Archie ha trabajado incansablemente en la cadena hotelera de su familia, su padre está a punto de entregar la Presidencia de la misma pero le ha puesto una condición: Archie debe casarse para así heredar todo. Con el tiempo en su contra, le propone un trato a Vivian, la astuta secretaria de su padre quien esconde un secreto que podría llevarla a la cárcel pero si accede a casarse con él, este se compromete en dejarla en libertad. Dos polos opuestos, un matrimonio por contrato y muchos millones en juego desencadenarán varios sucesos que ¿acabarán en amor?
Ler mais—Vivian, hey, ¡Vivian!
Creo escuchar mi nombre muy lejos tal vez porque he estado más tiempo del que debería viajando por el limbo, absorta en mis propios pensamientos. Vuelvo la vista al frente y me encuentro con mi colega Chloe.
—¿Qué?— Respondo tajante ante su molestosa insistencia.
—Mi jefe quiere verte— Dice alzando una ceja y moviendo su cabeza de una forma que resulta curioso puesto que sus espesos rizos azabache se tambalean sobre sus hombros.
—¿Para qué?— Pregunto extrañada.
Desde que llegué a Life and Place, el jefe de Chloe, es decir, Archie Lloyd Wilde, es decir, el Director General de la empresa, hijo de Simon Lloyd Wilde, mi jefe, no ha hecho más que verme por encima del hombro. Aunque si lo pienso bien y si soy justa, es algo que hace con todo el mundo. Sin embargo, es molesto, es un gesto odioso como lo es él también.
De hecho si fuese por él, no estaría aquí, literalmente. Cuando llegué a la entrevista de trabajo el cargo vacante era el de Secretaria Adjunta a la Dirección General, pero por algún motivo, el Señor Archie vio algo en mí que no le agradó. Por suerte (mi suerte), si padre si vio mi potencial (quiero pensar que fue mi potencial lo que me vio y no otra cosa), me contrató como su secretaria y mandó a casa a la antigua. Por ese motivo, cuando empecé en el puesto de Secretaria Adjunta a la Presidencia no solo Archie Lloyd Wilde me veía por encima del hombro, todos los demás también. No me lo dijeron directamente a la cara pero ya el chisme me había llegado "Ella es la que dejó sin trabajo a Frances" decían entre murmullos. Por suerte la misma Frances, quien ocupaba mi puesto antes que yo, antes de abandonar el grupo de W******p de los trabajadores escribió: "Por el amor al cielo, el Señor Simon no me despidió, solo me adelantó la jubilación cuatro meses. Dejen a la muchacha en paz" Eso me recuerda que nunca guardé su número para agradecerle por haber limpiado mi reputación en menos de veinticuatro horas.
A partir de allí todos empezaron a tratarme bien. Ya no era la arpía que había dejado sin trabajo a una mujer de setenta años, me había convertido en la víctima, en la persona que no tiene más remedio que lidiar con las exigencias del jefe mayor.
—No lo sé, Vivian— Escucho a Chloe decir entre dientes —Yo solo sigo órdenes. Yo no cuestiono las decisiones de mi jefe.
Pues deberías. Yo lo hago, mentalmente, claro. En momentos como este suelo perderme en mis pensamientos, empiezo a juzgar las decisiones de otros.
—¡Es para ahorita!— Me urge.
—Esta bien.
Tan pronto me levanto empiezo a pensar para qué demonios Archie, perdón, el Señor Archie quiere verme. No creo que sea para darme un ascenso, eso sería lo último. El Señor Superior no es del tipo de persona alegre que le guste ir por la vida dando buenas noticias. Tampoco creo que sea para despedirme, ese es trabajo de su padre. Quiero creer que es así, que es el trabajo de mi jefe.
Camino lentamente pero con paso firme, no por temor, sino por seguridad. Las oficinas de Life and Place son una extraña combinación de mármol pulido en su piso y paredes cubierta de lánguidas piezas metálicas que sirven de espejo gracias a su extrema pulitura. Acomodo mi castaña y larga cabellera sobre mis hombros antes de girar la manilla y abrir la puerta.
En otras circunstancias habría tocado, habría actuado como una persona normal, una persona educada que conoce y respetas las normas. Pero no con Archie. Si ya tiene una versión negativa de mi, simplemente le facilito el trabajo para que siga odiándome.
—¿Me mandó a llamar, Señor?— Hago énfasis en la última palabra.
El hombre que está en frente de mi, sentado en su enorme silla de cuero a juego con su enorme escritorio de vidrio y metal, se gira hacia mí, con la mano en el aire como señal de que me detenga, ya que él está hablando por teléfono.
—Turquía, sí— Hace una pausa y continúa: —Estoy seguro que hay mucho más allí que Estambul— Hace otra pausa y yo aprovecho el tiempo para inspeccionar la punta de mis zapatos azul marino que combinan a la perfección con mi camisa de seda del mismo color. Alzo la mirada, cuando escucho que deja su celular sobre la mesa y finalmente posa su atención en mí —Señorita Belo ¿podría tomar asiento?— Sonríe de manera irónica.
Una de las cosas más insoportables es tener que verle a la cara ¿cómo un hombre tan guapo puede ser tan amargado? Recuerdo que la primera vez que lo vi pensé que tenía el estirpe de un galan, pero no un galán cualquiera sino uno clásico, como esos caballeros de película. Es alto pero de porte recto, sus hombros siempre alineados perfectamente y el mentón elevado que hace juego con esa expresión de superioridad. Su cabello castaño es rebelde, y me hace gracia porque es probablemente lo único rebelde que hay en él y Archie trata de domarlo, llevándolo lo mejor peinado posible pero sus ondas que se marcan ligeramente sobre su frente, le hacen la trastada. Si le tuviera la confianza suficiente, le dijera que no se esfuerce tanto en controlar su cabello, que lo deje ser. Ya su alto y atlético cuerpo, sus ojos verdes y su inmaculada tes blanca, juegan a su favor.
—Por supuesto— Respondo también dibujando una calculada sonrisa.
Archie espera a que yo camine hasta la silla que está frente a él y tome asiento. No deja de sonreír un instante por lo que empieza a ser irritante. Cosa que no me extraña porque él, incluso cuando respira, ya resulta irritante.
—Señorita Belo— Se detiene y sacude la cabeza, luego corrige: —No. Prefiero llamarte Vivian ¿no hay ningún problema?— Me observa negar con un gesto para luego añadir: —Muy bien, Vivian. ¿Podrías recordarme dónde obtuviste tu título de Gerencia de Hostelería?
No me gusta esto.
—En el Instituto de Estudios Económicos de Nueva York.
—¿Hace cuánto tiempo?— Me interroga entre cerrando sus ojos de forma acusadora. O quién sabe, tal vez solo estoy siendo paranoica.
—Hace tres años.
—¿Y después de graduarte trabajaste en...?
—Le Domas Hotel, un hotel pequeñito en Vermont.
—¿Y por qué fue que cerró ese hotel?
Me encojo de hombros mientras intento recordar la respuesta que di cuándo ingresé ¡¿por qué demonios dije que habían cerrado el hotel?! Oh, no... Cierro los ojos con fuerza y mis mejillas, de pura furia al escucharlo reír, empiezan a hervir intensamente.
—Eso fue tan fácil — Se burla. Se rueda en su silla para apoyar ambos brazos sobre la mesa y continúa: —Tal vez mi padre te contrató por tu bonita foto en la síntesis curricular pero yo necesito mucho más.
—Gracias por lo de bonita— Exclamo con ironía.
—Ha sido solo un decir— Sus músculos del rostro se tensan.
—Por favor,— Digo poniendo los ojos en blanco —puede que no me soporte pero los dos sabemos muy bien que sí soy bonita. Hermosa, de hecho.
Dejo escapar una risotada cuando creo observar un leve destello de rubor en sus mejillas, aunque él abandona su postura sarcástica y se vuelve más serio.
—No trates de desviar mi atención.
—Si su atención se está desviando por mi, le aseguro que no es mi intención.
Después de mirarme por un segundo de forma retadora, haciendo que mi corazón palpite con fuerza, dice:
—No. Supongo que tu única intención fue engañar a mi padre.
Me gustaría decir que no sé de que me habla, me gustaría hacerme la desentendida pero algo me dice que él sabe muy bien de lo que habla así que no tengo más remedio que, como él, alzar mi mentón y no ceder ante su dominante mirada.
—Honestamente mi intención no era engañar a su padre, era engañarlos a todos.
La nariz de Archie se dilata cuando respira pesadamente a causa de mi respuesta. Creo que el Señor Superior está acostumbrado a que todo el mundo se le doblegue. Bueno, conmigo se ha equivocado.
—Pero yo no soy todos. Y definitivamente no soy mi padre. Eventualmente suelo investigar los antecedentes de todos los empleados de la empresa. Quienes entran por mí, son investigados antes, quienes ingresan por mi padre, eventualmente también son investigados. Y esta vez sacaste el boleto ganador, Vivian— Baja la mirada a la carpeta y empieza a revisar los papeles que hay en su interior —No estudiaste en ningún Instituto, no trabajaste en ningún hotel, es que ¡no siquiera existe el hotel! ¿Sabes que falsificar información es causa de privación de libertad?
Trago pesadamente cuando mi propia imagen tras las rejas empieza a alimentar mi imaginación. Quiero decirle no hay necesidad de ser tan drásticos, no tenemos por qué llegar tan lejos pero lo último que quiero es tener que rogarle.
—Lo sé — Consigo verbalizar.
—Tan pronto descubrí tu farsa decidí buscar algún antecedente penal pero estás limpia. Eres quien dices ser pero a la vez eres alguien más, Vivian.
Obviamente, cuando decidí falsificar, no, mejor lo llamo "modificar" cierta información a mi alrededor, pensé que ser descubierta podría ser una opción pero una muy remota porque mi plan había sido perfecto. Bueno, viendo la situación en la que me encuentro ahora debería decir "casi perfecto".
—Pues muy bien — Respondo tajante para ocultar mi nerviosismo. Regla número uno: nunca le demuestres miedo a tu enemigo —Si quieres que te felicite por haber sido tan astuto al descubrir mi plan, está bien, felicidades. Es usted muy inteligente, Señor Archie.
—¿Sabes qué, Vivian? Puedes ser insoportable, pero debo reconocer que tienes... Agallas ¿De verdad crees que te llamé para felicitarme? Te equivocas. En tal caso, descubrirte fue tan fácil que ni siquiera merezco felicitación por ello.
—¿Ah, no? Si no es para eso que me llamó, si no es para eso que me está diciendo cuan fácil fue descubrir mi mentira ¿para qué estoy aquí?— Cruzo mis brazos y pienso " ¿para qué va a llamarte? Probablemente me detendrá en su oficina hasta que llegue la policía"
Archie entre cierra sus ojos, casi por completo y después de un segundo sus labios se curvan en una sonrisa.
—Te tengo una propuesta, Vivian. Puedo muy bien llamar a la policía y hacer que te detengan por falsificación de datos y también por e****a o...— Se detiene pero no en una forma que me haga pensar que está creando suspenso, creo más bien que tiene miedo de hablar. Sin embargo, se las arregla y dice: —I me olvido de este inconveniente si te casas conmigo.
Suelto una carcajada divertida mientras intento que el trípode de la cámara se mantenga firme sobre la arena. Me detengo frente a la cámara unos segundos, atenta a que no se caiga. —Lo siento, tengo que hacer esto— Digo divertida a los hombres que están impacientes detrás de mí. —Pensé que querías que este momento fuese solo para nosotros— Me recuerda Archie. —Quiero que sea solo para nosotros, por supuesto, pero también quiero que sea para siempre. Por eso quiero que la cámara capture cada segundo de lo que está a punto de suceder. Tomo la falda de mi vestido para caminar más rápido hasta Archie y me detengo justo en frente de él. Cuando empezamos a planificar nuestra primera boda, los dos dijimos que una ceremonia en privado sería mejor que armar todo el teatro con una gran fiesta y una ceremonia de más de cien invitados. Sin embargo, eso era parte del plan. Pero ahora no hay planes, no hay contratos, sólo hay amor. Así que para complacer el deseo de ambos, nos trasladamos hasta
Han transcurrido exactamente seis meses desde la última vez que vi a Archie. Aquella noche, después de la cena en el White Palace, volvimos a casa y tomé mis maletas con lo esencial. Quise darle un último beso antes de partir pero reservé ese deseo para mí y simplemente lo abracé. Archie me rodeó con sus brazos de una forma que no lo había hecho nunca; se mantuvo de pie, estoico, aferrado a mí como si tuviese miedo de soltarme, sabiendo que al hacerlo, no había vuelta atrás.Esa noche me quedé en casa de Lydia. Mi mejor amiga me dijo que estaba loca después de haberle dicho lo que hice, pero cuando me vio llorar, me ofreció su hombro -literalmente- como apoyo. Abrió una botella de vino barata que había comprado en el súper hace unos días, preparó unas palomitas de maíz y pasamos el resto de la noche viendo películas de terro
Archie me responde sin tener una pista de todo por lo que estoy pasando por mi cabeza, por mi corazón.—Jeremiah dice que está mejor, las contracciones han disminuido y todo salió bien en el eco— Se voltea para verme y me sonríe.—¿Por qué crees que Jeremiah esté llamándote todo el tiempo?— Suelto unos minutos después de pensar en la actitud que este ha tomado.Desde que conocí a los hermanos Lloyd Wilde, siempre tuve la impresión de que Jeremiah era el de espíritu libre, el que hace lo que quiere, lo que siente y rara vez lo que debe. Siempre llegaba a la oficina con todo el desparpajo del mundo, interrumpiendo el trabajo de más de uno y todo por capricho, solo para hablar de temas insignificantes como el resultado del partido de béisbol o algún videojuego nuevo. De repente, todo lo que hace es llamar a Archie, como si n
Al momento en que Simon ingresa a la sala de conferencia, todos los reciben con el típico "cumpleaños feliz", después hay aplausos y Simon se ve genuinamente conmovido. Chloe se ofrece a servir las porciones de pastel, justo después que Simon apaga la vela y pide su respectivo deseo a petición de todos los presentes. Después de varios minutos, Simon se anima a dar unas palabras:—Gracias, de verdad gracias por este detalle— Dice alzando su plato con la porción de torta —No sé si todos estarán al tanto de esto pero hoy mismo viajo a Nueva Zelanda, no solo para celebrar mi cumpleaños, tengo intenciones de quedarme allí varios meses— Simon dirige su mirada a Archie, yo también lo hago. Desde luego, la revelación de mi jefe es sorpresiva —Pero sé que mientras esté ausente, quedarán en buenas manos.Después de la celeb
Estos han sido los mejores cuatro meses de mi vida.Hace un poco más de tres meses, Luca fue sentenciado a nada más y nada menos que ochenta y cinco años de cárcel por una larga lista de crímenes cometidos; por supuesto, fui llamada a declarar, y bajo juramento aseguré que si bien salí con él durante un par de años nunca estuve en conocimiento de su vida criminal y en parte era cierto, solo sabía que estaba vinculado a la mafia y por lo tanto era una persona peligrosa pero nunca quise indagar en sus andanzas, creo que en el fondo y en medio de toda mi inocencia no quería inmiscuirme en su mundo, no en una forma en la que yo acabase comprometida con la ley. Lo cierto es que, tal como me informó Archie, mi declaración quedó registrada como material confidencial, tampoco es que aporté mucho a la investigación pero un trato es un trato y apuesto a que el oficial que lle
Cuando la última campana suena:—Feliz año nuevo— Susurra Archie contra mis labios.—Feliz año nuevo— Respondo.Me acomodo contra su cuerpo mientras Archie me abraza. Apoyo mi cabeza sobre su hombro y en silencio admiramos los fuegos artificiales desde la terraza. Después de pasar Navidad con mi familia, nuestro plan era pasar año nuevo con los Lloyd Wilde pero a última hora hubo cambio de planes: Jeremiah y Caroline viajaron fuera de la ciudad para pasar el día con la familia de ella y Simon está ahora mismo en Ibiza. Así que pensamos que tal vez debíamos pasar la celebración a solas, después de todo, disfrutamos mucho pasar tiempo juntos, en privado.En una de mis manos sostengo una copa de champán que llevo a mis labios mientras los fuegos artificiales pintan nuestros rostros de azul y verde con brillantes destellos. Es la primera vez que
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