Mundo de ficçãoIniciar sessãoLuego de vivir un intenso amor prohibido, Frederick Becker se hace a un lado para dejar que su hijo Enzo sea feliz junto a Yara Owen, quien fue el amor de su vida. Ahora solo le queda dedicarse a trabajar en sus nuevos proyectos y cuidar de sus mellizas. Se enfrentará a nuevos retos en donde él cree que no hay cabida para el amor. Pasará por muchas situaciones difíciles haciendo que su vida sea una montaña rusa. Esa en donde muchas cosas pueden jugar a su favor o en contra de sus deseos.
Ler maisMuchas veces tenemos que establecer límites en la vida, pero ¿cómo luchar contra la corriente y no morir en el intento? Puede que en algún momento la vida te presente una tercera oportunidad para amar.
A mis casi 50 años aún me siento joven. Con esto no quiero decir que soy un adolescente, pero siento que me hicieron falta muchas cosas por vivir. Parado frente al gran ventanal de la tienda, viendo hacia la calle, pienso en si estaré haciendo bien, en seguir con todo esto. Mientras la voz de mi conciencia pide a gritos que me aleje, mi corazón hace totalmente lo contrario. Esto me impulsa a seguir adelante. No me di cuenta por cuanto tiempo me encontraba perdido en mis pensamientos, sino hasta que la chica de la tienda llamó mi atención. —Señor, ya todo está listo. —informa con una hermosa sonrisa. —Muchas gracias. —devuelvo el gesto mientras esta me hace una seña para que la siga. Al llegar a la caja verifico que todo se encuentre en orden y que mi pedido fue despachado como lo había solicitado. Saco mi tarjeta y la entrego para que la chica que se encuentra en la caja realice el cobro respectivo. Ella cree que no me he dado cuenta de la forma en que me mira desde que entré. «¿Acaso con el pasar de los años me encuentro más irresistible?» Salgo de la tienda y meto al maletero las bolsas y aprovecho para ir a la floristería y comprar un hermoso ramo de flores. Estaría casi seguro de que le van a encantar, son sus flores favoritas. No sabía el significado de lo que representa cada color, pero opté por hacer una combinación entre orquídeas blancas y rojas. Llego a mi destino en un abrir y cerrar de ojos, tal vez por la ansiedad pise el acelerador más de la cuenta y es por eso que realice el trayecto en tiempo récord. Una vez en el interior de la floristería se me acerca un joven quien pregunta sobre qué deseo llevar, como ya tengo en mente lo que voy a solicitar, procedo a realizar el pedido. Afortunadamente, no demora mucho tiempo, ya que, el chico trabaja con agilidad. Una vez me hace entrega del paquete, cancelo y salgo de la floristería rumbo a mi departamento. Al llegar lo primero que hago es colocar todo con mucho cuidado sobre la encimera. Me siento un adolescente enamorado, pero como no estarlo por una mujer que se ha encargado de mover los cimientos de mi ser. Tomo un vaso de agua y seguidamente voy hasta mi habitación para darme una ducha y relajar mi cuerpo, aparte de quitar la suciedad que se puede adquirir en la calle. Al salir me cambio, esta vez utilizo ropa informal, pero que vaya de acuerdo al lugar donde la quiero invitarla a cenar, Se que debí preguntarle primero, pero quería darle una sorpresa. Solo espero que no vaya a tener planes y todo se vaya al carajo. Estando listo subo a mi auto con los detalles en el asiento trasero. Con todo el entusiasmo del mundo emprendo el camino hasta su casa. El recorrido no demoró más de quince minutos, pero se me hizo una eternidad con el pasar de cada semáforo. Finalmente, me encuentro apostado en la calle frente a su casa. Con los nervios a flor de piel hago una serie de respiraciones para infundirme valor y dar el gran paso. Esta primera salida será como simples amigos (luego de todos los acontecimientos por los cuales hemos pasado, unos que no fueron los mejores momentos en ese entonces), deseando que con el pasar del tiempo pueda surgir algo entre nosotros que sea más que una simple amistad. Cuando estoy listo para salir en su búsqueda me detengo al visualizar un auto que se estaciona justo frente a su casa. Me quedo sentado a la espera de quién podrá ser, pero todas mis esperanzas mueren cuando veo bajar a un hombre, este camina hacia el otro extremo y saca a una pequeña del auto. Pero mi asombro es peor cuando al tocar la puerta sale ella y la niña le grita a todo pulmón “Mami” y ella la recibe con la mayor felicidad del mundo. Todo en interior se desmorona al ver a ese hombre estrecharla entre sus brazos con amor desmedido y dejando un beso en… A partir de ese momento, regrese a casa a desahogar mis penas, porque a partir de mañana sería un nuevo hombre y de este tonto imbécil enamorado no iba a quedar absolutamente nada.Los días han transcurrido con normalidad por así decirlo. He querido tomar un descanso de por lo menos unos dos o tres días, pero esos intentos han sido infructuosos ¿la razón? He tenido que hacerme cargo de la mayoría de las reuniones con los nuevos socios. Yara y Enzo han tenido que salir del país para encargarse de ir a visitar a otros potenciales socios. Me llena de satisfacción que la empresa que con tanto esfuerzo fue creada desde cero haya evolucionado en estos años. Todo se debe al trabajo en equipo que formamos los tres y los demás integrantes.Estos mismos días son los que no he dejado de pensar en esa hermosa mujer con la que tuve un pequeño accidente. No he tenido la oportunidad de encontrarme nuevamente con ella y eso lo acredito a que alguno de los dos llega o muy temprano o muy tarde. También está la posibilidad de que a la pequeña la lleve otra persona a la escuela.—¿Hijo se puede saber en qué estás pensando? —interroga mi madre mientras se acerca para sentarse a mi
—¡Papi! —gritan las mellizas al unísono al verme entrar a la casa—. ¿Por qué tardaste en llegar?—Hola mis tesoros. —las abrazo besando la frente de cada una—. La tardanza se debe a un regalo que traigo para ustedes —les muestro la bolsa que deje a un lado antes de cargarlas.—¡¿Helado?! —se asombran tapando sus bocas con las manos—. Gracias papito, te amamos mucho.Sonrió ante lo que dicen por qué nada más me hace feliz que ellas lo sean. Son mi mundo entero y dedicaré lo que reste de vida a amarlas y adorarlas.—No puedes estar accediendo a sus caprichos. —reprocha Yara con los brazos cruzados a la altura de su pecho—. De verdad no tienes remedio.Me levanto caminando en su dirección y la estrecho entre mis brazos.—No seas exagerada, tampoco lo hago seguido. —beso, su frente—. ¿Dónde está Ethan?—Está con Enzo haciendo sus deberes. —camina en dirección a la cocina y llamó a las niñas para que nos acompañen.Al entrar en la cocina, las niñas irrumpieron con gritos eufóricos haciendo
En la actualidad…—Enzo recuerda la junta que tenemos a las dos de la tarde —hablo con mi hijo por celular—. Por favor sé puntual, no olvides que esta reunión es muy importante.—Tranquilo papá, faltan como tres horas para eso —responde al otro lado de la línea—. Además, ya tengo listos todos los documentos, relájate viejo que te puede dar un soponcio. Recuerda que tienes dos hermosas hijas que criar y no me puedo hacer cargo yo solo.—Lo sé hijo, lo sé —asiento con un movimiento de cabeza, aunque él no me pueda ver—. Parece mentira que ya tienen cuatro años, el tiempo se va muy rápido y me estoy volviendo viejo. A este paso voy a parecer el abuelo.Conversamos por un corto tiempo recordando esos años y me llena de satisfacción poder disfrutar de cada uno de ellos. Antes de colgar la llamada nuevamente le recuerdo que debe llegar temprano. Sé que estará pensando que soy un viejo achacoso y a su vez fastidioso, pero no tiene de otra.Reviso los correos que me envió mi amigo de estados
Frederick (Hace 4 años) Estando a pocos metros del altar sentí una presión muy fuerte en mi pecho, no sé si era miedo a terminar de perderla o era la felicidad que sentía al entregarla al gran amor de su vida. No quiero parecer egoísta, pero hubiera preferido mil veces ser yo quien se encontrara esperándola al pie del altar. Pero ese pensamiento se desvaneció al fijarme en su mirada y la forma en que ambos se veían. Definitivamente, son el uno para el otro y mi amor por ella seguirá viviendo en lo más profundo de mi corazón y estará presente cada día de mi vida queriendo, amando y cuidando de mi familia. Disfrutando de las dos hermosas princesas que fueron fruto de ese amor. Tal vez mi tiempo de amar y compartir con alguien a mi lado ha caducado, pero como me dijo mi madre “Hijo mío, a la tercera va la vencida”. Por ahora solo me voy a dedicar a cuidar a mi familia y si el destino pone a alguien en mi camino y me da esa nueva oportunidad, la voy a recibir con todo el gusto del mun
Muchas veces tenemos que establecer límites en la vida, pero ¿cómo luchar contra la corriente y no morir en el intento? Puede que en algún momento la vida te presente una tercera oportunidad para amar.A mis casi 50 años aún me siento joven. Con esto no quiero decir que soy un adolescente, pero siento que me hicieron falta muchas cosas por vivir. Parado frente al gran ventanal de la tienda, viendo hacia la calle, pienso en si estaré haciendo bien, en seguir con todo esto. Mientras la voz de mi conciencia pide a gritos que me aleje, mi corazón hace totalmente lo contrario. Esto me impulsa a seguir adelante.No me di cuenta por cuanto tiempo me encontraba perdido en mis pensamientos, sino hasta que la chica de la tienda llamó mi atención.—Señor, ya todo está listo. —informa con una hermosa sonrisa.—Muchas gracias. —devuelvo el gesto mientras esta me hace una seña para que la siga.Al llegar a la caja verifico que todo se encuentre en orden y que mi pedido fue despachado como lo había





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