Mundo ficciónIniciar sesiónElara Vesta es la hija adoptiva humillada, despojada de su herencia por su hermana traidora, Serena. Desesperada por justicia, firma un matrimonio por contrato con el legendario CEO, Kael Orion. Kael, un hombre que finge estar lisiado para atraer a sus enemigos, necesita una esposa devota y un heredero para asegurar el control de su corporación. Elara ve en este trato la oportunidad perfecta para su venganza. La noche de bodas, Kael revela que su discapacidad es una farsa, pero la somete a una manipulación aún peor: controla su salud para forzar el embarazo inesperado. Ahora, embarazada y libre de la medicación, Elara se enfrenta a un Kael consumido por el arrepentimiento y los celos, quien lucha por ganar su perdón. Elara debe elegir: ¿Dejar a Kael para salvarse, o arriesgarlo todo para conseguir el amor que nunca pidió y el poder que siempre mereció?
Leer másEl olor a desinfectante y desesperación era el perfume de su nueva vida, Elara (25) se ajustó el vestido prestado, barato y demasiado ceñido, y miró a través del cristal de la sala de reuniones, al otro lado, en una silla de ruedas de titanio, estaba Kael Orion (30), el legendario CEO de Orion Corp.
No era el titán invencible que aparecía en las revistas, estaba pálido, su rostro marcado por una furia fría y sus ojos, de un azul eléctrico que ahora parecían contener tormentas, fijos en el informe que sostenía su abogado, había pasado un año desde el accidente que lo dejó paralizado de la cintura para abajo, y en ese tiempo, su prometida, Serena, y la familia de Elara lo habían despojado de una parte crucial de su fortuna y reputación.
Elara entró, sus tacones resonaron en el mármol, un sonido diminuto y desafiante.
"Señor Orion," comenzó el abogado, un hombre nervioso que sudaba a pesar del aire acondicionado "Esta es la señorita Elara Vesta, ella ha aceptado las condiciones."
Kael no levantó la mirada, su voz, cuando habló, fue un raspado helado "Dígame, Sra. Vesta ¿Por qué aceptaría casarse con un hombre lisiado y odiado por todos, a cambio de la ridícula suma que ofrecemos?"Elara no se inmutó, la humillación de los últimos meses, el robo de la herencia de su abuela, la traición de su propia hermana, Serena, y el desprecio de su familia por ser "la hija adoptada", se habían solidificado en una coraza.
"Porque usted necesita una fachada, Sr. Orion," respondió Elara, su voz baja pero firme. "Necesita a alguien que su familia y sus enemigos subestimen, un chivo expiatorio que parezca fácil de manipular y yo necesito el dinero, pero más que eso... necesito venganza."
Kael por fin levantó la vista, sus ojos se clavaron en ella, una evaluación fría y penetrante "Interesante. ¿Venganza contra quién?"
"Contra mi hermana, Serena, la mujer que lo abandonó y se llevó su 'dote' de acciones y contra mi padre, que facilitó el fraude, ambos son aliados de su principal rival en la junta directiva" Elara caminó y se inclinó sobre la mesa, poniendo un pequeño pero grueso sobre en la caoba pulida. "Pero mi venganza es mi asunto, mi parte del trato es simple: la farsa de matrimonio durará seis meses, en ese tiempo, yo seré la 'devota esposa' usted recuperará el control de Orion Corp. y yo expondré a Serena, a cambio, necesito el fondo fiduciario de mi abuela de vuelta, que usted, convenientemente, congeló durante el litigio."
Kael tomó el sobre sin prisa, dentro había fotos comprometedoras de Serena y el rival de Kael, no eran solo las fotos, había un detallado análisis de los movimientos de acciones de los últimos seis meses, información que solo un insider o un genio financiero podría haber compilado.
"¿Quién es usted realmente, Elara Vesta?" Kael no preguntó, exigió.
"Soy la mujer que lo sacará de esa silla," mintió Elara con una convicción aterradora, sabiendo que su verdadera "habilidad" era un secreto que debía guardar a toda costa "Firme el contrato y establezcamos una cuenta regresiva."
Kael se rió, un sonido ronco y carente de alegría. "Seis meses, si fallas, no solo perderás el dinero, perderás la libertad, Elara, este matrimonio, en papel, es irrevocable."
Elara asintió. "Perfecto, empecemos esta noche, la prensa necesita ver a la nueva señora Orion saliendo de esta clínica, dedicada a su 'esposo postrado'."
La noche cayó como un manto pesado, Elara estaba terminando de empacar las pocas pertenencias que le quedaban cuando la puerta de su apartamento se abrió sin previo aviso, Kael estaba allí, no en su silla de ruedas, sino apoyado en la jamba de la puerta, perfectamente vestido y con una muleta de carbono.
¡No estaba paralizado!
Elara dio un paso atrás, el aire se le atascó en los pulmones, el terror se mezcló con una oleada de... ¿admiración?
Kael cerró la puerta con llave "Tienes razón, necesito una fachada, pero no solo para mis rivales, también para la prensa, la debilidad atrae a las hienas."
Se acercó lentamente, su paso firme "Parece que no soy el único con identidad oculta, Elara, dime, ¿por qué dijiste que podías 'sacarme de la silla' si sabías la verdad?"
Elara levantó la barbilla, recuperando la compostura a pesar del latido frenético de su corazón "Nunca dije que lo sacaría de la silla, dije que 'lo sacaría de esa silla.' Usted es el CEO de Orion Corp. Yo soy la mujer que va a enseñarle a levantarse de nuevo, físicamente, lo hace, ahora, necesita hacerlo en público."
Una sonrisa diminuta, casi imperceptible, apareció en los labios de Kael. "Buena respuesta, pero la venganza no es el único motivo, ¿verdad?"
Él se detuvo a solo un metro de ella, Elara sintió la intensidad del hombre, el poder que irradiaba.
"Solo hay una cosa más," murmuró él, y el contrato sobre la mesa de café se sintió como una soga "Nuestro contrato es falso, el matrimonio de verdad será dentro de dos semanas, bajo un acuerdo de confidencialidad inquebrantable y quiero un embarazo inesperado lo antes posible, la legitimidad de un heredero es mi seguro."
Elara parpadeó. ¿Un heredero? ¿Tan pronto?
"¿Y si me niego?"
Kael se inclinó, su aliento cálido en su oído. "En ese caso, nuestra 'noche de bodas' oficial empieza ahora mismo, Elara y no te daré seis meses para escapar."
El silencio que siguió a la revelación de Kael fue más ensordecedor que cualquier grito, Elara sintió un escalofrío helado, una mezcla de terror y furia, Kael no solo la había creído capaz de traicionarlo, sino que había estado manipulando su medicación y su salud, en secreto, para asegurar su embarazo, la "protección" que había quemado no era la única dosis que existía, pero era la única que ella podía obtener sin levantar sospechas."Tú... tú sabías," murmuró Elara, retrocediendo un paso. "Sabías que Serena sabía, y aun así, me dejaste creer que me habías encarcelado por celos y por un vídeo falso ¡Me manipulaste! No para concebir, sino para depender de ti y de tu control."Kael se mantuvo impasible, su rostro un bloque de hielo, pero sus ojos azules reflejaban una tensión visible "Mi deber es con Orion Corp y ahora, con mi heredero, no podía arriesgarme a que una mujer con una condición psiquiátrica inestable, por muy brillante que fuera, controlara el destino de mi empresa, no es
La mansión Orion se había transformado de una prisión de terciopelo a una jaula de titanio, la orden de Kael era clara: Elara no saldría, los guardias de seguridad, con rostros inexpresivos, ahora patrullaban el ala oeste, su humillación era doble: su esposo, por el que había arriesgado su libertad y su cordura, la creía una traidora, y ahora estaba bajo vigilancia constante, como si fuera una criminal.La tensión se manifestó físicamente, apenas cuatro días después de desechar la medicación y de la confrontación con Kael, Elara comenzó a experimentar los primeros síntomas, no solo mareos esporádicos, sino una agudeza sensorial incontrolable, podía escuchar las conversaciones susurradas de los guardias a través de las paredes gruesas, y el brillo de la luz solar se sentía como una agresión física, el efecto secundario de su habilidad, el hipercontrol sensorial, era abrumador.Pero el síntoma más preocupante era el hormonal, una punzada de náuseas al oler el costoso perfume de la criad
La Noche Sin NombreEl reloj de pared de caoba en la suite principal de Kael Orion marcaba las once, la habitación, inmensa y minimalista, era una extensión de su dueño: fría, controlada y peligrosamente silenciosa, Elara estaba sentada en el borde de la cama king-size, mirando fijamente el pequeño frasco de pastillas que Kael había arrojado antes, ahora sobre la mesita de noche, el tiempo era un martillo golpeando su decisión."Tienes dos minutos para dejar de contemplar esa botella," la voz de Kael cortó el silencio, resonando desde el vestidor, él salió vestido solo con unos pantalones de pijama de seda oscura, revelando una musculatura tensa y cicatrices desvanecidas en su abdomen, recordatorios de su "accidente" público, no había rastro del hombre postrado que había interpretado para las cámaras, era un depredador sano, listo para el ataque."Solo estoy asimilando las reglas del juego," respondió Elara, tratando de mantener la voz firme "Un heredero antes del fin de mes, el desti
Elara se sentía como un fraude envuelto en seda, horas después de firmar un contrato que la obligaba a un matrimonio y un embarazo inmediato, estaba en el brazo de Kael, saliendo del hospital para ser recibidos por una docena de cámaras, Kael estaba de vuelta en su silla de ruedas de titanio, su rostro una máscara de estoicismo dolido."Sonríe, Elara," siseó Kael, su aliento apenas audible "Demuestra que la señora Orion es fuerte y devota, actúa como si valiera la pena."Elara apretó su brazo, el desprecio en su voz era el combustible que necesitaba.La escena se hizo más tensa cuando, abriéndose paso entre los reporteros, apareció Serena Vesta, la ex prometida de Kael y hermana de Elara, Serena, impecable en un traje de diseñador, parecía furiosa."¡Kael! ¿Qué significa esto?" gritó Serena, ignorando a la prensa y acercándose a Kael. "Te casas con esta... don nadie, la rata de la familia, después de todo lo que hicimos por ti."Elara dio un paso al frente, esta era la primera prueba
El olor a desinfectante y desesperación era el perfume de su nueva vida, Elara (25) se ajustó el vestido prestado, barato y demasiado ceñido, y miró a través del cristal de la sala de reuniones, al otro lado, en una silla de ruedas de titanio, estaba Kael Orion (30), el legendario CEO de Orion Corp.No era el titán invencible que aparecía en las revistas, estaba pálido, su rostro marcado por una furia fría y sus ojos, de un azul eléctrico que ahora parecían contener tormentas, fijos en el informe que sostenía su abogado, había pasado un año desde el accidente que lo dejó paralizado de la cintura para abajo, y en ese tiempo, su prometida, Serena, y la familia de Elara lo habían despojado de una parte crucial de su fortuna y reputación.Elara entró, sus tacones resonaron en el mármol, un sonido diminuto y desafiante."Señor Orion," comenzó el abogado, un hombre nervioso que sudaba a pesar del aire acondicionado "Esta es la señorita Elara Vesta, ella ha aceptado las condiciones."Kael no
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