CAPÍTULO 3Mi cuerpo aún temblaba cuando me aparté de él. Me bajé de su regazo con las piernas débiles, la respiración desordenada y el pecho latiendi. Xavier ya se estaba vistiendo. Lo hacía rápido, con manos nerviosas.—Preciosa… no quiero que te vayas —dijo de pronto, abrochando los botones con apuro—. Voy a ver qué pasa con mi padre y regresaré por ti.No supe qué decir. Me quedé muda. Estaba en shock, procesando lo que acababa de pasar. No me había entregado a cualquier Alfa. Era él, el hijo del Líder Supremo, el heredero, el príncipe de una manada que nunca aceptaría a una Omega como yo. Y sin embargo, me había besado, tocado, marcado… Me había hecho suya con la facilidad con la que se respira.Me besó antes de irse. Lo hizo como si fuera una despedida suave, como si realmente pensara volver. Pero yo seguí sentada al borde de la cama, mirando un punto fijo, tratando de entender qué acababa de pasar, tratando de asimilar que le había dado mi virginidad al único lobo que me prov
Leer más