Dulce Mentira

-¡Puja, mayeth!... Puja, ya falta poco, solo un intento más y lo tenemos - es un varón, esta fuerte y sano felicidades-. Dijo el doctor que recibió a Kimy en el hospital, fue una noche difícil, pero yo estaba emocionada por la asignación, por verlo nacer, e seguido su proceso desde su concepción, es su familia la que me preocupa, su madre a tenido un embarazo difícil, pesadillas y alucinaciones, su padre es amoroso pero su amor por el juego de azar, traerá problemas, es ambicioso. - oigo pasos acercándose, veo una figura de autoridad, es mi superior - ¿Liyeth, puedo hablar contigo? - me siento totalmente nerviosa, trato de, disimular - Claro, por supuesto señor, lo escucho, - frunce, el seño y me mira con algo de condescencia- Liyeth, escucha creo que no podremos asignarte con el humano Kimy...

- ¿Porque señor?- , ya conoces la situación, sabes de donde proviene ese niño. Sobra decir qué es un pacto demoníaco, lo que lo trajo a la vida. - me siento totalmente confundida y enojada - Señor. Con todo respeto, debo hacer honor a mi pacto como guerrera celestial, cumpliré la misión, así deba hacer lo que tenga que hacer. - Mi superior se resigna ante mí idea, lo veo en su lenguaje no verbal y sus ojos se tornan inexpresivos- ¡Esta, bien... Pero no será nada fácil y lo sabes!

En ése momento en la habitación de la clínica:

-Lein, nuestro hijo es perfecto, debemos alejarlo a toda costa de esa cosa, que me persigue en mis sueños, me ayudaras amor mío , a cuidarlo de todo lo malo, debes prometerlo -

-Claro mayeth, te lo prometo linda, ahora solo descansa -

Mientras tanto...

Afuera de la clínica estaba, aquel ser, con quien habían pactado, se sintió fascinado porque su recompensa ya estaba en proceso, solo era cuestión de esperar el tiempo adecuado, se monto en un su automóvil blindado y se sintió embriagado por el olor de su sangre, sabía que pronto la tendría para sí mismo. - Pero algo perturbo al espectro- hizo cara de asco y fastidio.

Pero, ¿que hacen los guerreros celestiales aquí?

No, pueden asignarle un guerrero o guerrera a mi niño de sacrificio, ¡es mio!... No, lo voy a impedir por ahora, pero pronto esa deliciosa vida será solo mía.

Las ruedas del automóvil sonaron y solo quedo el olor a caucho quemado en la calle, y el edor de podredumbre del demonio a su paso.

Volvemos al presente

¿Padre, dime que fue lo que el espectro le dijo a mí madre el día del pacto?

- Le, dijo que ahora ella tendría 18 años junto a ti, donde no habría ninguna interferencia de su parte, al llegar el tiempo límite ella moriría, sacrificada por él. Ese, era el precio y adicionalmente en cualquier momento iría por ti y también tomaría tu vida en sacrificio... - La declaración de Lein, fue amarga y trágica. - ¡Padre, quieres decir que mi vida solo a sido una dulce mentira! - sus palabras hicieron eco, en mi mente, que podía hacer yo, como su protectora y como guerrera para salvarlo. - entre tanto Kimy salió de manera estrepitosa y acelerada del recinto, corrí tras él, para evitar lo inevitable, porqué estaba sucediendo esto, él no es culpable...

En la persecución y acción de ir tras kimy:

Solo, recuerdo que caí al suelo y me desmaye por el veneno de Demonio, la figura que reconocí fue el Demonio del pacto, había venido por él, - ese pensamiento me hizo sufrir tanto que mis lágrimas brotaron a través de mis ojos, no podía creer que eso estuviera pasando-

El dolor en mí espalda era evidente el veneno corría por mi cuerpo, me sentía débil y agotada. En ese momento un compañero guerrero, pasaba por allí, me vio casi muriendo y salvó mi vida con su toque celestial, ese don solo lo tienen los miembros de alto rango. - pero, como lo hizo... No, tiene alas ¿Quien, es el extraño salvador? - volví a cerrar los ojos, no sin antes imaginar la sonrisa de Kimy y ver su rostro perderse en las sombras de mí mente.

Decidí alejarme de Liyeth, al verla en el suelo, no quise decirle quien era yo... Sí, se enterara de la verdad, todos descubririan donde estoy, luego de todos estos años, ya no soy un guerrero celestial, aún poseo mis poderes, que por una extraña razón no perdí luego de mi batalla en aquel entonces, con todos esos entes del mal, - aun duele mi brazo por las mordeduras de esos malditos demonios - me console a mí mismo-, al caer a la tierra perdí mis alas y ahora solo soy... Nada, no tengo ni idea cual es la razón por la cual estoy vivo, - el gran Dorth, capitán celestial condecorado- ahora es solo un fantasma que vaga en la tierra sin ser reconocido por Celestiales, ni humanos... Pero, claro esos malditos demonios no me dejan en paz.

-De reojo veo a Liyeth levantarse -. Me apresuró a irme, a lo lejos la veo, partir y le deseo suerte.

Por, mi parte será otra noche de lucha, hay un grupo de espíritus malignos atormentando a un grupo de humanos, tomo mi arco y mis flechas destellan en el cuerpo moribundo de los engendros malignos.

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP