Siento la ráfaga del arma que dispara Andrea y Thomas cae frente a nuestros pies... —Enana te amo— — ¡Thomas noooo!— Despierto en mi habitación, sudando y con un tremendo dolor de cabeza, nuevamente esa maldita pesadilla que no me deja dormir. Veo mi celular y son las dos de la mañana. Me levanto a duras penas, tomando mi cabeza y llendo a la cocina por un vaso de agua y un par de Aspirinas. Esta ha sido mi rutina desde hace cuatro años, sí, cuatro malditos años separada de todos y especialmente de él. ¿Cómo llegué a esto? Eso es algo que hasta el día de hoy me pregunto, me siento en la sala de mi departamento en Los Ángeles y miro mi estantería con todos los premios que he recibido desde que decidí dejarlo y abandonar mi corazón junto a él. Portada: Valery Archaga
Leer másSiento la ráfaga del arma que dispara Andrea y Thomas cae frente a nuestros pies...
—Enana te amo...
— ¡Thomas noooo!...
Despierto en mi habitación, con la respiración entrecortada, sudando y con un tremendo dolor de cabeza, «nuevamente esa maldita pesadilla que no me deja dormir» . Veo mi celular y son las dos de la mañana. Me levanto a duras penas, tomando mi cabeza y yendo a la cocina por un vaso de agua y un par de Aspirinas.
Esta ha sido mi rutina desde hace cuatro años, sí, cuatro malditos años separada de todos y especialmente de él.
¿Cómo llegué a esto? Eso es algo que hasta el día de hoy me pregunto y aún no logro tener una buena respuesta. Me siento en la sala de mi departamento en Los Ángeles y miro mi estantería con todos los premios que he recibido desde que decidí dejarlo y abandonar mi corazón junto a él.
El éxito se me dió de una manera increíble, todavía no me lo creo, estando en la escuela recibí una oferta para un papel en Broadway, que me llevó a conseguir una gira y llegar al Greek Theatre acá en los Ángeles y, con todo el dolor que me produjo su odio y resentimiento decidí por mí y también por él.
Hoy, soy una de las actrices más cotizadas en el medio, tengo en vista varios proyectos que me tendrán lejos de mi hogar por muchos años, ¿Es lo que quiero? Por supuesto, o eso creo ¿lo vale? No lo sé...
Desde que entré al mundo de las tablas y ahora de la pantalla grande aprendí a disimular bien mis sentimientos y con "mi cara ángel", como me llaman los medios, para el público soy la bella y angelical Alma Scott o simplemente ASS... Con mi sonrisa deslumbrante he logrado despistar incluso hasta a mi propia familia, pero desde que supe que él se comprometió hubo algo que volvió a quebrarse en mí. ¿Cómo me pudo olvidar si yo cada día y en cada minuto pienso en él? ¿de verdad nunca me amó como yo lo hice? Vuelvo a tomar la maldita invitación que llegó el día de ayer a mi camerino y leo el encabezado:
" Los señores Scott y Remington tienen el agrado de invitarle al compromiso de sus amados hijos Thomas y Natalie"...
Una lágrima traicionera cae por mi mejilla y hago añicos el maldito papel que me dice que Thomas Scott me ha olvidado.
—Baboso, ¿porqué me dejaste de querer?
Tomo otro sorbo de agua y sigo con mi correo, veo otra invitación...Abro el delicado moño que sella el papel y la emosión me lleva nuevamente.
"Estimada ASS.
ENZO DI ROSSI, Curador y director del Museo Metropolitano de arte de Nueva York, tiene el agrado de invitarle a la gala anual del MET 2024, espero de todo corazón que esta vez nos precie con su luminosa presencia y, de ser así, me conceda el honor de un baile."
R.S.V.P.
—WOW, La gala del MET, pero ¿por qué dirá esta vez si es la primera invitación que recibo? Que extraño...— Tomo mi celular y marco a mi asistente. Escucho el repiqueteo y luego una voz pastoza que me contesta.
—Dime que no se te acabó la Evian cariño, porque no pretendo salir a las... ¿Qué? ¿tres de la mañana? ¡Alma soy un ser humano!
—Hola Dana, si ya lo sé, también te quiero ¿terminaste tu discurso de asistente malumorada?
—Si, si cariño ¿qué sucede mi ángel? ¿otra vez las pesadillas?— Dana está conmigo desde mis inicios, cuando firmé mi contrato con Valarch publishing para que me asesoraran. Ella fue asignada como mi "sombra" y desde ahí somos inseparables.
—Algo así Dana, pero no te llamaba por eso. ¿En todos estos años cuántas invitaciones a la gala del MET he recibido?
—¿Del MET? — pregunta dudosa.
—Si, nena, del MET.
—Creo... déjame pensar... a ver...
— ¡Dana!
—Perdón, perdón, perdón Alma, la verdad es que las has recibido todos los años, pero por expresa solicitud de tus padres no las aceptamos.
—¿Qué?
—Eso. Tus papás nos pidieron que cualquier proyecto, invitación o actividad que viniese de la gran manzana, m****a... — ¿qué m****a estaba pasando? ¿porqué mis papás no querrían que fuera a Nueva York por algún proyecto? — ¿Alma? ¿sigues ahí?
—Sí, si, sorry, pero es que no entiendo la razón de por qué mis papás se les ocurrió eso, ve a descarsar, Dana y disculpa que te haya despertado, en la mañana llamaré a mamá para preguntarle no me puedo quedar con esta espinita clavada.
—Okey, mi AS que descanses.
—Dana, Dana, espera.
—¿Qué?
—Confirma mi presencia en la gala del MET.
— ¡Alma!
Corto la llamada con Dana y tomo una fuerte bocanada de aire.
Nueva York, espera que Alma Scott Soré vuelve a casa.
Salimos del hotelucho de mala muerte en que me vine a meter, después de pagar la cuenta y nos dirigimos a los tribunales. Le mando un mensaje a André, pidiendo copia de las cámaras de paraíso, para ver que mierda hice y entro a la sala donde me toca hacer mi deposición, reviso los documentos que me ha llevado mi asistente y al momento de tocarme hablar frente a los magistrados tomo mi bastón y me desenvuelvo como pez en el agua, desde hace un tiempo me han empezado a llamar el Tiburón de los tribunales, pues desde que comencé no he perdido ningún caso de los que han llegado a mi poder, incluso he visto algunos de los amigos de mi diler y los he sacado sin ningún problema, y no crean que es por estar en Scott y asociados. He hecho mi propio prestigio por lo excelente abogado e investigador. En la oficina soy un abogado corporativo que sigue con el legado de sus padres, todo bien por ese lado, tenemos una gran cartera de clientes y los que tengo con André, son una cuenta especial, no es
—Thomas Scott—Despierto en una habitación de hotel, con una jaqueca de la puta madre, me levanto como puedo, pues no tengo mi bastón y noto a la pelirroja que está durmiendo desnuda a mi lado.—Mierda — mascullo entre dientes, mientras me tomo la cabeza por el dolor. No recuerdo absolutamente nada de lo que hice después de salir de mi apartamento, salvo que llegué a paraíso, nos saludamos con André y algo conversamos, luego preparó mi cóctel y comenzó mi salida de este mundo y creo que me pasé de la cuenta nuevamente. Deberé hablar con André, cada día recuerdo menos lo que hago cuando estoy ahí. En eso la pelirroja se remueve en la cama, al parecer se despertó al no sentirme cerca y ahora me ve con ganas de querer más de lo que le estuviera haciendo.—Hola cariño, estuviste fantástico esta noche ¿Te gustaría repetir? — recontra mierda, reviso por todos lados si hay condones y por suerte veo varios en el basurero y en el suelo de la habitación, respiro tranquilo y miro a la mujer que
—ASS—Después de conversar con mi mamá y sentir que lo que estoy haciendo es lo mejor y lo correcto decido reunirme con mi jefa para informarle de mi viaje a Nueva York. Vamos en la camioneta que me entregó la agencia a Valarch Publishing y ahora, ya siento el maldito malestar en mi estómago. Con mis audífonos a full voy escuchando Cheap thrills de Sia tratando de calmar mis nervios, mientras me como unas papitas y tomo mi limonada.El vehículo se detiene y sé que voy directo a mi condena…—Llegamos Alma—Jex, me abre la puerta y salgo con el ánimo por los suelos, la verdad sigo pensando que es la mejor idea volver, pero… esa es la duda ¿Cuál es el pero? ¿Volverlo a ver y saber que rehízo su vida y es feliz? o ¿por qué yo aún no he podido superarlo y sigo estancada? ¿pero por qué el dolor que siento no es tan intenso como pensé que sería? ¿será que al final ya lo superé? ¡diablos! es que de verdad soy una loca en potencia. Debería estar contenta por él y por que haya encontrado a su de
Me quedo pegado en mis pensamientos que no escucho que Leo me está hablando, hasta que coloca sus manos en mi cara y me habla fuerte.—Tierra llamando a Di Rossi —me devuelve a la realidad Leo—. Jefe, debo confirmar la banquetera para el sábado.—¿A qué hora es la cita con el banquetero?— A las diez — respode diligente, revisaando su Tablet.—Si quieres te ayudo, que no coma carne no quiere decir que no conozca los gusto de cierta personita — me responde mi hermana y la miro alzando una ceja y sonriendo de forma pícara.—¿Tu esposo sabe que en secreto te amo? — Leo se sonroja y Val se ríe, le gusta picarme, pues a mí también.— No es necesario, ya sabes que Ethan no es celoso.—Mentirosa, pero acepto. — ahora soy yo el que río, cuando conocí al doctor Ethan Scott y supo que era un amigo de la infancia de las, en ese entonces hermanas Soré, ya tenía hecho el hoyo en el patio de su casa y mi obituario completamente escrito en el New York Post.— Ya, Sciocco ¿Quieres que te acompañe o n
—Enzo Di Rossi —Estoy sentado en mi oficina revisando unos bocetos de Paul Klee que me llegaron para autenticarlos antes de su posible adquisición para nuestro museo. He puesto “El invierno” concierto N°4 en Fa menor de Enrico Vivaldi.—Necesito concentrarme— digo como un mantra, la noticia de que mi piccola fata estará de vuelta no me ha dejado de preocupar. Tengo la camisa arremangada hasta los codos, los dos primeros botones abiertos. Me he puesto mis lentes de montura especial y tengo mi lápiz grafito, como siempre en el costado de mi boca.En eso, se abren las puertas de par en par de mi oficina, e ingresa un torbellino castaño con su cangurera muy bien puesta mostrándome la imagen perfecta de una madre con su hija. Sonrío y dejo lo que estaba haciendo para saludarles.—No me toques Val… perdón Enzo. ¿Cómo pudiste? — chilla, la recién llegada y detrás de ellas, venía un Leo azorado, creo que es la primera vez que me ve tener contacto con una mujer que no sea Gibson y sus ojos es
—ASS—Estoy en mi camerino, con los audífonos a todo volumen, escuchando Set fire to the rain de Adele y leyendo mis diálogos …Después de enviar ese correo al curador del MET nos vinimos al teatro, pues tenía ensayo con la compañía para el estreno de la próxima obra y, en resumidas cuentas, ha sido la mejor forma de dilatar la llamada a mi madre…¿Tengo miedo? Obvio.¿De qué? De lo más obvio…¿Quiero respuestas? Obviamente que sí.Creo que el alma de Dolores Umbridge me persigue, pues cada frase que sale de mi cabeza es un verdadero incordio. Estoy hecha una maraña de dudas y sé que la única que podrá resolverlas es ella. Mi mamá…Retomo mi texto, a ver si con eso me saco este dolor de cabeza que tengo desde la madrugada. Además, el sueño ahora me está pasando factura y ya se me acabó la última gota de mí delicioso café. Sigo por alrededor de una hora aprendiéndome los diálogos de Helena de Troya, que es mi próximo personaje y comienzo a pasearme de un lado a otro, en mi pequeño came
Último capítulo