INSTINTOS

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Romance
Última actualización: 2025-11-19
Myrella_G.  En proceso
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Resumen
Índice

Un matrimonio forzado obliga a una joven ver escapar sus sueños y anhelos al momento de que su padre la obliga a pasar el resto de su vida con el hijo de uno de sus socios para salvar a su empresa, pero para Alondra eso es una condena que no está dispuesta a aceptar. Dos semanas después de la boda toma sus maletas y desaparece de su natal Washington, se traslada al otro lado del mundo, cambia su identidad y empieza de cero. Cuatro años más tarde consigue trabajar para la constructora más grande de Palermo, CONSTRUCTORA GRECO S.A. en su primer día como la nueva arquitecta a cargo del proyecto más grande hasta el momento, conoce al jefe de su jefe, ya que el CEO y accionista mayoritario de la empresa estará de lleno en el proyecto... La atracción es inmediata, un simple cruce de miradas desencadenará un profundo deseo entre ambos, él que no buscaba pareja o estabilidad, nada que pudiera convertirse en su talón de Aquiles, ya que, en el bajo mundo, muchos querían su puesto y si le descubrían un punto débil… podría costarle la vida. Ella no buscaba enamorarse, no de nuevo, además su matrimonio no había sido anulado, era una mujer casada y no podía hacer algo al respecto sin volver a enfrentar a su pasado, algo a lo que no estaba dispuesta después de todo lo que hizo para alcanzar sus objetivos. Pero, como nada en la vida sale como se lo planea, ambos terminan cediendo ante sus instintos y caen en las llamas de la pasión.

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Capítulo 1

!No lo hagas papá!

4 años atrás.

Alondra Wilson (Camila Stuart)

—No lo acepto, me niego, no puedes obligarme — protesto por enésima vez ante la decisión que ha tomado mi padre.

Es increíble que crea que su maldita empresa es más importante que mi futuro y felicidad.

— No te lo pregunté Alondra, te di una orden y no me pienso retractar porque la ceremonia ya tiene fecha.

— ¡No puedes hacerme esto padre! — grito desesperada, no me quiero casar con ese imbécil, es un idiota de primera.

— ¡No me levantes la voz! — grita más alto — soy tu padre y si te ordeno que hagas algo, lo haces, sin quejas ni rabietas, eres una Wilson, tu apellido y posición no pueden caer, ¿O es que quieres que todas tus amistades te miren como a una cucaracha? — Pregunta rojo de la furia.

— Porque eso es lo que va a pasar si no aceptas ese matrimonio, estamos al borde de la ruina y solo casándote con Liam Jones lo podrás evitar.

— Me exiges rescatar el patrimonio familiar cuando tu debiste cuidarlo en primer lugar — me pongo de pie.

No puedo creer que me esté haciendo esto, es increíble, si tan solo no hubiese despilfarrado con sus amantes, nada de esto estaría sucediendo.

— Es tu deber como la futura heredera de esto, si te casas tu fortuna se duplicará.

— No me interesa, voy a la mitad de mi carrera universitaria, pronto seré una profesional, padre, puedo valerme por mí misma, no me voy a casar con ese cerdo solo porque tú lo quieres.

— Liam es de buena familia, estarás bien a su lado.

— No quiero…

— Alondra, si no haces esto… no eres solo tú, están tus hermanas, ¿las obligaras a vivir en la miseria?

M****a, como odio que meta a mis hermanas en esto, son mi punto débil, y lo malo es que tiene razón, si no lo hago y nos vamos a la ruina, las que más sufrirán serán ellas, no puedo hacerles eso, solo son unas niñas.

— Piensa en ellas hija, no lo hagas por mi o por ti, hazlo por ellas, no podrían sobrevivir solas.

— No tienes idea de lo mucho que te odio — susurro con rabia, me planto frente a él y le hago una promesa que espero jamás olvide — lo haré por ellas, pero a partir de hoy, tú estás muerto para mí y de ahora en adelante, yo manejaré las finanzas de esta familia, en tu vida volverás a recibir nada de mi parte y cuando pueda, me las llevo lejos de ti.

Salgo del despacho echando humo por las orejas, subo a mi habitación a la velocidad de la luz y tomo mis cosas, necesito hablar con Melody, mi mejor amiga.

Subo a mi auto y le envío un mensaje a Mel para vernos en el café de siempre, me toma menos de diez minutos llegar y me pido un té helado en lo que ella llega.

Al cabo de unos pocos minutos, la veo aproximarse y reorganizo mis ideas, necesito que entienda todos y cada uno de los puntos de mi nuevo plan de vida.

— Más vale que sea importante Alondra, cancelé mi cita con la manicurista por venir aquí — dice mientras toma asiento frente a mí.

— Yo también me alegro de verte amiga — respondo girando los ojos, mi humor es fatal ahora mismo.

— Ok, estás molesta, ¿Por qué?

— Me casaré en unas semanas — suelto la bomba mayor.

— ¿Qué? Pero… apenas cumpliste 20 años, terminaste con Aaron, ¿Cómo y con quién planeas casarte? ¿Cómo surgió la idea tan estúpida?

— Primero respira y escucha — pido dejando el vaso vacío de lado, apoyo los brazos en la mesa y suelto aire despacio antes de hablar — mi papá gasto la fortuna familiar en dios sabe qué, mi familia está condenada a la miseria y la única forma de salvarlos es que me case con Liam Jones.

— ¡¿Qué?!

— Lo que escuchaste, eres quien mejor conoce mis planes a futuro — comento mirando a la nada — no me someteré a la voluntad de mi papá, me casaré sí, pero solo para evitar la decadencia de mis hermanas, una vez que su futuro esté asegurado, me iré, no puedo quedarme y aguantar una vida infeliz a lado de ese imbécil.

>> Eres contadora y confío en ti, te firmaré un poder para que puedas manejar mis cuentas y me encargaré de que siempre haya dinero disponible para que puedas asegurar que mis hermanas lleven una buena vida, que mi padre haga lo que le plazca, pero el dinero de mis hermanas no lo toca.

Melody me mira con atención mientras le digo todo lo que debe saber.

— Me conseguiré una nueva apariencia, un nuevo nombre y una nueva vida en la ciudad natal de mi madre, me iré a Palermo, eres la única que lo sabrá y tienes completamente prohibido revelar mi ubicación, ni siquiera a mis hermanas.

— Pero…

— Sin peros Mel, nadie puede saber en sonde estaré, quiero alcanzar mis metas y solo así lo lograré, se lo debo a mamá, cuando mis hermanas lleguen a la mayoría de edad, entonces me las llevaré, para entonces espero tener todo lo que me propuse y darles todo lo que quieran y necesiten.

— ¿Cómo?

— No lo sé, pero sabes como soy, no me detengo ante nada, lo conseguiré, pero necesito que me prometas que me ayudarás.

— No tienes que pedirlo, sabes que lo haré guapa — aprieta mi mano sobre la mesa en señal de apoyo.

— Eres la mejor — sonrío triste, la voy a extrañar mucho cuando me vaya.

— Lo sé, no podrías hacer nada sin mí, soy como tu motor de vida — se hace la diva desatando la risa de ambas.

— Quiero que, aunque sea una farsa, te pares conmigo en ese altar, no me siento capaz de hacerlo sola.

— Estaré ahí, y le pondré somníferos a las copas de tu nueva familia política también, la fiesta será más divertida sin la molesta auto adoración de los Jones.

— Pero que lista me saliste, consigue muchas patillas, así no tendré que aguantar a Liam en las semanas que me obligaré a pasar con él.

— Ese pobre idiota no sabe lo que le espera — se burla Mel, nuestro desprecio hacia él viene desde que cuando estábamos en la preparatoria intentó salir con ambas al mismo tiempo, no contó con que nos contábamos todo y pues…

Es una larga historia que resumiré en que acabó humillado ante toda la escuela y se fue del país a terminar sus estudios, regreso hace unos meses y quiere hacerme pagar la ofensa convirtiéndome en su esposa a la fuerza.

Mi amiga y yo salimos juntas del lugar y nos despedimos con un beso en la mejilla antes de abordar los autos de cada una, regreso a mi casa para empezar a trabajar en mi plan desde ya, nada se me puede escapar de las manos, nada.

Los siguientes días me los paso lidiando con el papeleo que implica retirarme de la universidad, organizar mis finanzas, preparar los poderes para Mel, y organizar mi estúpida boda.

No puedo creer que la madre de Liam esté tan emocionada con algo que es a la fuerza, esa mujer está más loca que su hijo, me ha obligado a ir a miles de lugares, ya hemos hecho las invitaciones, seleccionado iglesia, recepción, vestido, zapatos, prácticamente todo está listo.

Me pongo en contacto con una vieja amiga de mamá que vive en Palermo, me quedare con ella los primeros días, mientras me instalo y eso, la dichosa bosa será en dos días y la madre de Liam quiere que tenga una despedida de soltera “decente” lo que implica pasar la noche con ella y sus detestables hijas en su casa recibiendo charlas estúpidas sobre lo que debo hacer como esposa de Liam.

****

La mañana de la boda empieza igual que mi humor, catastrófica.

El cielo está nublado, las gotas de lluvia se azotan con fuerza contra los cristales de la mansión en donde tres estilistas me arreglan para “mi gran día” entorno los ojos solo de pensarlo, esta payasada me tiene hastiada.

Para cuando llega la una de la tarde yo luzco hermosa, con el vestido blanco y largo a la medida, el maquillaje impecable, el peinado hermoso y el ramo en mis manos, no he comido nada en todo el día y mi reflejo en el espejo me molesta.

En definitiva, quería casarme un día, pero no de esta manera, yo quería casarme por amor, con el hombre que yo eligiera, pero no, estoy a punto de ir a un altar con uno de los hombres que más detesto en el mundo.

Ay… madre, si estuvieras aquí, pienso cuando “mi suegra” llega a avisarme que ya es hora.

La boda no podría ser más imperfecta, lo único bueno que veo es a mi mejor amiga luciendo hermosa y mis hermanitas pareciendo ángeles en sus vestidos, de resto, todo me asquea.

La gente altiva y chismosa, la prensa amarillista que no podía perderse el evento del año, los “familiares” que no hacen más que cuchichear y criticar la decoración, el vestido, todo. ¡Me hartan!

Papá me entrega a las manos de Liam, la ceremonia da inicio y tengo que hacer un enorme esfuerzo por no salirme del papel y huir de esta estupidez.

Llega el momento de los anillos y juro que estuve a nada de lanzar el anillo en la fea cara de Liam Jones, pero lo peor fue tener que fingir una sonrisa después de que ese imbécil me besará frente a los presentes.

Salimos de la iglesia rumbo a la recepción y no lo disfruto en absoluto, me atraganto de comida como si no hubiera un mañana, sigo a fuerzas todos los protocolos y canto victoria cuando nos dicen que ya podemos irnos.

La noche de bodas fue todo menos memorable, el idiota que tengo por esposo quiso consumar la unión, como si yo lo hubiese hecho por gusto.

Tuvimos una discusión y termine golpeándolo cuando intento tomarme por la fuerza, le dejé muy en claro que yo jamás dejaría que me tocara, su lado de macho dominante salió a flote y tuve que mantenerme alerta las siguientes dos semanas.

La luna de miel me la pase tan lejos de él como se pudiera ultimando detalles para mi huida.

Volvimos a la ciudad después de dos semanas, fui a ver a mi familia, le deje una carta a mi padre explicando el porque me iba y como iban a ser las cosas de ahora en adelante, y me despedí de mis hermanitas prometiendo que volvería por ellas en unos años.

Melody me acompaño hasta la pista privada de un amigo de su familia, volaría en avión privado hasta Palermo, esto para que no pudieran seguirme la pista.

La despedida fue dolorosa, pero necesaria.

Época actual.

Palermo.

Es mi primer día de trabajo en la constructora Greco, coincide en que es mi cumpleaños también, el verdadero. Cuando llegué a Palermo adopté una nueva identidad para que ni mi padre ni mi esposo pudieran dar conmigo, lo que implicaba cambiarme la fecha de nacimiento también.

Alondra Wilson se quedó en América, ahora soy Camila Stuart, tengo 24 años, soy arquitecta, he vivido toda mi vida en Palermo, nací aquí, mis padres están muertos, no tengo familiares cercanos ni relación amorosa alguna.

En cuanto a mi apariencia, mi cabello azabache ahora es pelirrojo, mis ojos grises ahora lucen azules por las lentillas, mis pecas naturales las cubro con maquillaje y me operé los pechos, por dos razones, cambiar mi apariencia y porque es un gustito que me quise dar.

No hay nada de mi antigua yo, y eso es bueno para mí, he estado al tanto de lo que hacen mi padre y Liam gracias a Melody, Liam no deja de buscarme, la prensa hizo todo un escándalo cuando supieron de mi desaparición.

La historia que inventaron los Jones fue muy graciosa según ellos fui secuestrada, la policía hizo lo suyo, sin embargo, no lograron dar conmigo y “perdieron las esperanzas” Liam es insistente, lo hace por capricho, porque sabe que jamás volveré a él y no quiere perder en mi contra.

Lo que no sabe es que nunca tuvo oportunidad contra mí.

Soy una mujer de armas tomar, por eso he conseguido todo en mi vida, justo como este trabajo, había como cien postulantes más, pero demostré que yo era la única indicada para el puesto.

Me contrataron por mi excelente currículo, amplia experiencia y tenacidad mostrada en mi entrevista, se me hincha el pecho con orgullo cuando atravieso las puertas del edificio donde reside la más grande e importante constructora de la ciudad y el país.

Todo es tan lujoso y brillante que deslumbra, llego al puesto de registros y la emoción me llena aún más cuando registro mi entrada, el sentido de seguridad es bastante extremo aquí, no todos pueden entrar.

Tomo el ascensor a mi piso y llego a mi nueva oficina, ser la mejor en un área te da beneficios, estaré al frente de un enorme proyecto del cual no me han hablado mucho aún, pero sé que es algo millonario.

Durante la entrevista me presentaron imágenes de las personas con las que más me iba a relacionar en el puesto, al único que no me presentaron fue al jefe de los jefes, al parecer el hombre nunca se involucra mucho.

Por lo que he oído es hijo único, frio, arrogante, grosero, déspota y patán, mentiría si dijera que no me alegra no tener que cruzármelo nunca.

Me acomodo en mi nuevo escritorio y enciendo el computador, según la agenda que me enviaron ayer, tengo una reunión sobre el nuevo proyecto en quince minutos, me acomodo el traje entallado que uso, pongo mi teléfono en silencio antes de guardarlo en el bolsillo de mi chaqueta.

Salgo de mi oficina rumbo a la sala de juntas, la secretaria me indica que puedo seguir mientras ella distribuye carpetas a lo largo de la enorme mesa, tomo asiento en una de las sillas que están en medio.

Tomo la carpeta que dejaron y empiezo a ojear el material, el nuevo proyecto se trata de un enorme completo comercial, no un centro comercial, un complejo, involucra cientos de tiendas, un resort, área acuática, acceso privado a la playa y áreas verdes.

La sala empieza a llenarse de a poco y saludo con mis nuevos compañeros cuando empiezan a ojear la información de las carpetas.

La sala queda en completo silencio con la llegada del último integrante, elevo la vista curiosa y quedo congelada en mi lugar.

¡Virgen de las maravillas humanas! Lo que tengo en frente no es un hombre, es un dios nórdico reencarnado.

Es la perfección hecha hombre, su altura es impresionante, 1,95 mínimo, cabello más negro que el ébano brillante y sedoso a la vista además de que el largo permite detallar que es enrulado por naturaleza, su cara parece tallada por dios, cejas definidas, pestañas largas y rizadas.

Sus labios… ¡dios! Son una fantasía, espalda ancha, brazos tonificados, su físico es perfecto, estoy segura, el traje que lleva está hecho a la medida y deja ver sus exquisitos músculos resultado de largas horas en el Gym supongo.

Su mirada recae en mi por dos segundos y siento que mis piernas se vuelven gelatina cuando el café claro de sus ojos me encoje, denota tanta seguridad y suficiencia que intimida, lo sigo con la mirada hasta que toma asiento a la cabeza de la mesa.

Dios, ese hombre grita << poder y peligro >> por todas partes, no puedo despegar la mirada de su hermosa presencia, es hipnótico.

— ¿Podemos empezar o debo esperar a que termine de detallarme señorita Stuart? — pregunta mirándome con frialdad y espabilo de inmediato, ¡sabe mi nombre!

Me avergüenzo por las miradas que todos los presentes me echan.

La sangre sube a mi rostro y mis mejillas arden, carraspeo antes de hablar.

— Podemos empezar, señor… — m****a, ¿Quién es el semidios este?

— Muy bien, Susan, enciende la pantalla — ordena, la secretaria lo hace de inmediato.

¿Quién es este hombre? No me lo presentaron en las fotos, no podría olvidarlo jamás, parece tener poder sobre todos los presentes, ¿y si es…? No, por favor, que no sea el jefe de mi jefe.

— En las carpetas tienen información básica sobre el complejo comercial más grande de la ciudad que será creado por nosotros, como líderes en sus áreas, espero el mejor de los desempeños, es un contrato multimillonario y no podemos perderlo ni podemos permitir que haya alguna mínima falla.

>> Por ello seré yo quien esté al frente del todo, me verán en cada reunión, estaré supervisando el trabajo de campo cada semana y por cada falla que me muestren serán multados con un sueldo entero, ¿entendido?

Todos asienten tragando grueso, aquí no es que se gane poco, una multa de un sueldo entero asusta hasta al más valiente.

— Perfecto, los trabajos inician ya mismo — indica revisando su Tablet — quiero que los líderes del área de arquitectura, diseño de interiores y estudio de suelo se queden, el resto pueden volver a sus labores.

Todos con excepción de dos hombres y yo, abandonan la sala, el semidios levanta la mirada de la Tablet reparando en nosotros.

Siento el aire pesado, mis músculos están tensos y un calor extraño se instala en mi vientre cuando detallo lo bien que le queda ese traje por enésima vez.

— Sé que no están acostumbrados a tenerme cerca todo el tiempo, haremos esto llevadero, quiero informes sobre cada paso a seguir antes de que lo ejecuten, nada puede hacerse sin mi aprobación, ¿entendido?

— Sí, señor Greco — dice uno de los hombres junto a mí, maldición, si es el jefe de mi jefe.

— Perfecto, les envié información extra a sus correos, a las tres de la tarde nos reuniremos en el lugar de la construcción para empezar con los cimientos de este proyecto.

Todos asentimos de nuevo.

— Muy bien, pueden retirarse — canto victoria, necesito alejarme de ese hombre para volver a respirar con normalidad — usted no, señorita Stuart — maldigo diez mil veces en mi cabeza cuando mi escape queda a medias.

Me dejo caer de nuevo en la silla y miro fijamente a la carpeta que yace en la mesa.

— Quiero que revises los planos que te enviare a la oficina en un rato, quiero un análisis perfecto determinando los pros y los contras de la idea que presentó tu equipo, haz las modificaciones que te apetezcan, pero quiero planos perfectos para las dos de la tarde, partirás conmigo.

>> Entiendo que eres nueva en la empresa, pero debes tomar el ritmo pronto — indica poniéndose de pie, se acerca a mí y dejo de respirar cuando posa su sensacional trasero en la mesa y toma mi barbilla con sus manos — y, sobre todo, necesito que dejes de verme como si no fuera de este planeta y te concentres en tu trabajo — espeta recorriéndome con la mirada.

Me maldigo por ser tan expresiva y poco disimulada, bajo la mirada a mis manos unidas sobre mi regazo, su cercanía, su fragancia, él, toda su presencia es demasiado para mi pobre ser que había perdido el interés en los hombres en estos cuatro años.

— ¿Se quedo sin lengua señorita Stuart? — << dios >> mi nombre en sus labios suena tan bien — míreme a la cara cuando le hablo — ordena presionando mi mandíbula para elevarme el rostro, ¡está demasiado cerca!

Carraspeo intentando recuperar mi cordura y estabilidad.

— Lo siento señor — mi voz sale demasiado débil — me pondré a trabajar en lo que me solicito — indico con más claridad, su mano libera el agarre, pero no se aleja.

— Me parece bien, me fastidia la gente poco competente — espeta recorriéndome con la mirada de nuevo.

— Soy muy competente — alego, no conseguí este puesto por ser una idiota.

— Prefiero los hechos a las palabras.

Se aleja volviendo a su puesto y me hace una seña con la mano para que salga de la sala, no lo dudo un segundo y casi corro a la salida.

Una vez afuera suelto el aire que no sabía que estaba conteniendo, me abanico el rostro con las manos y debo pasar por el baño para refrescarme un poco.

Debo controlar mis instintos de loba en celo o terminaré haciendo alguna estupidez de tamaño colosal.

Dios, nunca había pasado por algo así, ¿Cómo voy a trabajar con ese hermoso espécimen cerca de mí?

Y encima debo impresionarlo para que no me saque a patadas de la empresa, ¡estoy jodida!

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