He aprendido que en la vida predominan tres tipos de sentimientos: el amor, el odio y la ambición. Depende cual elijas, ese dominará tu vida cambiando cada parte de ti.
Antes de volver a ver a Isabel, y en plena época donde estaba aprendiendo como manejar el negocio de mi abuelo, elegí llevarme por el odio, no me importaba en lo más mínimo el otro hasta que la ambición comenzó a ser parte aliada. Ahí fue que el descontrol formó parte de mi vida: sólo había muerte y sexo en el diario vivir. Hasta que volvió a mi radar Isabel Iraola.
Ella me mostró lo que era el amor, el significado de una caricia, un te amo de esos que siempre me susurra y aprendí a decirlos con ella, porque para mi no significaban nada. Los abrazos y los te extraño los conocí con ella, no sabía lo importantes que eran hasta que apareció y me completó.
Hoy somos una familia completa con tres hijos: Alfonsina y los mellizos Amalia y Alessio, mis hijos nacieron con mi carácter fuerte pero a su vez, tienen la dulzura de s