Libro 1. ¡Papá compró una humana! Libro 2. ¡Ámame, Alfa testarudo! Libro 3. Beta Alfa, ¡Aléjate de nuestro hijo! Libro 4. ¡No arrestes a mi hermano! Edson. Yo era un ex Beta infiltrado en una de las manadas sospechosas del Norte. Estando aquí encontré cosas que, francamente, me causaban repulsión. No hablaba de las drogas o del hecho de que los machos de esta manada pensaran que las hembras eran solo muñecas para su placer, sino que aquí los niños eran vendidos a una organización para oscuros propósitos y secuestraban humanos por "diversión". Porque, obviamente, soltarlos en el bosque bajo una falsa sensación de libertad y luego cazarlos era el mejor juego de todos los tiempos. Sobreviví en este horrible lugar y solo permanecí aquí porque mi anterior Alfa me lo había pedido y porque creí que así restauraría mi honor. Todo cambió cuando me gané la confianza de ese Alfa y me mandó en una misión para hacer cosas terribles. Él murió demasiado rápido, en mi opinión. Lizzie. No se lo dije a mi padre ni a ni hermana, pero había estado tomando algunos cursos impartidos por la policía local. Quería tener opciones para mi futuro y todo eso. Cuando mi padre desapareció durante su última investigación policiaca y mi hermana desapareció algunos meses después haciendo esa misma investigación, no me quedé de brazos cruzados a esperar que los crímenes contra mi familia fueran resueltos, simplemente me enlisté en la academia policial. Esa mierda duraba seis meses, yo lo hice en tres. No descansaría hasta encontrar a mi familia.
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-El Alfa te espera en su oficina, nuevo. - Dijo el lobo aporreando mi puerta.-Iré, no molestes. - Gruñí.-Apresúrate.En cuanto sus pasos hicieron eco por el pasillo, hablé con suavidad.-Tengo que ir, mamá. - Dije en voz suave arrodillándome a los pies de la cama para tomar sus manos. Ella no hablaba mucho y no la culpaba por ello. - Pon el seguro en la puerta cuando me vaya.Ella asintió pero comenzó a temblar.Ambos teníamos miedo. Cada vez que salía de la habitación y no podía llevar a mi madre conmigo, estaba la siempre presente posibilidad de que cualquier otro lobo se colara y tratara de forzarla.Estaba harto de esta m*****a manada, pero aún no podía irme.No. Apenas había ganado algo de confianza del Alfa y por fin podía saber sobre las cosas sucias que escondía en el armario.No estaba hablando sobre los secuestros humanos o sobre el hecho de que utilizaran a las lobas y humanas por igual como esclavas de placer. Eso era solo la punta de todo lo que su Alfa hacía sin esconderse.No, hablaba de lo que hacía fuera de la manada.Con un último ligero apretón a las manos de mi madre, me levanté lentamente y salí de la habitación. No medio segundo después de que cerré la puerta, ella puso el pestillo.Cuadré mis hombros y puse mi expresión más letal. Una máscara que tenía que llevar todo el tiempo fuera de las paredes de la habitación que me habían asignado.Caminé como si fuera el maldito dueño del lugar mientras bajaba las escaleras del edificio de los dormitorios.Trataba de no pensar en mi madre. Odiaba no poderla sacar de este horrible lugar aún.Haberla encontrado era un milagro.Había desaparecido cuando mi hermana y yo éramos unos cachorros.Su "partida" había destrozado el corazón de papá y solo siguió viviendo como un zombie para cuidar de nosotros; en cuanto ambos fuimos adultos él simplemente se dejó morir. Escuchar a papá decir su nombre como último suspiro nos partió a ambos el corazón.A pesar de todo, nunca escuché a papá maldecir a mi madre por haberlo dejado. Se decía en la manada que ya que mi mamá era humana y no entendía la fuerza de los sentimientos de su pareja, ella había huido junto a otro lobo más fuerte.Mi hermana y yo habíamos crecido con esta versión de la historia. Debo decir que tardé algunos años en entender que el corazón y el destino señalado por Nuestra Gran Madre no siempre eran lo mismo. Así que nunca le guardé rencor a mi madre; sin embargo mi hermana no era tan magnánima con nuestra madre.Con el tiempo odió a nuestra madre y a todos los humanos por igual. Eso incluso provocó que se fuera de nuestra manada "adoradora de humanos" y se fuera a una de las únicas que no tenían contacto con ellos.Se convirtió en adulta y formó una familia; de vez en cuando iba a visitarla, pero siempre tenía que tener presente que hablar sobre mamá era tabú.No estaba seguro de cómo recibiría a mamá cuando le contara que no había huido, sino que la habían secuestrado para... usarla.Apreté los puños con fuerza. Sufrió por años una infinidad de horrores qué hicieron que la luz de sus ojos se apagara y aún así, no dejó de creer que algún día encontraría el camino de regreso a nosotros. Entonces yo había venido hacia esta horrible manada y me "prestaron para mí placer" a mi madre. El jodido Alfa la había tenido en una de sus mazmorras especiales y pasaba a mi madre de un lobo a otro como recompensa por servirlo bien.En lo que a mí respecta, el Alfa estaría muerto en cuanto consiguiera toda la información que necesitaba para salir de aquí y presentarle las pruebas a mi manada para que pudieran venir con un ejército y erradicar a todos estos bastardos.Seguí caminando sin detenerme o regresar los insultos a mi hombría del resto de los lobos con los que me encontraba. El Alfa no era un lobo muy paciente.Llegué hasta el edificio que hacía de oficina y me detuve en su puerta. Toqué con firmeza.-Pasa.Entré solo lo suficiente para cerrar la puerta a mi espalda. Luego me quedé quieto.Él me sonrió divertido desde su escritorio.-Eres el único lobo que no abre la boca hasta que se lo pida y eso me gusta de ti, Edson.Yo asentí en reconocimiento pero permanecía callado.Él tomó unos papeles que estaban frente a él y me hizo una seña para que me acercara.-Necesito un lobo para una misión rápida. -Dijo recargándose en su silla. - Me ha llegado un aviso para decirme que mi cachorro no es lo suficientemente fuerte como para pasar la transición y que es inservible.Yo parpadeé. ¿De qué m****a hablaba? Y otra cosa... ¿Tenía un cachorro?-No me mires como si fueras idiota. - Dijo arqueando una ceja y luego se echó a reír. - Ah, cierto. Tú eres nuevo por aquí. Como sea, no importa; te necesito para que vayas por mi dinero.Me extendió algunos papeles y me dió un mapa antes de decirme que partiera de inmediato.-Si Alfa. - Dije levantándome.-Ah, por cierto. - Dijo antes de que cruzará la puerta. - Necesito a la humana que te he dado.Me tensé y mi agarre se apretó sobre los papeles que tenía en la mano.Él se echó a reír.-Si, entiendo que estés recio a devolverla. Es la mejor humana que tengo y la única que me ha dado un cachorro prometedor. Una lástima que nuestro primer cachorro sea un desperdicio, pero estoy seguro de que en unos meses tendré a un nuevo cachorro y más digno que el anterior con ella. - Dijo lamiéndose los labios.El borde de mi visión comenzó a desdibujarse.-¿Perdón, Alfa? ¿Está diciendo que quiere procrear de nuevo con mi... humana?-No es tuya. - Dijo dándome una sonrisa arrogante. - Es mía. Traémela a mi oficina antes de que te vayas, quisiera darle la noticia de la próxima muerte de nuestro cachorro yo mismo. Será delicioso tomarla mientras suplica que lo salve, justo como me suplicó que no me lo llevara hace algunos años.Su risa salvaje hizo eco en la oficina y en mis oídos.Bajé la vista hacia los papeles que tenía en mis manos. Era una especie de reporte en el que detallaban que el cachorro "1961" era una completa pérdida de tiempo y recursos. No solo eso, sino que ofrecían la mitad del dinero que el Alfa había pagado para el "entrenamiento" especial en vista de los malos resultados y ofrecían sacrificarlo para que dejara de ser una molestia.Salí de ahí sintiendo una desconexión total entre mi cuerpo y mi mente.Regresé a mi habitación y toqué suavemente la puerta. Mamá abrió solo después de que le dijera que era yo y luego nos encerramos dentro.-Mamá, necesito hacerte una pregunta y que me digas la verdad. - Dije lentamente tomando sus manos y mirando a sus ojos. Ella asintió. - ¿Tengo un hermano?No necesité una respuesta. Las lágrimas se acumularon en sus ojos y luego soltó un lamento tan bajo y triste que supe todo lo que necesitaba.La cogí con suavidad y la acuné en mi pecho hasta que se tranquilizó un poco. Mientras tanto, yo llegué a una resolución conmigo mismo: A la m****a la misión.Volví a tomar las manos de mi madre y le hice una pregunta más.-¿Quieres venganza?Ella me miró sin comprender y yo no aparté la mirada mientras le daba a mi madre los papeles sobre... mi hermano.Ella los tomó y comenzó a leer.Fue asombroso como pasó de una mujer con el corazón roto a una mujer decidida a hacer arder el jodido mundo.Bajó los papeles y me miró con los ojos más claros que le había visto en meses. Asintió solo una vez y solo así se selló el destino del Alfa.Sara.-Sus bolas. Eso siempre será lo más efectivo contra el sexo masculino sin importar la especie. - Dije a mi atento público dentro de la camioneta.Había sido una semana bastante movida y divertida. M****a, no recuerdo que haya tenido tanta diversión desde que me infiltré a una Organización criminal como bailarina exótica.Buenos tiempos.Los hombres lobo existían y quizá otras criaturas también. Gran cosa, la vida era más interesante ahora.Había juzgado un poco duramente al chico después de que vi los videos. Edson parecía una buena persona. Lobo. Lo que sea. No era mi decisión si el tipo moría o no, pero me alegré de no haber cedido a mi primer impulso de ponerle una bala en su atractiva cabeza. Sobre todo después de que el tipo siguiera llamándome para que yo pudiera poner a salvo a un montón de mujeres que habían sido secuestradas.El por qué no acudía directamente con la policía era obvio, así que me hice cargo de ellas sin mayor problema. Entonces, justo cuando había termi
-Ya, tranquila. - Dijo en tono cariñoso a su hermana. Eso me hizo sonreír. - ¿Recuerdas que te dije que soy un Alfa ahora? Bueno, te tengo excelentes noticias: He encontrado a mi pareja y estoy convenciéndola para que no me dé la patada, ahora soy el orgulloso propietario de una mansión, estoy seguro de que me ha salido un vello en el pecho que me hace lucir más varonil, encontré a mamá y tenemos un hermano. Saluda, Lizzie.Hubo silencio al otro lado de la línea.-¿Qué?-Si, la tengo aquí a lado ahora mismo. - Me hizo una señal y yo saludé tímidamente.- ¿Mamá? ¿Tenemos un...?-Lizzie es policía. De hecho, tengo una historia graciosa que acaba de ocurrir, creo que me arrestarán en las próximas horas.Otro largo silencio antes de que ella gritara por el teléfono.-¡No arrestes a mi hermano!Yo solo reí a carcajadas junto a Edson.-No se puede negar a la familia. - Dijo Edson con un suspiro y yo volví a reír felizmente. Al menos mis brazos estaban seguros ésta vez.Más tarde, esa noche
Edson me llevó de vuelta a la mansión en donde tuvo su primera reunión oficial con la manada.No me obligó a asistir ni nada, yo solo estaba curiosa. Aun esperaba el ritual pagano de los libros y quizá, (solo quizá) un baile de él en poca ropa. Había preparado la cámara de mi móvil, por si acaso.Nos encontrábamos en el jardín disfrutando el sol. O al menos yo lo hacía.-En el último mes ésta manada ha crecido bastante. - Comenzó él mientras yo me sentaba en el pasto. El resto de los lobos permaneció de pie... excepto por los cachorros. Ellos correteaban dentro del círculo que habían formado los adultos. - Desde el inicio, no había tenido tiempo para tener una adecuada reunión, pero creo que con la más reciente adquisición de nuevos miembros, es hora de que les diga un par de cosas. Para empezar, yo soy solo el Alfa provisional hasta que mi hermano, el verdadero Alfa, crezca o decida que no quiere el puesto. En cuyo caso podría ser un Alfa oficial para la manada. Si alguien no está de
Nunca había podido afinar. De hecho, más de una vez mi hermana se había burlado de mi falta de oído musical. Ella era la cantante de la familia. Comencé a tararear. "Te puedo ver de pie en el horizonte Quisiera ser la brisa que te roza Y escuchar tu voz al susurrar... " Recordaba a mi hermana cantarla a todo pulmón cuando lavaba los platos. A veces estaba tan inmersa en ello que dejaba jabón en los trastes. Papá lo encontraba divertido. Yo me molestaba porque mis huevos sabían a jabón. Silenciosas lágrimas brotaron. "Al observar la niebla de los montes y recordar a una estrella fugaz, yo le pedí que fuera bondadosa y que jamás el día acabe ya... " De pronto sentí que la tierra comenzaba a moverse y abrí los ojos. Mi tonada vaciló durante unos segundos cuando ví frente a mí que comenzaba a brotar un tronco. "No te detengas". Dijo la voz en el viento. Volví a cerrar los ojos para terminar. "Quiero tomar tus manos temblorosas y así mirar hacia el cielo azul, romper con
Un montón de sorpresas nos esperaban en la casa de Donovan Peterson alias el Jefe de Policía Regional.No solo encontramos muchos papeles sobre tratos de corrupción con empresas, tipos malos y otro tipo de organizaciones criminales, sino que en su jodido sótano tenía a un par de niños y adultos secuestrados.Ah, y algunos lobos en otras jaulas en el mismo sitio.Le pedí al tío Jeff que me dejara encargarme de ese asunto en específico porque era una cuestión de hombres lobo. Me miró con dudas antes de asentir.No me preguntó cómo mierda estaba involucrada en eso. Ni él ni Isabel, quien solo estaba feliz de que ambas estuviéramos vivas.-Siempre sospeché que no estábamos solos. - Dijo mientras me ayudaba a subir a los niños a una de nuestras camionetas. El resto de los adultos e incluso los lobos fueron obedientemente por alguna razón. Quizá era mejor venir con la humana menos peligrosa que no portaba el uniforme. - Aunque, honestamente, pensé que serían los aliens quienes saldrían pri
Tuvimos que hacer una escala rápida en la mansión de Edson para ponernos un poco de ropa antes de correr de regreso a una sangrienta escena del crimen.-Buen trabajo. - Murmuré cuando pasamos al rededor de un montón de cadáveres.Eran matones, nadie los extrañaría.Nos internamos al interior de la casa y busqué frenéticamente en la sala de estar. No había rastros de ella.Edson y yo nos dividimos para ampliar nuestra búsqueda sin éxito. No había ni un alma dentro o fuera de la casa.Regresamos a la mansión, yo con una expresión oscura.-Alfa. - Dijo Cedric cuando regresamos. Me dió una inclinación de cabeza antes de continuar. - El teléfono que dejó en el auto no ha parado de sonar.Edson maldijo y salió para ir por él. Yo me senté sin fuerza en uno de los sillones mientras las lobas me ignoraban.Había sido un día gotador y pronto debía de ir a casa y... y mierda, no tenía mi otro uniforme limpio. Al menos estaba en mejores condiciones que el que dejamos atrás hoy.Creo que cerré los
Último capítulo