Mundo ficciónIniciar sesiónIsabel es una ginecóloga reconocida, súper estructurada, la cual vive por y para su trabajo. Todo eso cambia en una noche que se olvida de todo y sale a pasarla bien encontrándose con un amigo del pasado… Maximiliano es otro obsesivo por el trabajo, un CEO muy respetado pero a su vez con secretos que pueden complicarlo todo. Cuando se ven, el mundo se prende fuego y corren ríos de lava entre ellos. ¿Sera posible que haya tal conexión entre dos personas que se ven “por primera vez como algo más que amigos”?
Leer másSi pudiera definir mi vida en una palabra, creo que usaría la palabra catastrófica, aunque quizás era un poco dramático, en un futuro lejano podría encontrar la palabra adecuada para mi caso. Bueno, volviendo a lo que quería decir en un inicio, porque a veces suelo olvidar lo que estoy diciendo; es que mi vida siempre distó de ser perfecta, no era miserable pero si triste. Jamás pude ser la hija amada de mis padres, jamás pude ser la primera de nadie, no importaba cuánto me esforzara, cuan perfecta intentara ser, nada de eso era suficiente, y creo que todo fue peor una vez que ella llegó, mi pequeña y malévola hermana pequeña, aunque en realidad éramos medias hermanas, producto de una infidelidad de mi padre a mi madre, una que ella había perdonado quien sabe por qué, sólo sabía que tras su llegada, todo se había tornado peor, algo que no creí posible.
Para empezar, vino a quitarme la poquitísima atención que me daban mis padres, era asombroso como mi madre la prefería por sobre mí, tal parecía que yo era la hija de la fallecida amante de mi padre.Todo esto me llevó a odiarla, no al principio claro, porque pobre de esa niña sin madre, no sé cuantas veces me pisoteo debido a esto, a la lástima, y porque no, cariño y emoción que me daba tener una hermana.En fin, poco a poco entendí que no tenía cabida en aquella familia, mientras que ella siempre tenía la mejor ropa, los mejores zapatos, la mejor educación, yo debía conformarme con ropa de segunda mano, los mismos zapatos por años y escuelas públicas, aunque si lo analizó ahora, creo que me hicieron un favor, me hicieron hábil, responsable y visionaria para hacer negocios, algo que me ayudaría en un futuro.Y todo aquello me lleva a una pregunta: ¿cuánto es capaz un ser humano de amar a otro ser humano? A veces más de lo que el otro se merece, más no así cuando se trata de un hijo, porque entonces ese amor se vuelve infinito, es la mejor cita a ciegas de la vida.Pero no hablaré de ese amor, hablaré del otro, del de pareja, de ese que te hace tocar el cielo y el infierno, ese capaz de romperte y pegarte, el amor que encuentras en tu alma gemela.Creí encontrarlo a muy temprana edad, quizás ni siquiera sabía bien lo que era, pero sí sabía que él era la persona con la que quería estar el resto de mi vida, una lástima que él no pensara de la misma manera, la verdad no lo culpaba, llevábamos casi toda nuestra vida juntos, que él quisiera experimentar me parecía de lo más normal, quizás lo había hecho antes, no sabía ni me importaba, así de mucho lo amaba, no comprendía que eso no debía ser, que eso no era amor, me costó bastantes lágrimas comprender aquello, y la paciencia de un humano maravilloso que me hizo ser fuerte, independiente y sobre todo, a amarme a mí misma antes que alguien más.Pero no quiero que se le vayan a la yugular, éramos jóvenes e ingenuos, también inmaduros, si me preguntas ahora sobre cosas que hacía, te diré que jamás volvería hacerlas, porque no es algo que me guste o sea adecuado para la yo de ahora.Y eso estaba bien, seguro él sería otro, y me daba gusto que fuera feliz, aunque mentiría si dijera que al inicio eso quería.Aquel fin e inicio de todo, comenzó con la noticia más dolorosa de todas, él iba a casarse, no conmigo como habíamos planeado, sino con mi media hermana, una chica dos años menor que yo a la cual no soportaba, pero que mi madre adoraba ya que la creía más bella y mejor que yo, además de más hábil para engatusar hombres tontos y sobre todo, muy ricos; a los cuales enamorar y así tener la vida que siempre mereció, según palabras de mi madre, una vida que conmigo no lograría porque era bastante simplona, quizás si me hubiese ayudado se habría dado cuenta que podía atraer a un hombre rico, pero en fin.Podía recordar la primera vez que se vieron, fue durante mi fiesta de dieciocho años, Fiorella estudiaba en el extranjero ya que ella sería el futuro de esta familia, así que debía tener la mejor preparación; y casi no venía, pero esas fechas las tenía libres y había venido de visita, siempre que pienso en ese día me doy cuenta que no presté atención a las maquinaciones de mi ambiciosa madre y de mi frívola hermana.No sé si tenía miedo de decirme la verdad o si ella le pidió que no dijera nada, pero estuve así más de un año hasta que se armó de valor y me confesó que estaba enamorado de Fiorella y que nuestra relación terminaba ahí. Mi cara de sorpresa había sido épica, intenté por todos los medios que no me dejara, pero fue en vano.Esa noche fue el inicio al infierno que tuve que pasar por las mentiras de mi hermana y madre, ellas le llenaban la cabeza a mi ex de que estaba con él por el dinero, que no lo quería y que tenía varios amantes, lo irónico del asunto, es que todo eso lo hacía ella.Esos momentos tristes duraron poco, porque él volvió a buscarme, y yo toda inocente creí que se había dado cuenta cuanto me amaba y que no podía vivir sin mí, sin embargo, lo que me ofreció me dejo petrificada, él quería que fuera su amante, la amaba pero sentía algo por mí, y Fiorella no quería estar con él hasta después de casarse.Tonta y enamorada acepté aquello sin saber que ese sería un enorme error que me volvería la villana de la historia. Me volví la puta que intentaba quitarle el novio a su hermana, una mujer rencorosa que no entendía que ellos se amaban, y un sinfín de cosas que me hicieron la mujer más odiada de todo Sacramento.Pero todos aquellos eventos sólo sirvieron para poner en marcha el plan del destino, uno que me llevaría lejos de mi hogar, e incluso de mi país. Un destino que incluía un hombre mayor, una familia amorosa y un sinfín de eventos azarosos, amores extraños.Sin duda, el amor que nos teníamos, era tan especial, que sabía que sin importar qué, jamás volvería a tener un amor así, pero quizás me equivocaba y podría encontrarlo, aunque claro, ni en mis más locos sueños pude imaginar que algo así me pasaría.Decidimos con Maximiliano casarnos en un lugar moderno, lejos de las iglesias tradicionales, por lo que elegimos quedarnos en Londres y casarnos en un lugar llamado “El Gherkin”, uno de los rascacielos más emblemáticos de Londres, ofrece un entorno moderno y lujoso para celebrar bodas. Situado en el corazón de la ciudad, el lugar ofrece vistas panorámicas de Londres desde sus últimos pisos, creando un impresionante telón de fondo para ceremonias y recepciones. Allí, estuvimos acompañados de nuestros amigos más cercanos y nuestras familias. También integraban la selecta lista, los socios más confiables de Max, los cuales debían ser testigos de esta unión.Decidimos no casarnos por la Iglesia Católica pues era irónico dado el mal estado de conexión con Dios. Mi hermano ingresó primero tendiendo su mano para ayudarme a entrar. Era una mañana fresca de domingo. Un lazo blanco estaba atado en la parte superior del lugar. Significaba unión en la cultura italiana.- Es toda una boda italia
He aprendido que en la vida predominan tres tipos de sentimientos: el amor, el odio y la ambición. Depende cual elijas, ese dominará tu vida cambiando cada parte de ti.Antes de volver a ver a Isabel, y en plena época donde estaba aprendiendo como manejar el negocio de mi abuelo, elegí llevarme por el odio, no me importaba en lo más mínimo el otro hasta que la ambición comenzó a ser parte aliada. Ahí fue que el descontrol formó parte de mi vida: sólo había muerte y sexo en el diario vivir. Hasta que volvió a mi radar Isabel Iraola.Ella me mostró lo que era el amor, el significado de una caricia, un te amo de esos que siempre me susurra y aprendí a decirlos con ella, porque para mi no significaban nada. Los abrazos y los te extraño los conocí con ella, no sabía lo importantes que eran hasta que apareció y me completó.Hoy somos una familia completa con tres hijos: Alfonsina y los mellizos Amalia y Alessio, mis hijos nacieron con mi carácter fuerte pero a su vez, tienen la dulzura de s
Max (+18)- Somos un desastre – dice riendo suavemente.- Somos uno perfecto mia regina – le contesto pasando mi lengua por su vientre, recogiendo el caramelo que he sido tan generoso de compartir con ella. Me sorprendió al darme la noticia de que vamos a volver a ser padres, por lo visto las advertencias de los médicos de no tener sexo en la llamada cuarentera era algo que debíamos seguir, pero bueno, estamos felices con tener otro bebé que se va a llevar unos diez meses con Alfonsina.- Max, vamos a arruinar la alfombra que tanto me costó conseguir.- Al demonio con ello – maldigo pasando mi boca sobre su seno derecho, cerrando mis labios en el montículo de carne, el cual es la fuente de alimento de mi hija, jadea y deja caer su cabeza hacia atrás, arqueando el cuerpo y ofreciéndose para mí. Estamos pegajosos, desnudos en nuestra sala de estar, frente a la chimenea. Su boca empieza a emitir esos gemidos que me vuelven demente.Sus manos empujan mi cabeza hacia abajo, abriendo más su
Isabel (+18)Ahora que sé lo que siente y sé que nunca me abandonaría y me elige sobre todo, aún por encima de sus negocios no puedo dejarlo solo. Además de que lo amo con locura. No puedo culparlo por un trato que hizo su abuelo siendo él menor de edad para aportar paz en la organización. No cuando lo conozco en profundidad y sé que él nunca me engañaría a conciencia. Maximiliano es mi familia, él y mi hija son lo más importante en mi vida y no estoy dispuesta a unir a mi capo a la larga lista de errores, quiero que esto funciones y para ello debo pasar página, cerrar el libro y abrir otro donde seamos sólo nosotros, capaces de reescribir nuestro futuro y destino. La Organización no tiene por qué ser una sombra constante entre nosotros. Es parte de su vida, pero no su totalidad. Y yo siempre voy a estar pendiente de traerlo de vuelta de esa oscuridad.Estoy enamorada de él, asesino y cruel como es. Es el hombre quien se lleva mi corazón, el único que se desvive por protegerme. De ah
No se preocupa en cerrar la puerta, tampoco en detenerse cuando como un poseído camina hacia mí, acorralándome contra la pared, con su mano en mi cuello.- Nunca he tenido dudas de tu alcance, del poder aterrador en ti, fuiste capaz de llevarme a la locura en un vistazo y fui un idiota por luchar ante lo obvio, me importas, lo haces de verdad. No sabía lo que era el amor hasta que apareciste y sentí un golpe en el estómago cuando te miré en el Club después de once años. No sabes la falta que me haces en mis brazos por la noche. Antes no me importaba nadie, eran todas iguales para mi, sólo quiero volver a tenerte en la cama al lado mio, abrazándote. No puedo comer ni dormir si no estás conmigo. Eres una parte esencial en mi vida, verte me brinda alivio en el alma, si es que todavía tengo una. Tu sonrisa mueve las montañas de dolor en mi pecho. Sólo te pido esta oportunidad para volver a estar juntos. Para volver a ser la familia que éramos los tres.Pega su frente a la mía, suspira, in
IsabelLa lluvía caí sin cesar desde que subió al auto de Federico, el sol se había escondido detrás de la tormenta que azotaba la ciudad. El cielo se vestía de un color gris profundo. El sonido continuo del agua golpeando el parabrisas del auto, se mezclaba con mis latidos de mi corazón, los cuales se encontraban acelerados. El viaje fue silencioso, sólo interrumpido por la pequeña Alfonsina que se despertó en una oportunidad pero luego de cantarle su nana preferida, se durmió.Ni Federico ni yo dijimos nada durante el trayecto, es como que cada uno iba en su mundo. Sólo la lluvia llenaba el silencio, era como si hasta el tiempo supiera que lo que estaba por ocurrir no fuese fácil. Cuando nos detuvimos frente a la entrada de mi antigua casa, levanté la mirada y quedé sin aliento. Ahora que hacía unas semanas que no estaba viviendo aquí, la casa me parecía impresionante. Las luces cálidas que iluminaban en camino contrarrestaban con lo que sentía en mi corazón y con lo que calculo e
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