Capítulo 9
—¿¡Qué dijiste!? —La voz de Liliana estalló en la habitación, cargada de rabia—. ¿Vas a darle la mejor habitación a una simple sirvienta?
Sus ojos me atravesaban como dagas. Sentí un nudo en el pecho, pero no dije nada. No tenía sentido defenderme. Xavier se adelantó, tomándola de los brazos con firmeza.
—¡Ella no es una sirvienta, Liliana! Es la guardiana. Y mientras esté bajo mi techo, nadie va a faltarle el respeto, ni a ella ni a ningún otro del servicio.
Liliana intentó cambiar su táctica. Las lágrimas comenzaron a brotar como una víctima ensayada. Siempre lo hacía cuando las cosas no salían a su favor. Pero sus ojos… esos seguían clavados en mí, llenos de odio.
—Mi amor, por favor… —suplicó, con un tono falso.
Xavier no cedió. Le pidió a Clara que se la llevara. Cuando la puerta se cerró, el silencio fue incómodo. Él caminó hasta el closet y sacó un botiquín. Se acercó para curarme la herida, pero lo detuve.
—¿Qué quieres de mí? ¿Quieres que mi hermana me odie? —pregu