Mía es una loba Omega, es modelo webcam y lleva una doble vida: de día es una chica reservada y abnegada a su familia, de noche se convierte en una estrella virtual en plataformas para adultos. Lo hace por necesidad: paga la universidad de su hermana menor y mantiene a su madre enferma. Su mundo cambia cuando un nuevo usuario misterioso aparece en sus transmisiones con el nombre de AlfaX. Lo que Mía no sabe es que AlfaX es en realidad Xavier, el futuro líder supremo de la manada Esmeralda, millonario y reservado, No busca sexo ni morbo: está fascinado por la manera en que ella habla, por su mirada, por el dolor que esconde detrás de cada sonrisa fingida frente a la cámara. Xavier y Mia se verán en vueltos en un peligroso triángulo amoroso, cuando esté sin saberlo elija a Liliana la hermana menor de Mia como su concubina y posible Luna.
Leer másCapitulo 151Narra Mía...Mercurio cayó al suelo, Sus piernas temblaban como gelatina, Respiraba agitado, acababa de quitarse un gran peso de encima.El aire cambió al instante, Y entonces se escuchó.Un aullido largo, profundo, mas bien un lamento, era la Luna Negra muriendo.Selene habló dentro de mí y su fuérza regreso.—Ahora puedes salvarlo.Me acerqué a Alex, que estaba pálido y Todavía sangraba.Coloqué mis manos sobre su herida, el calor de Selene atravesó mis brazos y su luz envolvió su cuerpo.Él me miró con los ojos entrecerrados.—Gracias… mamá —susurró.En ese momento, los lobos que habían seguido a Mercurio empezaron a vomitar brea negra. Uno por uno, como si algo los forzara a expulsarla, Esa masa oscura se arrastraba por el suelo, pero se deshacía con la luz, ya no tenía dónde esconderse.Mercurio cayó de rodillas y se cubrió el rostro, estaba llorando y temblando, Me arrodillé junto a él y lo abracé por la espalda, era mi cachorro.—Ya terminó —le dije—. Ya no está
Capítulo 150La pelea fue brutal desde el primer segundo, el lobo oscuro de mi hijo emergió dispuesto a acabar conmigo Era una lucha que estaba esceita desde siempre, el bien y el mal, yo solo quería sacar a mi hijo de ese infierno.Mercurio era más fuerte, más rápido por su edad joven y al ser un lobo macho. La oscuridad le daba un poder que no venía solo de él, Se movía con rabia, con la intención de destruir, el odio alimentaba esa energía que me tenía acorrolada.Me solté, le dije a Selene que confiaba en ella y en la diosa Luna, en el designio de mi vida.Yo confiaba en Selene, en mi loba blanca, en lo que habíamos superado para estar de nuevo juntas.Mi madre había sufrido por esa maldición y yo no dejaría que mi legado se construyer en la derrota de la oscuridad, el dolor que sentía era real, Cada golpe me recordaba que estaba peleando contra mi hijo, que el bebé que luche para tener a mi lado, me quería matar.Entre zarpazos y gruñidos, en medio del caos, me acerqué a Mark.
Capítulo 149Narra Mía..Xavier estaba enfermo, Su corazón ya no le respondía igual. Por eso, con el apoyo de Ares, tomé el mando de las tropas.No era lo que quería, no era lo que soñé, ir a una guerra en contra de mi propio hijo, Pero era mi responsabilidad de Alfa.Y dentro de mí sabía que mi objetivo no era ganar una guerra, era llegar hasta Mercurio.Él apareció al frente, entre la niebla de la madrugada, con la oscuridad en todo su ser, sus ojos ya no eran los de mi hijo.Su respiración era lenta, controlada, llena de odio. Me dolía verlo así, destruido.—No quiero pelear contigo —le dije, caminando hacia él—. No soy tu enemiga, yo soy tu madre.Él me miró con desprecio.—No tengo madre —dijo seguro —. Aborrezco tu sangre, aborrezco tu loba blanca. Todo lo que me diste fue debilidad.Desde hace mucho tiempo mi loba no se presentaba, La sentía dormida y lejana, Pero en ese momento, salió.Un gruñido profundo me atravesó el pecho.—No la llames por mi antiguo nombre —susurró den
Capítulo 148El territorio estaba en guerra, Nos movíamos entre los árboles, agachados, en silencio, escondiéndonos de los rugidos, de los gritos, de las explosiones.Bianca se quejaba a cada paso.—Esta no es nuestra guerra —decía—. ¡Nos van a matar por defender a una manada que ni siquiera nos pertenece! ¡Estas loca Micaela!Julián se detuvo en seco—¿Eso piensas? —le dijo con los dientes apretados—. ¿De verdad eso piensas después de todo?—Claro que sí —respondió ella con arrogancia—. Esto es entre ustedes y ese lobo maldito, Yo no tengo nada que ver.—Ya entendí quién eres —le respondió Julián, dolido—. Yo estaba enamorado de un espejismo, De lo que fingías ser y decidí creerte, dude de mi madre, de mis hermanos, de todos, pero ahora veo que eres una víbora Ella lo miró con rabia, pero no respondió, solo agachó la mirada—Si no quieres seguir, vete —le dije cansada de su actitud —. Pero hazlo sola, No vamos a devolvernos, puedes seguir caminando derecho por el sendero hasta la m
Capítulo 147Sara salió corriendo, mientras yo la llamaba a gritos pidiéndole una explicación, regresó a minutos después.Tenía al pequeño Pierce en brazos, El bebé estaba dormido, envuelto en una manta clara, con las mejillas rosadas y los labios entreabiertos.—Te lo traje —dijo llorando inconsolable , podía ver en sus ojos lo difícil que fue para ella confesar esta verdadYo seguía amarrada, no sabía si tenía fuerzas para hablar, pero apenas lo vi… sentí que todo en mí se rompía, era mi bebé, el producto del amor más grande de mi vida.—¿Por qué ahora? —pregunté con la garganta cerrada mientras mis ojos empezaban a empañarse por las lágrimas —. ¿Por qué justo ahora lo traes?Sara se acercó despacio, Me miró a los ojos, ya no estaba enojada, creo que estaba agotada, como si por fin se quitara algo de encima, el peso de la culpa y del odio—Cuando me fui a la manada de Xiomara para tener el parto… —empezó—, el bebé nació muerto.Me quedé congelada, yo más que nadie sabía el dolor de
Capítulo 146Narra Micaela...Escuchaba los gritos afuera de la habitación y me di cuenta que todo se estaba poniendo cada vez peor, era imposible no sentirme frustrada al darme cuenta que no podía ayudar a mi familia.Paulina me cuidaba mientras tenía a su bebé en brazos, Me hablaba bajito, para intentar calmarme y pedirme que no me estresara, creo que también lo hacía para poder tranquilizarse ella misma.—Resiste, Micaela —me pedía tomándome la mano con ternura —. Todos están haciendo lo posible para salvarte, Por favor, resiste, No dejes que la oscuridad entre a ti.Yo me sentía lejos de todo, Empezaba a sentir que una nube negra me cubría por completo, haciendo que mis pensamientos empezarán a distorsionarse.No sabía exactamente qué me había inyectado Mercurio, pero lo sentía en mi sangre, Era como un veneno, que empezaba a subir caliente por todas mis venas, empezaba a dominarme, y sentía que me estaba volviendo loca.Empecé a tener imágenes en mi cabeza, eróticas, Escenas de é
Último capítulo