Mundo ficciónIniciar sesiónBianca Robles siempre supo que provenía de la raza más poderosa entre todas las existentes en este mundo. Sin embargo, ni siquiera por pertenecer a ese linaje fue bendecida por la Diosa Luna, ya que todos en su clan nacían con algún don… todos, menos ella. Pues ni siquiera tenía la habilidad de convertir su propia sangre en veneno, ese pequeño poder con el que nacían todos en su linaje, solo por pertenecer al clan elfos-magos. Buenos todos, excepto ella. Hasta que, de la nada, descubrió la verdad, que sí había sido bendecida por la Diosa Luna y en realidad, era la tercera niña de la profecía, dado que había heredado un poder que solo los dioses poseían. Y ahora, con este descubrimiento, Bianca está decidida a usar su don para hacer que Brando se enamore de ella y de nadie más, pues desde que miró a aquel hombre, sintió algo especial por él. Pero aquel humano no hacía otra cosa que alejarse, como si ella tuviera una enfermedad contagiosa, pero se juró que tarde o temprano él sería suyo.
Leer másBianca, al escucharla decir esas palabras, se dio cuenta de que aquel ser no era otra que la mismísima diosa Luna. Ella, que la imaginaba fea, gorda y grasienta, se equivocó por completo, pues era simplemente hermosa, y nada de lo que había imaginado que sería aquella diosa era así, pues siempre se había dicho que la Diosa Luna debía ser un ser grotesco por la forma en que trataba a sus hijos, por esa razón suponía que era tan malvada por ser fea, sin embargo, no había ni una pizca de lo que había imaginado antes, pues la presencia que ahora tenía frente a ella era un ser majestuoso y sobre todo hermoso.Enseguida volvió en sí y le dijo:—Diosa Luna, ¿por qué, si te detesto tanto, me diste tanto poder? Y peor, aun sabiendo lo egoísta que soy, ¿por qué darme tanto poder a un solo ser? ¿No tienes miedo de que arrase con todo lo que se mueva en la tierra?La Diosa Luna —le respondió casi de inmediato, diciéndole: No, porque tienes la misma sangre que la mía, además porque eres mi única y
Por su parte, Brando seguía con Bianca en sus brazos, rogándole a la Diosa Luna, mientras todos los lobos de la manada lo rodeaban en señal de respeto hacia su alfa y su luna. Luego llegaron la reina Minerva y el rey Mago, quienes también conservaban sus recuerdos del pasado intactos. Se acercaron a Brando y le dijeron con voz llena de dolor:—Déjala ir, allí ya no hay vida.Brando los miró con una mirada llena de furia y les respondió:—Sé que ella sigue viva en algún lugar, porque nuestro vínculo de pareja aún late en mí como siempre. Solo pienso que debe estar esperándome, en algún sitio oscuro, para que la rescate.Por esa razón la movía de un lado a otro, esperando que reaccionara o que la indicara dónde ir a buscarla, pero nada sucedía.Ya habían pasado tres días desde la muerte de Bianca, y Brando aún no había enterrado su cuerpo, pues aseguraba que ella volvería tarde o temprano a la vida. Puesto que se aferraba a su vínculo de pareja que seguía igual, tan fuerte como siempre.
Brando, asustado porque no sabía qué hacer para bajarla y poder sacarla de aquel estado, además estaba que acababa de oler a sus cachorros en ella, lo que significaba que estaba esperando a sus primeros hijos y él no se había dado cuenta.Abril era otra que trataba de bajarla, pero parecía que Bianca estaba en un trance y no podía salir de allí.Por su lado, Anastasia, al ver que todos sus hechizos no le hacían nada a Bianca, sino que más bien le estaban causando daño a ella misma, sintió el terror recorrerle el cuerpo y en su cabeza comenzaron a aparecer grietas negras por haber utilizado tantos hechizos prohibidos. Sabía que aquellos conjuros oscuros tarde o temprano le cobrarían factura, pero nunca imaginó que sería tan pronto.Aun así, no le hizo caso a esos pequeños detalles, pues todavía le faltaba acabar con la compañera de Brando y así poder hacerlo suyo. En su último intento, lanzó un hechizo de amarre para atar a Brando en vida y en muerte. Pero parecía que Bianca percibía t
Bianca lo miró con una mirada que hizo retroceder tanto al alfa Efrén como a Anastasia.Alfa Efrén se había olvidado por completo del descubrimiento que había hecho sobre la compañera de Brando, pues sabía que aquella criatura era capaz de mandar a voluntad a cualquier ser de este planeta, sin importar su posición en la escala de mando. Incluso a él, que era un alfa y estaba hecho para mandar a todos en su manada sin recibir órdenes de nadie. Ya que a los alfas se les daba la voz de mando desde su nacimiento.¿Cómo era posible que una simple mujer lo hiciera obedecer con una simple mirada?Al pensar en lo que le había hecho a Brando, supo que estaba perdido, y no era para menos, ya que Bianca comenzó a lanzar a los dragones y a todo ser vivo que estaba a su alrededor por el aire. Al hacerlo, ella también se elevó, cubierta por un aro de aire y posicionada en el centro de todos. Enseguida comenzó a retroceder el tiempo y, mientras lo hacía, su cabello negro tomaba un color gris como la
Aquel ejército, después de matar a Brando y a todos en la manada Divina, incluyendo al rey mago y a la reina Minerva, que por mucho que intentaron defender a aquella manada y evitar que la profecía se cumpliera, no lo lograron, pues fueron consumidos por las llamaradas de fuego que lanzaban aquellos dragones a diestra y siniestra.Bianca, por su parte, apenas sintió un vacío en su corazón que al principio no logró entender, pero segundos después le dijo a su tía Abril:—Debemos regresar de inmediato, algo malo le sucedió a Brando y en su rostro se notaba un miedo y una preocupación notables; tanto era su temor en aquel instante, por pensar que a Brando le hubiese pasado algo malo, que puso nerviosa a Abril también.Entonces Abril, con la voz un poco asustada, le preguntó qué le pasó a Brando.Pero Bianca no supo cómo explicarle, pues el vacío que sentía en su corazón era, como si aquel órgano vital ya no funcionara igual que antes y una tristeza inexplicable que no podía comprender se
Anastasia estaba desconcertada porque sus hechizos no podían penetrar en Brando, lo miró sorprendida y le preguntó:—¿Qué hiciste? ¿Por qué mis hechizos no son capaces de afectarte? Y peor aún… ¿Por qué los conjuros que te lanzo se devuelven a mí con doble de fuerza?Ella estaba tan sorprendida como asustada, pues en todos sus años practicando la hechicería nunca había visto algo igual. Ya que sus hechizos regresaban con el doble de fuerza y dolor que los lanzaba y apenas pronunció esas palabras, volvió a escupir otra bocanada de sangre.Definitivamente, el ser que protegía a Brando debía ser demasiado poderoso, porque por más que intentaba usar los hechizos más poderosos de su libro prohibido para dañarlo, ninguno lograba herirlo; al contrario, el daño recaía sobre ella misma. De inmediato se preguntó qué clase de brujería era esa, pues nunca había visto algo similar. Sabía que era posible que los hechizos se regresaran a su dueño, pero no que duplicaran su efecto y causaran un dolor
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