Inicio / Romance / El contrato de la venganza secreta / Capítulo 4: La Habilidad Despertada y la Primera Venganza
Capítulo 4: La Habilidad Despertada y la Primera Venganza

La mansión Orion se había transformado de una prisión de terciopelo a una jaula de titanio, la orden de Kael era clara: Elara no saldría, los guardias de seguridad, con rostros inexpresivos, ahora patrullaban el ala oeste, su humillación era doble: su esposo, por el que había arriesgado su libertad y su cordura, la creía una traidora, y ahora estaba bajo vigilancia constante, como si fuera una criminal.

La tensión se manifestó físicamente, apenas cuatro días después de desechar la medicación y de la confrontación con Kael, Elara comenzó a experimentar los primeros síntomas, no solo mareos esporádicos, sino una agudeza sensorial incontrolable, podía escuchar las conversaciones susurradas de los guardias a través de las paredes gruesas, y el brillo de la luz solar se sentía como una agresión física, el efecto secundario de su habilidad, el hipercontrol sensorial, era abrumador.

Pero el síntoma más preocupante era el hormonal, una punzada de náuseas al oler el costoso perfume de la criada, un antojo repentino por frutas ácidas, y la certeza instintiva que la inundó al tocar su vientre, Elara no necesitaba una prueba de farmacia, el embarazo inesperado estaba en curso, cumpliendo la parte más peligrosa del contrato, estaba encinta del hombre que la odiaba, el hombre que creía que era una traidora.

"Perfecto," murmuró Elara a la soledad de la suite, ahora tenía una razón más para luchar.

Se acercó a la mesa de noche, donde el frasco de pastillas llenas seguía inexplicablemente, la noche de la confrontación, al sentir su hipercontrol activarse por primera vez, había revisado la habitación con la agudeza de un escáner, descubrió que la habitación estaba intervenida no con micrófonos, sino con dispositivos de rastreo de calor y movimiento de última generación, Kael la vigilaba, pero no de la forma en que ella pensaba.

"Si es un juego de espionaje, CEO Orion, yo gané el juego mucho antes de firmar," susurró ella.

La nueva agudeza sensorial de Elara le permitió localizar una antigua línea de datos en la pared detrás de la chimenea que no había sido desconectada durante las renovaciones modernas, era un punto ciego que Kael, con toda su tecnología, había pasado por alto.

Usando el pequeño portátil que había traído consigo –una reliquia que parecía inofensiva–, Elara se conectó, su verdadera identidad oculta no era solo el espionaje, sino la ciberseguridad a un nivel de élite, una habilidad desarrollada en la oscuridad para proteger a su abuela de las intrigas familiares.

En cuestión de horas, Elara logró penetrar la red de seguridad de la mansión, no para escapar, sino para obtener información.

Su primer objetivo: Serena Vesta.

Elara sabía que Serena y el rival de Kael (el Sr. Thorne, de la junta directiva) estaban planeando una adquisición hostil, pero necesitaba el golpe de gracia, la prueba irrefutable que haría que Kael se diera cuenta de su error y, al mismo tiempo, destruyera la reputación de su hermana.

Se sumergió en las comunicaciones cifradas de Serena, sintiendo cómo su mente procesaba los datos a una velocidad vertiginosa, un efecto secundario de la falta de medicación.

Encontró la prueba.

Serena no solo había robado las acciones de la abuela de Elara, ella había invertido todo en una arriesgada apuesta de mercado utilizando información privilegiada sobre una fusión de Orion Corp. con una pequeña empresa tecnológica, la apuesta estaba a punto de colapsar y lo peor, Serena le había mentido a Thorne, garantizando que el dinero estaba seguro, justo antes de incriminar a Elara con el vídeo falso.

"Tú lo querías, Serena, quería verte triunfar, pero no a costa de mi vida," murmuró Elara, sus dedos volando sobre el teclado.

El plan de Elara fue rápido y elegante: usar el mismo mecanismo de información privilegiada para hacer colapsar la inversión de Serena.

1. Activación de la Trampa: Elara inyectó un algoritmo discreto en la base de datos bursátil de Orion Corp. (a la que Kael ya le había dado acceso por su "trabajo contractual" antes del malentendido).

2. El Efecto Dominó: El algoritmo hizo que la información de la fusión se "filtrara" en un canal oscuro, llevando a una venta masiva de las acciones de la pequeña tecnológica.

3. El Colapso: La inversión de Serena y Thorne se desplomó en cuestión de minutos, dejándolos en la ruina y con una exposición legal masiva.

Elara se desconectó y cerró el portátil justo cuando escuchó los pasos de Kael acercándose a la suite, ella regresó a la cama, fingiendo leer, el corazón latiendo con el pulso de la victoria.

Kael entró, el rostro más sombrío que nunca, había pasado días ignorándola, dedicándose exclusivamente a resolver los problemas corporativos causados por los movimientos de Thorne.

"¿Día aburrido, Sra. Orion?" preguntó Kael con sarcasmo cortante.

"Extremadamente, pero el mundo exterior ha estado muy ocupado, ¿no es así?" replicó Elara con una sonrisa tranquila.

El teléfono de Kael comenzó a sonar con una urgencia histérica, era su abogado, Kael atendió la llamada, y su expresión pasó de la frialdad a la incredulidad, luego al asombro.

"¿Qué? ¿La acción se desplomó? ¿Y la cuenta de Serena está vacía? ¿Quién filtró esa información? ¿Quién diablos lo hizo?" Kael gritaba al teléfono.

Elara se sentó más derecha, la Sensación Satisfactoria la llenó, Serena no solo había perdido todo, había expuesto su alianza con Thorne a los ojos del mundo financiero, y las acciones de su abuela estaban ahora seguras en una cuenta offshore redirigida por el mismo algoritmo de Elara.

Kael colgó, todavía en estado de shock, miró a Elara, su mente buscando respuestas lógicas a este giro inesperado, este movimiento solo podía haberlo hecho alguien con acceso a la red de Orion Corp. y con un motivo personal contra Serena.

"Fuiste tú," dijo Kael, sus ojos entrecerrados.

"¿Yo, Kael?" Elara se hizo la inocente "¿Cómo podría ser yo? Soy una prisionera en tu casa, una esposa humilde y estúpida, ¿recuerdas? Fui la 'rata' que se casó con el 'lisiado' por dinero, no tengo las habilidades para un movimiento tan magistral."

"No mientas," exigió Kael, acercándose peligrosamente "Ese movimiento es idéntico a una operación que intentó una entidad de ciberseguridad anónima hace años, solo una persona en el mundo financiero tiene esa firma de código."

"Quizá, entonces," dijo Elara, levantándose para enfrentarlo, la nueva energía de su habilidad fluyendo por sus venas. "Quizá tu 'don nadie' es mucho más de lo que jamás imaginaste, no soy la traidora que ves en ese vídeo, Kael, soy la mujer que te salvó de que te despojaran por completo, una vez más, yo soy la razón por la que Serena ahora está arruinada y humillada y la próxima vez, tendrás que creerme... o perderás a tu esposa y a tu hijo."

Elara sabía que la amenaza del niño era su carta más alta.

Kael la tomó por los hombros, su furia mezclándose con una creciente confusión y, por primera vez, algo parecido a la duda.

"¿Estás embarazada?" preguntó él, la voz repentinamente baja y temblorosa.

Elara le sostuvo la mirada. "Sí, Kael, tu contrato se cumplió, nuestro heredero está aquí y te advierto: si vuelves a acusarme de traición sin pruebas y sin escucharme, usaré todas las habilidades que no crees que tengo para hacer lo que debí haber hecho la noche que me humillaste en público."

Ella le apartó las manos. "Me iré, me llevaré a tu hijo y mi venganza se dirigirá a ti, te haré suplicar mi perdón."

Kael la miró, la furia había desaparecido, reemplazada por un terror helado ante la mención de su hijo.

"No te irás a ninguna parte," dijo él, controlando su voz. "Y sobre el vídeo... yo nunca lo creí."

Elara lo miró con escepticismo. "¿Ah, no? Tu reacción fue bastante convincente."

Kael se inclinó, un susurro ronco "No creí que fueras una traidora, Elara, creí que habías actuado por desesperación, para asegurar tu salida, pero la rabia no era por la traición, era por el celos," admitió Kael, una fisura en su armadura de hielo.

"¿Celos?"

Kael no respondió, en lugar de eso, caminó hasta el cajón de la mesita de noche, sacó el frasco de pastillas lleno que Elara había encontrado... y lo arrojó al fuego de la chimenea, las píldoras se derritieron al instante.

"Lo siento, esposa, pero nunca arriesgaré mi herencia por un secreto, tu 'habilidad' te hace poderosa, sí, pero también te hace inestable, según tu expediente médico original," dijo Kael. "Las pastillas que arrojaste al inodoro eran las viejas, yo te di unas nuevas, para asegurar que la concepción fuera rápida, pero manteniendo tu control, las que encontraste en el cajón... te las dio Serena para que te sobremedicaras, quería que fracasaras o que parecieras loca."

"Serena sabía de tu secreto," concluyó Kael, su mirada fija y grave. "Y yo acabo de quemar la última dosis de tu protección, ahora estás sin control y bajo mi vigilancia. ¿Quién es el verdadero depredador en este juego, Elara?"

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP