Estoy, sentada en el escritorio de una oficina central del reino celestial, con un agujero en el pecho por la pérdida de mi protejido Kimy, desde aquel fatidico día, estoy viviendo como un zombie totalmente, enterrada en toneladas de papeles, los cuales verifico de manera mecánica, estoy en un departamento llamado, personas en tránsito, esto quiere decir que están vivas, pero se encuentran en coma, se registran sus memorias y todo lo que pasa externamente, aunque pueden oír a sus cercanos no logran despertar, es casi como estar en una cárcel dentro de su cuerpo...
-Estoy totalmente absorsta en mí trabajo, hasta que una voz suave y condescendiente me saca del trance del que estoy envuelta-
- ¡Liyeth, el superior quiere hablar contigo, no puedes seguir así! - su, tono es muy cálido pero firme - típico de ángeles...
Aún después de tantos siglos de vivir y ser una rutina venir aquí al cielo, aún me quedo asombrada por la belleza del lugar más bello del universo, se percibe tanta feli