Julieta es una humana capturada por hombres lobo y arrastrada a la temida Cacería Sagrada, una ceremonia salvaje donde los lobos persiguen a sus futuras compañeras. Ella es salvada por Damián, un alfa atractivo y poderoso. Pero resulta ser su peor enemigo. Damián y los demás lobos toman el pueblo humano y Julieta y su familia lo pierden todo. Desde ese momento, jura nunca volver a confiar en un lobo y odiarlos a muerte. Años después, Julieta llega a Ciudad Ónix para una entrevista… y descubre que su nuevo jefe es Damián, el hombre que arruinó su vida. Mientras Damián enfrenta a su propio hermano, dispuesto a arrebatarle el liderazgo, y su vínculo con Julieta lo aleja de su destino. Y aunque ha hecho todo lo posible por alejarla, ella sigue siendo la única que desea… y la única que no puede tener. Ella quiere huir. Él lucha por mantener la distancia. Y en Ciudad Ónix, donde los secretos se ocultan en cada sombra, su vínculo prohibido podría significar la perdición de ambos.
Leer másJulietaCorrí por pasillos, abrí una puerta y, salí como desesperada. La ciudad se abrió ante mí, inmensa, y avancé sin mirar a dónde. Tomé el primer autobús que pasó, me bajé en un centro comercial y caminé, esperando que se perdiera mi rastro. Finalmente llegué a mi casa, pero no podía superar el miedo. Me había encontrado cara a cara con mi peor enemigo y me había amenazado. De nuevo. Me eché a llorar en la cama. Estaba perdida, derrotada. En la entrevista no había puesto mi dirección, pero dentro de mí algo gritaba que me encontraría. Comencé a dudar, ¿Hui? ¿O me habían dejado huir?, pero ¿por qué?Esa misma noche escuché el rugido de algunos lobos afuera; dormí aterrada. Soñé otra vez con el lobo, estaba molesto, aullaba y corría por el bosque como si sufriera. También soñé con la ciudad, gigante, aterradora, y con cristales negros que explotaban; la ciudad me engullía, me absorbía, me llamaba a su manera. Me levanté sudando, con terror de acercarme a las ventanas.Estaba decid
Julieta Soñaba con un lobo de pelaje castaño; casi no podía verlo. Estaba bajo la luz de la luna y me miraba. Quería que fuera tras él. Era fuerte, hermoso. Sentía tanto miedo como asombro y, cuando caminaba para acercarme, él desaparecía.Era un sueño recurrente que había tenido durante todos estos años, cinco años después del ataque. Había estudiado, era ya una mujer joven, todo había cambiado. Pero esa herida de ser desarraigada, excluida, ese dolor de perder mi vida... la soledad; no se curaba. Ese dolor latía, agonizante dentro de mi. No habia un dia que no extrañara lo que perdí, que no llorara por mi vida que no fue. Y supe que así sería hasta el resto de mis días.Me levanté de un salto y miré la hora. ¡Pero por todos los cielos! ¡No puede ser tan tarde! ¡Justo hoy, que tenía la entrevista más importante de mi vida!Me levanté corriendo, me bañé y revolví el armario buscando algo que me quedara bien. Encontré una falda ajustada y una camisa blanca. Acomodé mi cabello rizado
Julieta Fuimos interrumpidos cuando escuchamos un ruido. Él se movió a la velocidad de un rayo y me llevó al fondo de la cueva, vi pequeños brillos negros como cristales en el fondo. Escuché una voz... otra vez ese hombre desagradable.—¿Tomaste una buena presa? —preguntó en la oscuridad, no pude ver su cara.—No te importa —espetó Damián.—¿Es alguien especial? Sabes que tenemos que demostrar qué lobo es el mejor, y yo voy a llegar hasta el final. Marca a tu presa Damián… si te atreves —dijo el intruso, olfateó la cueva y se fue riéndose.—¿Es de Sombras de la Noche? —pregunté. Damián asintió. —¿Tu eres de esa manada?—No exactamente. Debemos movernos— dijo guiándome. Me llevó a una pequeña cabaña, lejos, esquivando a lobos que corrían de un lado a otro. —Aquí no nos encontrarán. Duerme, haré guardia —me dijo, señalando una cama que cubrimos con mantas. Cuando desperté, él estaba junto a mí, como si hubiera querido darme su calor durante la noche fría. Parecía nervioso de que lo e
JulietaLa gran guerra había pasado y el Rey de Todos los Lobos había ganado.Sin embargo, no todos los cambios son buenos. Mi hogar, la manada Sombras de la Noche, había perdido a su mejor alfa: Rogelio, y habíamos caído en la oscuridad. Los humanos ya no eran bienvenidos. Mi padre y yo nos mudamos al pueblo cercano e intentamos hacer nuestras vidas.—Pero miren lo que tenemos aquí —dijo un hombre lobo, atravesándose en mi camino; di varios pasos hacia atrás.Me dirigía a reunirme con Nora, una amiga. No debía caminar por aquí, sabía que era peligroso, pero ella quería hablar de algo importante.—¿Loba o humana? —preguntó otro. Era inmenso, de cabello rubio.Excelente pregunta. Mi madre era loba, una guerrera, había muerto en un ataque. Mi padre era humano. Aún no cumplía la mayoría de edad; no sabía si tendría a mi loba. A veces sentía algo dentro de mí, pero por mi físico lo dudaba. —Es pequeña, fuera de forma ¡Tiene lentes! —se rieron.—Yo… solo pasaba por aquí. Me iré pronto a l