Mundo ficciónIniciar sesiónEn el caos de la ciudad Jaik no se imaginó que ese día iba a cambiar totalmente su perspectiva del mundo. Estaba en su auto cuándo del cielo como un meteorito cayó una inmensa bola de fuego, que al tocar el suelo se convirtió en una mujer, tan hermosa como jamás sus ojos habían visto... Liyeth Una guerrera Angelical había perdido la batalla por defender a su protegido kimy ante un demonio que lo había obligado a suicidarse, estaba devastada por no haber logrado salvar la vida de Kimy... Tanto así que ella también quiso morir, adoptó su forma humana y se precipito desde lo más alto del cielo al suelo, cerro sus ojos y decidió dejar su propósito, su causa todo por lo que había luchado, su decisión fue basada en el dolor, ella no había tocado la tierra antes de ese día, fue sorprendentemente doloroso caer del cielo, sintió el sabor metálico en su boca, no sabía que podía sangrar, pero... No le importaba, ya no tenía sentido vivir sin un objetivo... Pensó que estaba muerta pero no, abrió sus ojos y ella había dejado caos a su paso su caída fue en un estacionamiento, allí lo vio al hombre que la haría volver a vivir... La venganza,el sexo, el amor, el odio, los secretos, la piedad,la culpa, emociones humanas a flor de piel.
Leer másCada día me es más difícil cuidar de Kimy, un joven de 18 años, tímido, introvertido, con mirada dulce, - me recuerda a un gato rescatado-, como su protectora me siento agotada. Otra noche en la que los demonios lo rodean hasta en grupos de 20, mi espada esta desgastada por tratar de apartarlos de él , sus ojos se ven tristes y llenos de dolor, la pérdida de su madre Mayeth Sun, no lo deja vivir, ahora va con un cigarrillo y una botella de brandy en la mano, ya he logrado librarlo de un accidente, de una caída al vacío, de un demonio clase IV que quería beber su sangre en el momento que muera, sí solo pudiera verme, saber que estoy aquí...
Soy Liyeth una guerrera celestial rango 1°, Kimy es mi primer humano asignado después de tanta lucha, de lograr obtener mis alas, todo se reduce a Kimy, él es mi propósito de vida, mis superiores me dijeron que mi humano era un ser con un futuro difícil demasiado complejo para una guerrera novata, -¿ pero que tan difícil podría ser?-, así que me aferré a la esperanza de ayudar tanto como pudiera. Hoy logré alejarlo de un humano al que él llama Luck Simons es de esos humanos indeseables que a su espalda carga un batallón de demonios clase 2, los que hacen que Luck pierda el conocimiento e induzca a Kimy a beber y a drogarse en exceso, Kimy está tan débil, que a veces hago que pueda dormir más de lo debido, usando mi encanto angelical, si mis superiores lo supieran, me apartarían de su lado. Pero... Yo no puedo permitir que sufra tanto, cuando duerme luce tranquilo y sereno...No parece que lleva el alma rota. Para mi, sigue siendo mi pequeño, solo un joven de mirada curiosa y espíritu entusiasta. Hoy, es un día difícil para los dos, se cumple 1 año de la muerte de Mayeth, Kimy aún no despierta debido a mí encanto celestial, su teléfono suena y él se levanta de un salto, ve el calendario y solo llora... Me siento totalmente devastada, quisiera tomar forma humana y abrazarlo, aunque sé que eso está totalmente prohibido, no puedo presentarme ante él, además moriría al tocar la tierra encarnando un cuerpo humano,- un guerrero hace 1000 años lo hizo y no se sabe que pasó con él, ese guerrero... Era mi abuelo, su nombre era Dorht...Un guerrero que mató a una legión de Demonios clase 5 para salvar a una población humana de la devastación-... Dejo, a un lado mis pensamientos y vuelvo a Kimy, ya ha salido de la ducha esta totalmente vestido, afeitado (habían pasado días y no lo había hecho, es entendible dada la depresión en la que está sumido )-, sonrío amargamente viéndolo frente al espejo-, Kimy ensaya unas palabras para decirlas ante aquellos que asistan a la ceremonia religiosa. Kimy miles de veces a dicho que - no cree en nada que no sea palpable, la da mayor importancia a la ciencia y a lo tangible, la razón de su apatía a la religiosidad es porque miles de veces pidió que su madre no muriera y nadie lo escuchó-... Lo que Kimy no sabe es que sus oraciones retumbaban en el cielo, que hacía que el ser superior se inquietara y en su magnificencia trataba de mostrarle a Kimy que no era posible satisfacer su deseo, ya que el destino de Mayeth estaba escrito, ella hizo un trato con un Demonio clase 5 para lograr concebir un hijo y el demonio pidió su vida a cambio de darle 18 años junto a ése hijo. Así sucedió y una vez culminado el tiempo estipulado en el contrato ella tuvo que morir, el espectro del mal fue a la corte celestial, se presentó ante todos los asistentes santísimos, guerreros, guardias y toda criatura divina, reclamó lo que era suyo por derecho, no logramos quitarle el pacto, ya que estaba sellado, con sangre, palabra y voluntad, fue devastador ver la escena de aquel ser lleno de iniquidad e inmundicia al decir que se embriagaria al fin con la sangre de esa mujer, - alzó la vista ante la mirada atonita de todos los presentes - sin vacilar dijo : ¡Me muestro agradecido por la cooperación del cielo con mis deseos...!, Dando así por terminada la conversación que nos dejó con un amargo sabor de boca. En la ceremonia luctuosa solo se encontraba su padre y algunos cercanos, aquel hombre llamado su padre era un ser enigmático, severo y propio. Su nombre es Lein, aunque amaba a su hijo, no era capaz de ayudarlo, no era competente para ver en el inmenso hoyo en el que se encontraba su única descendencia, todo únicamente por su ambición... Ya que él fue el directo beneficiario de un jugoso seguro de vida al morir Mayeth, del cual su hijo no tenía idea... Kimy ingreso al salón saludo de manera mecánica a los presentes, los odiaba en secreto a cada uno, en especial a su padre. Estaba listo para dar el discurso hasta que un invitado se presentó sin avisar, dejando un hilo de desconcierto y gran curiosidad entre los presentes. - Mi, instinto me puso sobre aviso- -¿Quien es ese hombre, que llegó sin ser invitado?- ¡Un, momento, eso no es un hombre eso es...Otra Cosa!En el rincón más profundo del infiernoEn menos tiempo del que hubiera imaginado, descubrí cómo destruir a varios celestiales. Solo pensar en experimentar con ellos me llena de un humor exquisito. Pero aún debo idear un plan para acabar con esos dos… y con ese humano, Jaik.¿Cómo corromper su corazón?Ah, sí… tengo un plan reservado. Y si todo sale bien, pronto tendré una nueva mascota. Una muy útil.La idea hizo que el ser maldito se jactara, henchido de poder y soberbia.Nunca imaginé que el sacrificio de ese humano, Kimy, me traería tantos beneficios…Estoy aburrido —murmuró, mientras torturaba a un hombre cuyo rostro ya era irreconocible—.El pobre desgraciado tenía la boca cosida, la piel rasgada por los surcos de las uñas del demonio.Quiero sangre nueva.Ya es hora de un poco de acción… y reacción.Este lugar ya no es lo que era. Hay dolor, sí, pero no emoción. Y eso me irrita.El demonio se retiró lentamente, lamiendo sus dedos impregnados con el último rastro de vida del homb
Jaik: Después de una extenuante jornada de amor y pasión desbordada, el sueño llega a mí como una oleada de paz y tranquilidad. Pero esa sensación dura poco. En mis sueños aparece un joven de ojos grandes, expresivos y cargados de una tristeza que me atraviesa. Estoy lejos de él, trato de acercarme. Él siente mi presencia y me pide que me aleje. Ignoro su ruego. Entonces, una presencia maligna surge ante mí, me impide avanzar, me toma por el cuello, me olfatea y lame mi rostro. Me habla con una voz que eriza mi espíritu: “Estás impregnado de esencia de ángel... Dile a la guerrera que la voy a matar por lo que me hizo en el puente, y que jamás—óyelo bien—jamás recuperará el alma de Kimy. Ah, por cierto, felicidades por su noche de placer; has logrado profanar su divinidad.” Su carcajada retumba en mi mente, me sacude, me empuja. Despierto sobresaltado. Liyeth me observa con preocupación y me interroga. Mis ojos, abiertos como platos, la miran mientras le cuento la pesadilla. Ell
En casa del abuelo DorthDespierto después de un largo y reconfortante sueño. No puedo creer que haya dormido tanto; ignoro cuánto tiempo estuve “descansando”. Me resulta extraño ese letargo tan prolongado.Aclaro la vista y, al intentar levantarme, me sorprende no encontrar a Liyeth. ¿Dónde estará? No conoce a nadie y aún está herida. No sé adónde pudo haber ido... ¿Será que fue a buscar a Jaik?De pronto escucho una voz de trueno. Es el Altísimo.—¿Dorth, sabes en dónde está Liyeth? —El Todopoderoso no me había llamado en meses; no puedo negar el temor que eso me causa.—¡Señor, no sé en qué lugar se encuentra!—Yo te lo diré —responde con voz implacable—. Está con un humano y acaba de unirse a él como hombre y mujer. Ha renegado de su origen divino solo por sus propósitos. Le permití ejercer su libre albedrío. Sé que desea ir al Averno a buscar el alma de su protegido. Eso es un disparate. No voy a tolerarlo. Me opongo rotundamente.Las palabras del dador de todo me perturban tanto
Perspectiva de Jaik Estamos en mi habitación. La veo dormida y no puedo creer que las cosas hayan sucedido de esta manera. Liyeth es la mujer que quiero para mi vida, aunque para ella esta situación solo sea un trato o un canje. No tengo la menor idea de cómo describir lo que ocurre. Hace poco era una mujer celestial que cayó del cielo, agonizante, y yo, un humano envuelto por casualidad en este conflicto entre el bien y el mal, algo que aún no logro comprender del todo. No sé hasta qué punto las cosas cambiarán después de hoy. Si fuera por mí, la tendría en mi cama cada día, y no solo para poseerla, sino para compartir mi vida con ella. Puede parecer precipitado, pero no lo es; así lo sentí. Cuando fuimos uno, ya no pude imaginar dejarla ir. Sé que es apresurado decirlo. Quizá me rechace y no sienta lo mismo por mí. Se ve serena, tranquila y hermosa. No puedo creer que esté aquí conmigo, que haya sido mía. Los recuerdos de ese momento llegan a mi mente como una bocanada de air
Perspectiva de Liyeth: Aparto todo sentimiento romántico de mi mente; no puedo permitírmelo en este momento. Sin embargo, la mirada penetrante de Jaik me desarma. Quiero apartarme de esta situación, alejarme… pero mis pies se niegan a moverse, como si el suelo me retuviera. Con un esfuerzo casi sobrehumano logro apartarme. Él me observa con esa intensidad que descompone cada fibra de mi ser. Su mirada se posa en mis labios, y esa tensión invisible, pero palpable, me obliga a contener la respiración. Jaik se apresura a cerrar la puerta, y en ese breve instante me obligo a recuperar el control… lo mejor que puedo. Me invita a pasar. Agradezco esos segundos lejos de su mirada inquisitiva. Al ingresar a su morada, percibo que es un lugar acogedor, hecho a su medida: una sala pequeña, una cocina ordenada, un baño discreto… y al fondo, una habitación donde una cama inmensa domina el espacio. Me pregunto, ¿para qué una cama tan grande para un hombre soltero? ¿Acaso Jaik comparte su
Aún no he logrado reponerme de aquel inquietante sueño. Me es difícil entender cómo el oscuro se metió en mi mente; tal vez está intentando tentarme. —No voy a negar que me siento muy atraído por ella —la mujer ángel—, aunque sé que es imposible. Es solo un amor platónico. Ella jamás sentiría nada por mí. Tal vez es solo por su aura divina, que provoca esos pensamientos. Quizá sea su belleza tan pura lo que hace que me ponga nervioso al estar en su presencia. Me pongo algo de ropa cómoda y me dispongo a salir, ya que he regresado a mi antigua vida de paz y “tranquilidad”. El sonido del aldabón de la puerta me pone en alerta. Después de lo ocurrido en mi sueño con aquel maléfico ser, tengo los pelos de punta. Me acerco al ojo de la puerta para lograr vislumbrar quién está al otro lado; no logro ver a nadie. Me resulta inquietante la visita, pues no estoy esperando a nadie. De hecho, llevo meses sin recibir a nadie más que al señor Kiks, mi casero, los repartidores o mensajer
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