Valeria es una joven talentosa que alcanza el éxito en el mundo empresarial, pero su vida da un giro cuando conoce a Alexander Reyes, un CEO multimillonario, intenso y posesivo. Él exige de ella entrega total, no solo en los negocios, sino también en el corazón. En medio de esta pasión, Marcelo, un amigo cercano y emprendedor, le ofrece un amor cálido y sincero, y la posibilidad de un futuro diferente. Dividida entre dos hombres y dos mundos, Valeria debe decidir qué camino seguir. Entre alianzas estratégicas, secretos y emociones a flor de piel, descubrirá que el verdadero desafío no está solo en el poder, sino en entregarse al amor sin perderse a sí misma. Un triángulo amoroso donde pasión y poder se enfrentan para definir su destino.
Leer másEl amanecer en Nueva York trajo consigo una mezcla de nervios y expectativas para Valeria. La ciudad despertaba con su habitual ritmo frenético, pero para ella, cada instante parecía contener una tensión invisible que la mantenía alerta.Mientras se alistaba en su apartamento moderno, su mente repasaba la frase del mensaje de Alexander: “Hay algo que debes saber.” ¿Qué podría ser tan urgente, tan decisivo, que él necesitaba revelar?Con el corazón palpitante, tomó su bolso y salió hacia la oficina, donde Alexander la esperaba en la entrada del edificio, impecable y serio.—Vamos —dijo sin preámbulos, guiándola hacia su despacho.Una vez dentro, cerró la puerta con un leve clic, y su mirada se suavizó, aunque mantenía una sombra de preocupación.—Valeria, hay algo que he ocultado hasta ahora —comenzó—. Algo que podría cambiar la forma en que ves nuestra relación… y este negocio.Ella frunció el ceño, intrigada y un poco temerosa.—¿De qué se trata?Alexander respiró hondo y se acercó l
Los días en Nueva York se deslizaban con una mezcla vertiginosa de negocios y emociones para Valeria. La ciudad parecía un monstruo despiadado, y ella se encontraba atrapada en su vorágine, sin espacio para respirar. La agenda estaba cargada de reuniones, llamadas y eventos, pero en el centro de todo estaba ese triángulo imposible que no la dejaba en paz.Aquella mañana comenzó con una reunión crucial en la sala de conferencias de un rascacielos de cristal. La luz del sol entraba en haces perfectos por las ventanas, pero para Valeria la claridad era escasa; su mente navegaba en la bruma de las dudas y los deseos encontrados.Alexander ya estaba allí, esperando, con la mirada fija y una carpeta repleta de documentos en las manos. Al verla entrar, esbozó una sonrisa ligera pero llena de intensidad.—Hoy es el día, Valeria —dijo con voz firme y decidida—. Firmamos el acuerdo que sentará las bases para la expansión internacional. La empresa y tu carrera dependen de esto.Ella asintió, con
El despertar en Nueva York fue todo menos tranquilo para Valeria. La mezcla de emociones y responsabilidades la mantenía en alerta constante. Aquel triángulo entre Alexander y Marcelo ya no era solo una cuestión de sentimientos, sino una batalla abierta por su corazón… y su futuro profesional.Mientras se preparaba para una reunión crucial, su teléfono vibró con un mensaje inesperado: “Necesito verte. Es urgente.” Firmado: Alexander.Sin tiempo para pensar, respondió con un simple “Estoy en camino.”⸻En el despacho privado de Alexander, la tensión era palpable. Él la esperaba con los brazos cruzados, mirada intensa.—Valeria, hemos cerrado la alianza, pero hay algo que no puedo ignorar —dijo, sin rodeos—. Siento que me estás alejando. Que Marcelo ocupa demasiado espacio en tu vida.Ella respiró hondo, buscando las palabras adecuadas.—No quiero elegir entre ustedes dos —confesó—. Pero tampoco quiero perderme a mí misma en el proceso.Alexander dio un paso hacia ella, invadiendo su es
La mañana en Nueva York empezó con un frío cortante que parecía envolver también la atmósfera entre Valeria, Alexander y Marcelo. Después de un desayuno rápido en el hotel, los tres se dirigieron a la sala de conferencias donde se sellaría uno de los acuerdos más importantes para ambas empresas.Valeria sentía la presión en aumento. No solo debía mantener el equilibrio entre los intereses empresariales, sino también entre los sentimientos contradictorios que le generaban ambos hombres.⸻En la reunión, Marcelo tomó la palabra para presentar la propuesta de su startup, con una confianza serena.—Estamos seguros de que esta alianza estratégica abrirá nuevas oportunidades para todos —explicó.Alexander la observaba con una mirada fría, casi desafiante.—Espero que esa confianza esté bien fundada —respondió él—. Aquí no hay lugar para errores.Valeria notó la tensión entre ellos y decidió intervenir.—Ambas partes han hecho un análisis profundo. Lo que buscamos es complementar fortalezas
El lunes comenzó con un aire tenso en la oficina. Valeria sentía que todas las miradas la seguían, aunque nadie se atrevía a decir nada. La noticia de su ascenso al consejo directivo ya corría como pólvora, y con ella, las expectativas y los rumores.Alexander parecía más distante que nunca. En las reuniones, su mirada se clavaba en ella como un faro que iluminaba, pero también quemaba. Cada gesto suyo era una prueba de fuego.⸻Durante una sesión de estrategia, Alexander interrumpió la presentación de Valeria con una pregunta directa.—¿Estás segura de que esta alianza estratégica nos beneficiará? —preguntó con esa voz firme y exigente.Valeria sintió cómo su confianza temblaba, pero respondió con convicción.—Sí. Los análisis muestran un crecimiento del 25% en el mercado objetivo. Es una apuesta calculada, pero con alto potencial.Alexander la miró fijamente, luego asintió lentamente.—Muy bien. Pero recuerda, Valeria, en este juego no hay margen para errores.Después de la reunión,
El eco de las palabras de Alexander resonaba en la mente de Valeria mientras se sentaba frente a su espejo, preparándose para otro día que prometía ser intenso. “Eres diferente…” —esa frase, pronunciada con tanta intensidad, le hizo sentir como si estuviera bajo un foco invisible, expuesta pero al mismo tiempo deseada.Mientras pasaba el cepillo por su cabello, se preguntaba qué significaba realmente para él. ¿Solo un talento a pulir? ¿O algo más que aún no se atrevía a revelar?En la oficina, la tensión se palpaba en el aire. Valeria saludó a sus compañeros con una sonrisa amable, aunque su mente estaba en otro lugar. La responsabilidad de formar parte del consejo directivo la hacía sentir una mezcla de orgullo y vértigo.⸻Más tarde, en la sala de reuniones, Alexander la llamó para una conversación privada.—Valeria —comenzó él, con esa voz que parecía siempre controlarlo todo—, necesito ser claro contigo. Aquí, no solo espero resultados. Espero lealtad.Ella lo miró fijamente, busc
Último capítulo