Mi nombre es Keira, desde muy joven tuve que conocer el lado difícil de la vida. Siendo apenas una adolescente de 15 años mis padres murieron en un terrible accidente de tránsito. Quede completamente sola, nunca tuve contacto con la familia de mis padres. Fue entonces cuando consegui trabajo en la casa de los señores Williams que aunque el señor me acosaba tuve que quedarme en aquel lugar, donde tenía un techo, comida y ganaba algo de dinero, hice todo lo posible para ahorrar cada céntimo y salir, lo antes posible, de allí. Con veinte años de edad y algo de dinero en mi cartera, una noche, mientras caminaba por el boulevard me encontré con en Alicia, una amiga de la infancia que más que amiga era una hermana. Ella me ofreció que me quedase a vivir en su apartamento. Mi vida parecía mejorar un poco. Por suerte conseguí un empleo de camarera en un mesón. Pero pocos meses después, cuando empezaron los dolores del parto, así que tuve que marcharme. Mi jefe no quería que trabajaran madres con hijos y yo no teniendo un con nadie, pues aunque vivía con mi amiga en su casa, ella también trabajaba. Así que aquel, fue el motivo de la decisión drástica que tomé, aunque pasé noches llorando y escuchando los reproches de Alicia, dejé a mi hijo en una casa nido para adopción hasta que yo estuviera recuperada y pudiera intentar recuperar a mi bebe. Mas, la vida a veces nos da sorpresas que no esperas ya que encontré trabajo de niñera en la casa de un importante CEO. ¿Que sucederá entre Keira y su jefe?¿Habrá romance, o Keira huirá otra vez del amor?¿De quién será aquel niño que ella tiene que cuidar?
Ler maisLa casa de Mario estaba situada en uno de los barrios más caros de la ciudad, según me contó después, la compró y poco después, contrató a un equipo de decoradores y arquitectos de gran prestigio. Los muebles y la decoración que tenía, estaban mezclados entre madera, muebles antiguos y modernos, siendo todo demasiado acogedor para mi gusto. Cuando Mario se fue a su despacho con el pretexto de que tenía que hacer algunas cosas dejándonos solos al peque y a mi, el pequeño Lucas me cogió de la mano porque quería enseñarme su dormitorio. Subimos despacio las escaleras que llevaban hacia un pasillo, dado que me daba miedo que se callera por ellas. Pero nada más entrar en su dormitorio, me dio como una especie de dolor en el estómago, al ver todos los peluches, camiones y la ropa de su cama porque tenía dibujados vaqueros de los recientes dibujos animados que habían salido nuevos en la tele.Después de enseñarme su dormitorio y sin soltar mi mano de la suya, me enseñó los dormitorios que ha
Mario me invitó cortésmente a subir delante de él, los escalones que daban a un porche. Abrió la puerta de su casa, sintiendo su mano cálida en mi espalda, aunque quise fijarme bien en cómo era la mansión donde mi hijo estaba viviendo, eso era lo que menos me importaba Ya estando dentro de la casa, lo único que yo deseaba era estar y ver a mi pequeño, dado que era lo único que me importaba de verdad. No se de donde vino o de dónde salió el pequeño Lucas, sentí un fuerte dolor en mi estomago cuando lo escuche aguando mis ojos mientras tenía mi mirada fija en el pequeño, que venia corriendo por el pasillo buscando a su padre.—- Hola mi campeón, ¿te acuerdas de Alicia? —- le dijo Mario teniendo a su hijo en brazos.El pequeño me miró sonriendo ocultando su carita en el cuello de Mario pero sin dejar de mirarme.—- Anda cariño, saluda a Alicia, ella está deseando darte un besito —- le comentó Mario.—- Hola Lucas, ¿tú también quieres que te dé un besito? eres muy guapo y supongo que alg
Al escuchar decir Mario que me quedara a dormir en su casa cuando yo deseara, me sonroje aun mas pensando en si se refería a dormir con él en su cama ya que según parecía, ya era firmemente suya.—- En mi casa hay varios dormitorios, puede dormir en el dormitorio que usted prefiera —- me dijo, sintiendo en mi cuerpo un descanso tal vez imaginativo por mi parte.Nos quedamos los dos mirandonos fijamente a los ojos, dandome cuenta de que Mario acababa de insinuarme una invitacion pasar dormir con el en su cama, aunque yo sabia perfectamente que aun O”Brien no tenia ninggun derecho sobre mi en lo que se referia al sexo con él o era para tenerme mas incomoda de lo que ya estaba con su insinuacion.Me quedé por un momento perpleja con él, pues era atractivo y con tan solo hubiera sido un poco más encantador conmigo, no me hubiera podido resistir a meterme esa noche en su cama, pero Mario era frío y demasiado desconsiderado conmigo. Le sonreí por educación mientras él le pedía al camarero l
Mario se quedó mirándome como si le hubiera extrañado mi pregunta, pero era una duda que yo tenía, porque me pensaba que si me había comprado esa ropa tan cara y la cena sería también de lo más caro, pensaba que sería algo romántico o que por primera vez, intentaría llevarme con palabras bonitas a su cama.—- Me pareció que sería de mala educación por mi parte, dejarla sola en mi casa de invitados el primer día y además tenemos que ponernos de acuerdo en algunas cosas en lo referente a mi hijo Lukas.--- me dijo muy serio.—- Estoy de acuerdo con usted, será mejor que resolvamos cualquier duda que tengamos sobre el pequeño — le dije dando un largo sorbo a mi copa de vino, lo necesitaba para seguir hablando con Mario O”Brien.Aunque pensaba que la cita era porque tenia algo de atraccion hacia mi, ya que en la reunion comento que queria tener sexo conmigo, me sentia en ese momento dolida y frustrada, comprendiendo que ese hombre seria algo despiadado al que no le importaba a quien heria
El chofer paró la limusina enfrente del restaurante, fijándome en que el señor O'Brien estaba de pie esperando en la misma puerta del restaurante, con una mano metida en el bolsillo del pantalón. Al pararse el vehículo, él enseguida se acercó a la puerta del vehículo, la abrió ofreciendo su mano para ayudarme a salir. Nada más salir, me pude dar cuenta de cómo me estaba mirando Mario, aunque no fue muy discreta su mirada hacia mi persona, sino más bien algo descarada por el escote de mi vestido—- Buenas noches señorita Donovan — me dijo mirandome como si estuviera escaneando mi cuerpo.—- Buenas noches señor O”Brien, — le dije sintiendo su mano cálida en mi espalda desnuda.Apenas noté su mano, cuando entramos en aquel restaurante mientras íbamos hacia la mesa que tenía reservada, se nos acercó un maitre para conducirnos a un reservado en una de las esquinas del local apartada, pero con suficiente intimidad para que nadie nos viera ni nos molestara. Una vez que ya nos sentamos, Mario
Cuando Reed me dijo que debía mudarme a la casa de invitados de los O”Brien y que Mario quería verme por la noche a solas con él, sentí de pronto una presión en mi estómago, que me hizo tener ganas de vomitar en el mismo restaurante por los nervios. Respire varias veces intentando tomar algo de aire porque sabía que ese ya era el principio de mi destino.—-- De acuerdo Reed, entonces creo que ya deberíamos irnos, no queremos llegar tarde ¿verdad? el señor O'Brien se podría enfadar —- le dije alzando una de mis manos.El asistente pagó la cuenta del restaurante marchando los dos seguidamente a la calle, acercándonos hacia donde Reed tenía su coche aparcado. Después de abrir la puerta para que me sentara dentro, rodeó el vehículo sentándose él en la parte del conductor. Al llegar a la tienda de ropa, yo estaba aun mas nerviosa puesto que nunca me pude comprar unos vestidos tan caros, aunque si que eran preciosos pero me sentía mal al ver los precios tan caros que tenían esos precioso ve
Último capítulo