En la actualidad…—Enzo recuerda la junta que tenemos a las dos de la tarde —hablo con mi hijo por celular—. Por favor sé puntual, no olvides que esta reunión es muy importante.—Tranquilo papá, faltan como tres horas para eso —responde al otro lado de la línea—. Además, ya tengo listos todos los documentos, relájate viejo que te puede dar un soponcio. Recuerda que tienes dos hermosas hijas que criar y no me puedo hacer cargo yo solo.—Lo sé hijo, lo sé —asiento con un movimiento de cabeza, aunque él no me pueda ver—. Parece mentira que ya tienen cuatro años, el tiempo se va muy rápido y me estoy volviendo viejo. A este paso voy a parecer el abuelo.Conversamos por un corto tiempo recordando esos años y me llena de satisfacción poder disfrutar de cada uno de ellos. Antes de colgar la llamada nuevamente le recuerdo que debe llegar temprano. Sé que estará pensando que soy un viejo achacoso y a su vez fastidioso, pero no tiene de otra.Reviso los correos que me envió mi amigo de estados
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