Ambar es una chica que ha sabido lo que es vivir en la pobreza debido a su padre que la trata como ganado dispuesto a venderla al primer postor qué esté dispuesto a compararla. Decidida a huir de aquel infierno, se topa con los Reyes de Polonia quienes han quedado flechados al instante de verla, decididos a tenerla para ellos, toman la decisión de comprarla, Ambar sin opciones a donde ir, decide irse con ellos encontrándose con la sorpresa de que ella no era la única mujer de los Reyes.
Leer más|CAPÍTULO 3¦Stefan.Minutos antes.🌹🌹🌹Zarek caminaba de un lado a otro un tanto ansioso debido a la nueva chica que llegó, me estaba poniendo ansioso a mi también maldita sea.—¿Crees que sea la correcta, hermano?—No lo sé, espero que esta vez sea la correcta, tenemos que encontrarla antes de que pase más tiempo.—Tiene que ser ella, es la única que puede Stefan.—Esperemos que lo sea.El guardia entro a la habitación.—Su majestades, la concubina esta esperando.—Gracias, vamos Stefan —asentí y lo seguí hasta la biblioteca qué estaba del otro lado del castillo.Era de vital importancia saber que tal era, aunque ya pudimos ver un poco de ella así haya sido un poco, ella nos cautivó desde que la vimos esa noche en el bosque, se miraba tan asustada, vulnerable e inocente, pero sentí una fuerza dentro de ella que era más que fuerte, era cómo una atracción difícil de controlar, es como si ella nos llamara, es difícil de explicar.Llegamos a la biblioteca, nos abrieron las puerta y e
|CAPÍTULO 2|Ambar.Dos días después.Hoy estaba limpiando la casa, recogiendo el desastre que mi padre dejó anoche de nuevo, a veces quisiera irme y dejarlo todo atrás, pero no tendía dinero, no tenia algún sitio a donde irme ya que no sabía si tenía familia así que no me quedaba de otra que soportar los tratos de mi padre hasta el día en que decida venderme a uno de sus amigos para ser una esposa fiel y obediente.Mi cuerpo lo sentía agotado, debido a la falta de sueño y trabajo excesivo y pensar que siento un poco de alivio cuando duermo, sin embargo sentía miedo de que el entrara por esa puerta y me hiciera daño.La puerta sonó, así que la abrí antes de que el se quejara, al hacerlo había un hombre, bien vestido, pude ver el escudo del palacio ¿qué habrá hecho mi padre ahora?—Buenos días —dio un asentimiento, yo lo regresé— ¿se encuentra su padre?—Si señor —me hice a un lado para que entrara, el lo hizo mientras miraba mi casa por dentro.—Señor —Mi padre se puso de pie— qué hon
|CAPÍTULO 1|Polonia, año 1790.Ambar:Despertar era un verdaderos reto para mi ya que a penas escuchaba el cantar del gallo debía despertarme, mi espalda dolía todavía debido al trabajo de ayer en la taberna de Gorgol, como era de costumbre tenía que trabajar para poder comer, por suerte lo hacía una sola vez a la semana, cosa que me facilitaba un poco para hacer los quehaceres de la casa.Me puse de pie a mirar por la ventana el lindo amanecer qué el día me entregaba, era una vista maravillosa, así como todos los días, empezaba una mañana tediosa. Tomé el balde con agua para lavarme el rostro y parte de mi cuerpo, me quite la bata de dormir para ponerme el vestido que usaba para hacer los quehaceres, ya estaba desgastado pero era el único que podía usar ya que el único bonito que tengo, esta guardado en mi cajón, era de mamá así que lo cuido como a mi vida.Me hice una trenza y puse el pañuelo sobre mi cabello, salí de mi cuarto mirando hacia la habitación de mi padre quien dormía p
Prólogo.Ambar:—Señorita, haga lo que le piden por favor —decía el hombre frente a mi.—Pero... No pueden hacerme ésto, yo no soy una mercancía a la cual pueden comprar —dije al borde del llanto.Todavía no podía creerlo, mi padre había logrado venderme a los Reyes ¿Porque lo hizo? Se supone que soy su hija y no debía dejarme a la deriva.—Haz lo que te dicen Ambar —Mi padre me sostuvo con fuerza del brazo— pagué demasiado por ti.—Padre.. Yo no quiero irme.. Yo no conozco a los Reyes, no quiero ser su mujer.—¡Pues lo harás! ¡Pagué mucho por ti bastarda!—Le aconsejo que no trate a la señorita de esa forma —aquel hombre intervino— llega lastimada a palacio, perderá ambas manos por tocarla.Si usted supiera señor, solo si supiera.Mi padre me soltó, no había forma de huir, me cazarian como animal, no quiero morir. No así.—Venga conmigo señorita.. Es momento de irnos.No asentí, tampoco negué, me quedé quieta en mi lugar, joder ¿qué hice para merecer ésto? Salí de la casa con lo únic