Novela con contenido fuerte. En mi piel hay miles de cicatrices, muchos horribles recuerdos, algunos bellos que logran contrastar esa horrible oscuridad que hay en mi corazón y es que la verdad nunca pensé hacer esto, ser la asesina más buscada en todos lados. Cuando de pequeña anhelaba ser alguien reconocida, alguien respetable, y lo obtuve, pero ¿a qué costo? Perdí a la persona que más amaba dejándome sola en este mundo con un vacío que nunca podré llenar. Lo que sí tengo claro es que no descansaré hasta vengarme de todos aquellos que se atrevieron a ponerme una mano encima; los que se atrevieron a corromper mi alma dejándome cicatrices de por vida. No descansaré, quiero verlos sufrir.
Leer másDespués de unos minutos de salir de ese lugar, hemos llegado a la pista de aterrizaje; el jet ya nos está esperando. Bajamos todos de los autos y empezamos a subir. Pero veo que Alex no sube. —¿Pasa algo, Alex? —Sabes que tengo que regresar. Me estarán buscando y no puedo dejar que sospechen nada. —Está bien. Te entiendo. —Iré cuanto antes, pediré mi traslado para Rusia así para poder estar contigo. —¿Harías eso por mí? —Haría eso y más, mi hermosa Evolet. Me da una enorme alegría escuchar eso; le doy un abrazo y un beso. —Te estaré esperando —le digo. —Yo sé que sí, y Franco, cuídala. —No tienes ni por qué decirlo porque sabes que lo haré. —Te amo —le digo. —Yo también. En eso nos separamos y continúo subiendo las escaleras hasta que por fin entro y tomo mi asiento; observo por la ventana cómo Alex sube a un auto y se marcha. El jet despega y nos vamos de regreso a casa. Franco se sienta a un lado de mí. —Gracias, Evolet —dice. —¿Por qué? —Porque Alex me entregó una i
Él entiende la indirecta y sube arriba de la cama. Se pone a un lado de mí mientras que yo le beso el pecho. Siento cómo él empieza a desabrochar mi gabardina. Hasta dejar al descubierto la minilencería que traigo puesta. Mientras que yo continúo besando su bien esculpido pecho, a la vez que acerco mi mano hasta su parte y comienzo a masajearla para despertarlo. —Espero y lo disfrutarás porque es lo único que tendrás de él —escucho la voz de Evolet. Me separo de él rápidamente, a la vez asustada; miro en la dirección hacia donde escuché la voz y entre las sombras veo que sale Evolet con una mirada de odio. —¿Qué es esto, Alex? —volteó a ver a Alex, que ya se ha separado de mí y está parado a un lado de la cama. —Espero y te gustará mi sorpresa. —¡Que no entiendo! ¿Quieres explicarme, Alex? —Verás, yo te explicaré —volteó a ver a Evolet—. Un pajarito me dijo que habías hecho un trato para desaparecerme. Pero lo que tú no contabas es que ese pajarito. Es excelente amigo mío y me
A la mañana siguiente despierto por los rayos del sol que entran por la ventana; poco a poco abro los ojos hasta que mi vista enfoca bien a los dos hombres que están a cada lado de mí. Me intento mover un poco, pero me percato de que cada uno me tiene abrazada y pongo una sonrisa al recordar la noche que tuvimos. Pero intento separarme de ellos como puedo poco a poco hasta que logro liberarme de ellos y me levanto de la cama. Me voy directo al baño para tomar una ducha, preparo el agua a la temperatura que me gusta, me meto y el agua comienza a caer por mi cara y cuerpo. Percibo que alguien me toca; inmediatamente abro mis ojos. Viendo a mis dos hombres. —Buenos días —les digo. —Buenos días —responden al mismo tiempo. —Pensabas bañarte sin nosotros —dice Alex. —Si contesto que sí, ¿qué harán? —veo cómo los dos ponen una sonrisa. —Ya lo verás —dice Franco. Y así cada uno de ellos comienza a acariciar diferentes partes de mi cuerpo a la vez que les doy un beso a cada u
POV Alex Debo decir que esta noche no he podido dormir. Mi mente está hecha un mar de preguntas, pero esas dudas sé que nunca podré responderlas porque mi padre ya no está aquí. Así que me levanto de la cama y me acerco al balcón de la casa de este mafioso, Leon, la persona que quiso matarme, pero en fin, lo que tengo que hacer por amor. Aunque también, no puedo creer lo que acabo de presenciar; sabía que este mundo era muy turbio, pero nunca me imaginé que la mujer que amo sería capaz de hacer semejante cosa, pero no la juzgo; sé que ella tenía sus razones para hacerle eso a ese hombre. La verdad, no siento ningún sentimiento de culpa; es todo lo contrario, siento felicidad. No sé por qué, pero siento que él se lo merecía porque él mató a mi padre. Nunca pensé que él sería el culpable de la muerte de mi padre, pero al fin pude hacerle venganza a mi padre. —Creo que ya es momento de decirle cuál fue nuestra decisión, ¿no crees? —Escucho la voz de alguien a mis espaldas; me giro
Observó cómo poco a poco van acomodándose las jóvenes en el segundo piso. Todas, al ver lo que está pasando, muchas se tapan los ojos mientras que otras sonríen felices. Me espero a que los hombres de León terminen de acomodar todo lo que puede quemarse a los pies de Clara y Riccardo. Veo cómo le echan un poco de gasolina. Cuando terminan, me giro para hablar con más jóvenes. —Hola, chicas, mi nombre es Evolet. Sé que muchas de ustedes no me conocen y algunas de ustedes sí. Verán, para las que no me conocen. Yo fui una de ustedes, abusada y golpeada por este pendejo. Él mató a muchas chicas, a mi amiga Carol entre ellas. Pero también mató a mi padre frente a mis ojos. Me torturó y al final me mataron, o bueno, eso pensaron hasta el día de hoy. Así que, chicas, ustedes son libres de irse con su familia; yo las ayudaré a regresar a sus hogares porque aquí les haré justicia a todas aquellas que sufrimos por culpa de él. Así que me acerco a donde está el fuego, tomo una de las antorcha
Nuestras miradas se quedan mirando fijamente y la verdad ya me está desesperando que él no me diga dónde demonios están. —Creo que no vale la pena seguir mintiendo porque, a fin de cuentas, yo ya estoy muerto. Así que está bien, te diré. Como te acabo de decir, esa niña no es mi hija. Ya, zorra de Clara, no solo le mintió a tu padre, también a mí. Me hizo creer que era mía. Pero esa niña no tiene ni una pizca de mi sangre. —No te creo, sé que lo estás haciendo para ocultarla. —Si no me crees, mira en la habitación donde te encerré para que te violaran; creo que todavía recuerdas dónde es. Le hago una seña a Leon y él de inmediato se va hacia donde acaba de decir Riccardo. Y antes de que pueda hablar, él ya está hablando. —Sé que vas a querer una explicación. De por qué creo que esa niña no es mía. —Hace una pausa que me desespera. —Pues verás, después de que, según te habías muerto, y como creo que estás enterada de que mis noticias no es lo mismo que antes. Una noche me encontré
Último capítulo