8/ CONDICIONES

Llegados a ese punto, abri la boca para decirle algo, sintiendo como se estaba enrojeciendo mis mejillas, saliendo de mi garganta un pequeño resuello sin atreverme a mirar al señor O”Brien, ya que creo que escucho mi sonido porque me pareció ver como lucía en sus labios una pequeña sonrisa traviesa. Me encontraba en ese momento algo mortificada por su proposición de tener un hijo de él, aunque no lo comprendia en principio, ya que de niñera iba a pasar a ser su esposa y madre de su bebe.

—- Señorita Donovan mi cliente desea ser muy claro con usted, así que me pidió que le recitara varias prácticas sexuales que le gustaría hacer con su esposa, aunque se lo ha clasificado en el contrato para que él la conozca mejor en lo que se refiere a gustos sexuales en la cama como su esposa, aunque solo será parte informativa para su futuro esposo, que tendrá el derecho de respetar o no sus gustos y limitaciones sexuales — me dijo el abogado, sintiendo como se me ponía las mejillas aún más coloradas por la vergüenza.

Conforme estaba sentada, incorporé mi cuerpo hacia adelante, apoyando mis codos en la mesa, apreté mis piernas, sintiendo unas increíbles ganas de marcharme de aquel despacho.

—- Señorita Donovan, puede ser que esta parte sea incómoda para usted pero es muy importante ya que firmar esta clase de contrato, constituye la aceptación de cualquier situación y mi cliente no será nunca acusado de abusos hacia usted. El casarse con el señor O'Brien es una obligación a satisfacerlo en lo que el desee de usted, no se puede nunca negar señorita Donovan  nunca puede denunciarlo de abuso o acoso siempre que su esposo le pida cosas que son razonables para él, pues mi cliente nunca ejercitara la fuerza ni la violencia contra su persona, aunque estará obligada como su futura esposa a ceder y no oponer resistencia a cualquier petición sexual razonable, ¿está de acuerdo con esta proposición? — me dijo, dejándome atonita.

Traté de hablar y decir algo, pero no me salía de mi boca ningún sonido, solamente sentía que estaba demasiado acalorada y avergonzada ya que en ningún trabajo me habían propuesto tales aberraciones. Me quede mirando fugazmente al CEO, viendo como el estaba inmovil y muy tranquilo como si todo aquello fuera lo más natural del mundo entre dos personas que apenas se conocen

—- Señorita Donovan digame si acepta estas condiciones ¿acepta o prefiere pensarlo?

No podía pensar en nada en ese momento, solo pensaba en que si decía que no, me quedaba otra vez en la calle sin trabajo y sin dinero para poder recuperar a mi hijo, pero si decía que si, me encontraba en la situación de estar en las manos de un hombre que apenas conocía y podía hacer de mi lo que quisiera, estaba muy confusa y en ese momento me costaba tomar una de las dos decisiones, hasta que tome aire y pensé más bien en mi hijo, ya que debía de recuperarlo cuanto antes y al precio que fuera.

— Piense que tanto usted como mi cliente se someterán a una exhaustivo examen médico, queremos asegurar la salud de los dos antes de que inicien las prácticas sexuales propias de un matrimonio, examinandola a usted el médico para confirmar que es fértil por supuesto, siendo mi cliente el que decida si desea que usted tome por ahora anticonceptivos o no, pues él comprende que  primero tendrán que convivir un tiempo para conocerse mejor, sobre todo por el pequeño Lucas y cuando mi cliente lo estime oportuno usted deberá de dejar las pastillas para poder quedar en cinta y darle a su futuro esposo ese bebe.--- me dijo.

—- Aunque el medico me examine, si pasado un tiempo prudencial no quedo embarazada ¿que hará señor O”Brien, me echara a la calle como un perro que no le ha servido de mucho? —- pregunte

—- Sobre ese tema, señorita Donovan, se le hará un tratamiento hormonal para potenciar su fertilidad todo claro supervisado por el mejor medico — me dijo el CEO muy tranquilo

Nos quedamos mirándonos el CEO y yo, viendo un brillo en sus precioso ojos verdes como si esperara a que dijera que sí, pero apreté mis puños recordando mi pasado, entrando en pánico al pensar en tener en mi vientre un hijo suyo, formándose en mi garganta un fuerte nudo, mientras intentaba tragar saliva para deshacerlo, ya que no me dejaba articular ninguna palabra.

—- Bueno señorita Donovan, mi cliente está esperando su contestación, ¿acepta sus condiciones? o por el contrario desea marcharse — me dijo el abogado

—- Yo, la verdad ____ NO PODIA ARTICULAR PALABRA

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