— Te compensaré el resto de mi vida, de nuestra vida por todo lo que te hice pasar y si es necesario, renovaré todos los días mis votos de amor por ti, frente al mundo entero, para que todos vean el terrible error que cometí y mi arrepentimiento… Me casaré contigo de nuevo, haré todo lo que me pidas y lo que sea necesario, para demostrarte lo que siento… — Liam se arrodilló, al tiempo que Ania abrió los ojos de par en par.
— Liam, pero… ¿Qué haces? Si ya estamos casados…
Ania sonrió, limpiándose una escurridiza lágrima de felicidad que se le escapó.
— No me importa, quiero casarme contigo, me casaré contigo las veces que quieras, renovaré mis votos todos los días, si así lo quieres, te demostraré que lo que siento es real… Si solo me das una oportunidad, te prometo, te juro, que esta vez, no la desperdiciaré…
Ania volteó la mirada, sin poder contener su alegría, el corazón le latía despiadadamente, las lágrimas querían salir a mares.
El hombre que ella siempre amó, el hombre que