Mía es una loba Omega, es modelo webcam y lleva una doble vida: de día es una chica reservada y abnegada a su familia, de noche se convierte en una estrella virtual en plataformas para adultos. Lo hace por necesidad: paga la universidad de su hermana menor y mantiene a su madre enferma. Su mundo cambia cuando un nuevo usuario misterioso aparece en sus transmisiones con el nombre de AlfaX. Lo que Mía no sabe es que AlfaX es en realidad Xavier, el futuro líder supremo de la manada Esmeralda, millonario y reservado, No busca sexo ni morbo: está fascinado por la manera en que ella habla, por su mirada, por el dolor que esconde detrás de cada sonrisa fingida frente a la cámara. Xavier y Mia se verán en vueltos en un peligroso triángulo amoroso, cuando esté sin saberlo elija a Liliana la hermana menor de Mia como su concubina y posible Luna.
Ler maisCapítulo 6El golpeteo de Luca se sentía cada vez más insistente y peligroso. Pero Xavier no se detuvo. Sus dedos seguían entre mis piernas moviéndose suaves y seguros, trazando círculos que me robaban el aliento.—Por favor… Xavier… detente —susurré, pero hasta yo podía escuchar lo débil que sonaba mi voz. Tan débil como mi voluntad, tan rota como mi lógica.Me besó en el cuello, justo en el maldito punto donde me había marcado aquella noche, y su voz ronca me sacudió.—¿De verdad quieres que me detenga? —susurró contra mi oído, con esa mezcla de lujuria y ternura que me volvía loca —. Si me lo pides otra vez… lo haré.Colocó su frente contra la mía, sus ojos fijos en los míos, mientras aceleraba el ritmo de su mano, sin perder la suavidad. Me acariciaba como si aún fuera suya, como si lo hubiera sido siempre.Debí decir “no”.Debí empujarlo, gritar, cerrar las piernas, salir corriendo.Pero lo besé. Lo besé con hambre, con esa necesidad absurda de perderme en su boca. Y ese beso… fu
Capítulo 5 Liliana lo tomó del brazo con desesperación. Le rogaba en voz baja, suplicante, mientras yo la miraba con una mezcla de pena y rabia. Xavier apretó la mandíbula con rigidez y sin miramientos se soltó de ella como si su contacto le repugnara.—Tienes hasta mañana para decidir —me dijo con ese tono amenazante que los Alfas usaban con nosotros.Lo miré sin bajar la mirada, sin mostrar miedo aunque por dentro estaba temblando.—No te preocupes. Mañana mismo nos iremos de la manada Esmeralda —respondí con la voz firme, tomando la mano de mamá y saliendo con la cabeza en alto de esa mansión que apestaba a poder.Liliana no tuvo otra opción que seguirnos. Caminó tras nosotras como una loba herida, pero no tardó en soltar su veneno. En cuanto estuvimos fuera, comenzó a insultarme, escupiendo cada palabra con odio.—¡Vas a destruir mi futuro! —gritó.—Te quiere como una amante —le respondí sin rodeos.—¡Yo sé que puede convertirme en su Luna! —chilló, furiosa—. Entre nosotros hay
Capítulo 4 Liliana se lanzó a sus brazos completamente emocionada, lo besó con una pasión descarada que me heló la piel. Sentí una incomodidad tan honda que tuve que apretar las manos sobre mis piernas para no explotar ahí mismo. Estaba temblando. Él estaba de nuevo frente a mí… y lo odiaba. No podía sentir otra cosa. Después de usarme de esa forma tan brutal, el odio era lo único que me quedaba para sentir por el.—Mi amor, ella es mi hermana… y mi mamá —dijo Liliana con una sonrisa rígida ocultando su evidente nerviosismo.Xavier tomó la mano de mamá con amabilidad. Luego se acercó a mí… y me ofreció la suya con la frialdad de un desconocido. No había calor, ni un gesto minino de lo que una vez vivimos. Es como si yo fuera una más, otra cara sin historia.—Mucho gusto. Gracias por venir. Es importante para mí hablar con ustedes —dijo con esa voz distante que alguna vez me hizo arder.Tragué saliva, la garganta cerrada la sentía como un nudo. Sentía que me faltaba el aire, pero aún
CAPÍTULO 3Mi cuerpo aún temblaba cuando me aparté de él. Me bajé de su regazo con las piernas débiles, la respiración desordenada y el pecho latiendi. Xavier ya se estaba vistiendo. Lo hacía rápido, con manos nerviosas.—Preciosa… no quiero que te vayas —dijo de pronto, abrochando los botones con apuro—. Voy a ver qué pasa con mi padre y regresaré por ti.No supe qué decir. Me quedé muda. Estaba en shock, procesando lo que acababa de pasar. No me había entregado a cualquier Alfa. Era él, el hijo del Líder Supremo, el heredero, el príncipe de una manada que nunca aceptaría a una Omega como yo. Y sin embargo, me había besado, tocado, marcado… Me había hecho suya con la facilidad con la que se respira.Me besó antes de irse. Lo hizo como si fuera una despedida suave, como si realmente pensara volver. Pero yo seguí sentada al borde de la cama, mirando un punto fijo, tratando de entender qué acababa de pasar, tratando de asimilar que le había dado mi virginidad al único lobo que me prov
CAPÍTULO 2Me puse un saco sin pensarlo demasiado. Las manos me temblaban.Salí directo a la puerta del estudio.Un automóvil de lujo me esperaba con el motor encendido.Las piernas me temblaban como si no fueran mías, sin poder contenerlas como de gelatina.Esperé en silencio a que el conductor, un lobo alto, seriome abriera la puerta.Me subí al auto sin mirar, con la cabeza gacha.—Buenas noches… yo soy Afrodita —logré decir, con la voz temblorosa.El seudónimo se me atragantó en la garganta.—Toda mi vida te esperé, Afrodita.No me dio tiempo de procesar nada.Me tomó del mentón y me besó.Sin pedir permiso. Sin avisar.Sus labios eran fuego, su aliento era varonil, me dió una orden y yo… yo le correspondí. El beso fue intenso. Invasivo.Mi cuerpo reaccionó antes que mi mente.Y cuando se apartó, ya estaba perdida.—Estoy nerviosa —confesé, casi en un susurro.Él bajó a mi cuello sin esperar respuesta, Me olfateó con desesperación, como si estuviera buscando algo escondido en m
CAPÍTULO 1Narraba Mia...La música sonaba detrás de mí. Las luces se movían cambiando de colores.Yo me dejaba mirar por desconocidos en la computadora, Me convertía en lo que ellos querían, Una Omega Sumisa y Deseable escondida detrás de un antifaz que no tapaba nada.—¿Les gusta que me toque así? —susurré, fingiendo un gemido que no sentía pero ellos pensaban que me estaba viniendo.Mis manos recorrieron mi piel con fuerza. No por placer, por obligación.A los Alfas les encantaba eso.Una Omega obediente, vulnerable, ardiendo sola frente a una cámara.Y ellos… al otro lado de la pantalla, creyéndose dueños de mí cuerpo mientras sus manos se deslizan en su virilidad.Hacía unas semanas que había empezado en esto de serModelo webcam.Una Omega haciendo lo que podía en un mundo que la aplastaba, noo era elección, era supervivencia.Mi madre necesitaba medicinas.Liliana, mi hermana menor estudiaba en una universidad que no podíamos pagar, Y yo… estaba cansada, Sosteniéndolo todo con
Último capítulo