Ania Jones había conseguido todo lo que siempre soñó, una vida perfecta, por lo que, ella era completa y absolutamente feliz. Primero y principal, estaba casada con Liam Carter, un hombre atractivo y rico a quien amaba, y que la amaba a ella. Segundo, finalmente los problemas con su familia y con su hermana, Alicia, habían quedado en el pasado, logrando una relación fraternal normal. Y tercero, Ania y su esposo, se habían enterado de que, pronto, recibirían la visita de la cigüeña, pues venía un amado y muy deseado bebé en camino. Pero cuando las buenas noticias llegan juntas, abundan. Pues recientemente, la madre de Liam, había avisado que los visitaría para felicitarlos por la noticia del bebé, próximo heredero de su dinastía, y les daría su bendición Porque hasta ese momento, la millonaria familia Carter no había aceptado el matrimonio de Liam con Ania, una mujer de procedencia inferior. Así pues, todo, finalmente, todo era absolutamente perfecto, hasta que, todo el mundo de Ania se desmoronó… Cuando, sin saber cómo sucedió, la madre de Liam, muere frente a los ojos de Ania y ella es acusada como la única culpable.
Leer más—Liam, cariño… ¿Qué pasó? ¿Qué te dijeron? — Preguntó Ania sintiendo como su corazón latía acelerado.Pues aunque Ania no quería admitirlo, su esposo se veía muy diferente al hombre dulce y amable que ella conoció.—Después de todo lo que hice por ti… — Liam se detuvo frente a la reja, a una distancia prudente.—¿Qué? — Ania lo miró, confundida, sosteniéndose de la reja, con el rostro prácticamente entre dos barrotes.—Me puse en contra de mi madre y de toda mi familia por mi amor por ti… ¡¿Y así es como me pagas?! ¡¿Eh?! — Liam se abalanzó sobre la reja de golpe y por instinto Ania se tiró hacia atrás, cayéndose.—Ahhhh… — Gritó ella, cayendo sentada en el frío suelo. — Liam, cielo… Por favor, no sé de qué me hablas… — Gimió desde el piso, dentro del sucio calabozo.Ania intentó contener la mueca de dolor por el golpe de la caída e intentó levantarse, cuando los gritos de Liam la hicieron tirarse de nuevo hacia atrás, volviendo a caer sentada sobre el frío concreto.—¡As
Llegaron todos al destacamento, sin embargo, los policías le pidieron a Liam y a Alicia quedarse en la sala de espera, mientras se llevaban a Ania al interior de la comisaría.—Oigan, ¿qué hacen? — Liam detuvo a uno de los policías, sosteniéndolo por la chaqueta.—Lo siento, señor, pero según el procedimiento la señora irá nuevamente a interrogatorios y luego pasará a los calabozos.—¡¿Qué?! ¡No pueden hacer eso! ¡Ella está en estado! — Voceo Liam preocupado.—Señor, si tiene algo que decir o quejarse, le sugiero que llame a su abogado y que él se encargue de arreglarlo todo. — Replicó el policía, soltándose del agarre de Liam con un tirón, para seguir su camino y llevarse a Ania.—Tranquilo, estaré bien… — Ania intentó sonreírle a su esposo, aunque en sus ojos, él pudo ver la preocupación que la agobiaba.—¡Maldición! ¡Esto no puede ser! — Gruñó Liam para sacar su teléfono y llamar de inmediato a su equipo de abogados.En pocos minutos, unos abogados se fueron a acompaña
Liam emitió un gruñido lleno de rabia, dolor y frustración, mientras se mesaba los cabellos con vehemencia, ¿Acaso esto era una maldita pesadilla? —Señor Carter, sabemos que debe ser muy abrumador para usted, pero… — Intervino uno de los policías.—Es que yo… No entiendo… ¿Mi madre, envenenada? — Lo interrumpió Liam, retrocediendo un paso, ahogado el dolor que lo quemaba internamente.—Señor Carter, antes que nada, lamentamos mucho su perdida… — Otro de los policías intervino. — Como usted comprenderá, está, es una situación muy delicada y por el estatus de su familia, estamos tratando de ser lo más discretos posible, lo mejor es que la noticia no se exponga públicamente, por lo menos hasta que el caso se resuelva.—Señor… — Continuó el otro policía. — Entendemos el dolor que deben estar enfrentando y que con todo esto deben tener muchos asuntos que arreglar, pero necesitamos conversar lo más pronto posible con usted y con las principales personas involucradas… —¿Qué? — Li
—¡Alicia! ¡Oh, por Dios! ¡Necesito de tu ayuda…! ¡No sé qué le pasa¡¡Ayúdame por favor! — Gimoteaba Ania con lágrimas en los ojos.—¡No te acerques a ella, Ania, no sabemos que pueda tener y tú estás embarazada! — Voceo Alicia a su hermana, sosteniendo el brazo de Ania cuando ella intentó tocar a Georgia.—¡Pero…! ¡Pero tenemos que hacer algo! ¡Tenemos que ayudarla! — Refutó Ania con lágrimas en los ojos y las manos temblorosas.—¡Ve por ayuda! ¡Corre! ¡Llama a una ambulancia!, ¡Corre, que yo me haré cargo! — Ordenó Alicia con autoridad a su hermana, levantándola.Ania dudó por un pequeño instante, viendo como ahora era Alicia quien se arrodillaba junto a Georgia, quien ahora había dejado de moverse.Alicia intentaba tocarla, como si tomara sus pulsaciones, mientras que Ania seguía paralizada a unos pasos.—¡Ania, corre por ayuda! — Insistió Alicia al ver que su hermana seguía en el mismo lugar, pasmada.—¡Sí! — Ania reaccionó y finalmente corrió de la habitación asustada
Con algo de náuseas y malestar por su embarazo, Ania abrió la puerta de la habitación, su hermana mayor, Alicia, traía una bandeja entre sus manos con un despampanante desayuno.—Buenos días, hermanita. — La saludó Alicia con emoción.—Buenos días… —Mira, te traje el desayuno…Alicia dejó la bandeja sobre la mesita central del recibidor que se encontraba al entrar en la habitación principal.—Alicia, gracias… — Ania observó a su hermana con preocupación. — Pero no es necesario que hagas estás tareas, aquí contamos con suficiente personal para…—¡Tonterías, deja de quejarte! Mi pequeña hermana está embarazada… — La interrumpió Alicia. — Así que necesitas todos los cuidados y mimos, de primera mano, de quienes más te amamos, tu esposo y tu hermana mayor… — Se señaló a sí misma.—Pero tú…—Estoy bien, gracias al tratamiento que tú y Liam pagaron por mí, ahora estoy mucho mejor… — Alicia se encogió de hombros, como si nada. — Esto es lo menos que puedo hacer por ustedes, p
Último capítulo