cama, desnuda, joder ¿Cómo pudo?
—Entonces ¿Cómo sucedieron Samantha? —le apunté en la frente—¡Estabas en su cama! ¡Te Vi maldita sea! —cargué el arma.
Solo en la habitación estábamos nosotros dos, verla llorar me partía el alma, pero que ella me haya traicionado así, duele más, yo no soy un idiota al que quiere verle la cara, soy Drago Valkov, el maldito dragón de Bélgica y a mi nadie me traiciona y vive para contarlo.
Confié, la amé, me arrodillé cómo un idiota por amor.. Ahora me pagó con esta traición.
Solté el arma y la tomé del cabello y la tiré a la cama.
—Vas a aprender que conmigo no juegas Samantha —dije molesto— vas a cumplirme antes de que te mate.
—¡No Drago! Por favor —su voz temblaba— solo.. escúchame, lo que viste en esa habitación no es lo que parece.. El.. el me drogó e intentó abusar de mi —soltó en medio del llanto— me hizo creer que estaría a salvo, me drogó para violarme.. —soltó en medio del llanto.
Retrocedí ante sus palabras, sus ojos hinchados por el llanto me miraban con miedo y tristeza, el maldito la había drogado, era cierto, maldito sea.
—Yo...
—Dejame ir —sollozó y yo negue— ¡Dejame ir! —gritó— no puedo creer que despues de lo que hemos pasaso, lo que hemos vivido.. Hayas intentado asesinarme, lo peor es que hayas desconfiado asi de mi cuando yo he dado la vida por ti.
Su mirada hacia mi era de odio puro, estaba más que claro que ahora ella me odiaba, estaba por asesinar a la mujer que amo.. Esto es la mismísima m****a.
—Perdón Samantha —ella negó— no debí hacerlo..
—¡Ibas a matarme! —alzó la voz— yo.. yo llevo a tu hijo en mi vientre —sollozó más fuerte— te lo iba a decir anoche, pero pasó todo esto y —se empezó a quejar de dolor.
Cuando estaba por caer al suelo la sostuve en mis brazos y su rostro palideció.
—Samantha.. —la tomé de las mejillas— ¿Que pasa?
—Me duele.. —hizo una Mueca de dolor— Drago, mi bebé..
La cargué para llevarla a la cama y al acostarla de nuevo, su vestido estaba manchado de sangre.
—Mierda.. Samantha, resiste un poco, iré a buscar un médico para que te atiendan —ella sostuvo mi mano.
—Si pierdo a mi hijo.. será tu culpa. —lloraba.
Sus palabras se clavaron dentro de mi ser, no podía permitir que ella perdiera a mi hijo por nada del mundo.
—¡Ian! —corrí hacia las escaleras— ¡Llama al medico ahora!
Corrí de nuevo hacia la habitación, mis manos empezaron a temblar ¿Por qué Dios? ¿Por qué tuve que reaccionar de esta forma? Tenia que escucharla.. Si pierde a mi hijo no voy a poder cargar con esto.
El medico llegó a la habitación con Saraí, ambos me sacaron de la habitación, voltee y sentí un golpe seco en mi cara, Ian me había golpeado.
—¡Eres un idiota! —me gritó— ¡¿Como pudiste hacerle esto cuando espera a tu hijo?!
—¿Lo sabias?
—Si, me lo dijo ayer y hoy estábamos planeando la sorpresa... Ahora me dirás que pasó.
Le conté lo que Angie me dijo en el almacén luego lo que me dijo en casa de Marcus y le enseñé las fotos. Luego lo que pasó en la habitación de esa suite.
—No le creíste ¿cierto?
Samantha:Dos días después..~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~Pase dos días un poco alejada del señor Drago, estar tan cerca de el me provocaba ciertos sentimientos que no me gustaría sentir y que tampoco quiero sentir, ni yo misma me entiendo.Debo ser honesta conmigo misma porque realmente me asusté cuando lo ví herido y me preocupé un poco por el, solo un poco, es que al ver toda esa sangre saliendo de el me provocó mucha ansiedad y miedo, Saraí tuvo que sacarme de la habitación, yo me encerré en la mía tratando de calmarme por semejante susto.Luego de eso me quedé con el esa noche, me pareció un poco curioso que me pidiera leer el Principito, no sabía que le gustaba ese libro, porque a mí también me gusta, por eso no lo rechacé a leérselo, es mi favorito.Ya el señor Drago se sentía mejor y ya podía moverse por si solo, desde esa noche no he ido a verlo, solo me ocupo de otras cosas en la mansión para no verlo y Saraí se encarga de llevarle la comida.—Oye Samantha... Aún no me has dicho d
Drago:Mis nudillos dolían pero quería seguir golpeando al hijo de puta frente a mi, su rostro estaba lleno de sangre y moretones, el hijo de puta caía una y otra vez al suelo pero mis hombres se encargaban de levantarlo, el sabe cómo cobro las traiciones.Terminé de golpearlo, tomé un pañuelo para limpiar la sangre de mis nudillos y parte del rostro, me senté frente a el y tomé mi arma.—Me decepcionas querido Otto, recuerdo hace dos años cuando entraste a trabajar aquí con ganas de comerte el mundo y siendo leal a mi, pero ¿Que sucedió? Decidiste traicionarme de la peor manera, revendiendo mis armas a los Rusos sin mi consentimiento y por si fuera poco, has filtrado información para que me atrape la interpol, pero ¿Que crees? —reí— los malditos de la Interpol, me compran armamento... Eres patético.Alzó el rostro y se veía realmente asustado, para los perros que traicionan, merecen morir sin piedad alguna y yo, era un maldito sin piedad. A mi nadie me traiciona y sale vivo para cont
Samantha.Desde que llegué a esta mansión todavía no he podido acostumbrarme a estar dentro de un lugar tan enorme. La convivencia con las hijas de Saraí es muy amena aunque no participe en sus conversaciones.Siempre andan hablando de lo sexy y hermoso que es el señor Drago, aunque para ser sincera si, el hombre es bien parecido. A mi jamás me ha llamado la atención un hombre, no me he fijado en nadie, ya que siempre estuve encerrada en ese sótano por años, no sé lo que es convivir con un hombre o hablar con uno.Siempre me he mantenido al margen con el hecho de querer acercarme a uno, simplemente me dan pavor con solo verlos, pero si soporto estar en este lugar, es por la meta que tengo trazada, reunir el dinero suficiente para poder irme de este país, pero primero pagarle todo lo que ha gastado Michelle en mi, no podría irme sin hacer eso. Ya no hablamos más y tampoco se como está, porque tenemos prohibido salir de la casa al menos que sea alguna emergencia.Solo esperaba que ella
Drago:Días después..Definitivamente el trabajo que tengo es el mejor del puto mundo. Me encanta cuando hacen un trabajo excepcional en mis territorios. Las armas llegaron a tiempo junto con el dinero, más satisfecho no puedo estar. Haber hecho esta venta, me traía a mi mas dinero y mucho mas prestigio. —Drago ¿A dónde iremos? —preguntó Ian contento.—Al bar a festejar por mi logro, el maldito presidente me compró las mejores armas, el sabe que no le conviene cambiarme por otro comprador —reí—, esta noche deseo una buena chica, vamos.Cómo siempre mi arma no podía faltar, era mi bebé de la suerte, la coloque detrás de mi y me coloque el saco, hoy estaba dispuesto a divertirme y obtener una chica que me complazca como es debido.Ian se fue en su auto y yo en el mío, por lo general no me gusta andar con el en el mismo auto, por precaución es mejor así. Bajé de mi BMW del año y como siempre, me daban la mejor bienvenida a mi Bar. La música y las chicas por todos lados era una delicia p
Drago:Estaba en unos de mis tantos almacenes inspeccionando que las armas que llevarían a Venezuela llegaran en buen estado. Me gustaba mucho mi maldito trabajo, todos hacían lo que yo pidiera y así tenía que ser. Llevar el mando de la mafia Belga me hacía sentir un hombre más que poderoso, me gustaba mandar y hacer mi maldita voluntad.Estaba más que complacido con lo que hacía, desde los diecisiete años ya estaba trabajando en el tráfico de armas y algunas drogas para los americanos, desde que era niño trabajaba en las calles robando para poder darle de comer a Ian, mi mejor amigo y hermano.Ambos nos conocimos en las calles cuando éramos unos niños, recuerdo haberlo encontrado hurgando en la basura buscando que comer, recuerdo su rostro tan asustado y sucio, lo único que salió de sus labios en ese momento fue: "¿Tienes algo de comer?" Y sin pensarlo le di la única pieza de pan que había conseguido en todo el día, desde ese entonces se convirtió en mi mejor amigo y aliado, recuerdo
Samantha.Dos semanas después.Dos semanas en los que he pasado encerrada en este departamento pero sobretodo en mi habitación, hablé con June diciéndole que no trabajaría más en la biblioteca porque estaba enferma, no sé si me habrá creído pero... Me dijo que estaba bien que si quería regresar, la vacante estaba disponible, aunque a estas alturas del partido, seguramente ya tenía a alguien más trabajando con ella.Mis dos semanas han Sido un total caos, las pesadillas han vuelto, las ganas de dormir, no comer nada en uno o dos días. Cada día me miraba en el espejo y me preguntaba del porque seguía en este mundo, porque la vida se empeñaba en retenerme aquí cuando yo estaba sufriendo en vida, no sabía que día era, que hora era, solo esperaba pacientemente que llegara la noche para dormir y olvidarme de mi maldita realidad.Michelle no ha venido a verme estas dos semanas, siempre la escucho entrar y salir del departamento, las pocas veces que la veo es cuándo ya está saliendo bien arre
Último capítulo