Mundo ficciónIniciar sesión—¡Esto es una estupidez! ¡¿Cómo se atreve a deshonrar la presencia del príncipe de Oeste?! —Sí el príncipe de Oeste no está de acuerdo, puedo sustituirlo, y arreglar las cosas con el Alfa... Ahora, como tercer Consorte, quiero al Duque Horus. El nombre mencionado hizo estremecer a su instructor. «¡¿El hijo menor de su esposo?!» Ella, una princesa ilegítima, y casada con un hombre mayor juró destruir a hermano y tomar el trono. Una vez Reina dio una declaración, desde ese momento dos lobos de alto rango juraron a muerte ser el mejor para que ella no los dejará. Pero, ¿cómo podrían hacerlo? Cuando… Ella sigue casada, está comprometida, su vida corre peligro por su sangre, está embarazada de su enemigo y uno de sus cachorros está destinado a la ruina.
Leer más(Nysa)Sé que mi manada está en riesgo, que la tomé en una situación crítica donde el pueblo no está contento con las decisiones que he tomado, mucho menos los nobles.Pero venir con Reed, podrá quitarme un poco los malos pensamientos hacia mi persona, tal vez pueda mejorar esa parte de mi reputación.El son atraviesa la ventana del carruaje, y abrumada por su luz cierro la cortina.El príncipe parece tranquilo en su asciendo, no comenta nada, lleva horas sin hacerlo, debo admitir que la tensión es sofocante, pero al menos estoy tranquila al saber que no hay nada más que solucionar.Nos quedaremos en una pequeña residencia, mientras tanto debo matar el tiempo.Espero que no haya cambiado nada, imagino que estas personas pueden llegar a atacarnos si se les propone hacerlo, no puedo ser prejuiciosa, pero las conozco.Solo aceptan a los nobles que desean pagarles con tal antelación, supongo que es la costumbre..Nu
Unas horas más tarde, se organizó una reunión en una de las habitaciones más hermosas del palacio, una pequeña habitación de cristal, de pedestales y pilares de mármol qué daban vista precisa a la manada.El sol se refleja en un cálido abrazo, y las marcas de niña brillan, en especial las de su rostro, que sin ninguna conciencia son admirados por los miembros de su corte.Estaban sentados en la típica mesa redonda hecha de madre de roble blanco, cuyo material era el más resistente, las miradas no dejan de posarse en la reina quien después de su ley, no dio más declaraciones ni mucho menos justificaciones de sus actos.A su parecer, no le pertenecía esa decisión. —Damos inicio a esta pequeña reunión con los miembros más respetados de la manada Klar. Tema a discutir, el decreto de su majestad la reina; ley de impuestos: avalada por la monarca sin comentar con los miembros de su corte el día X del mes xx del año xxxx. Sedo la palabra.Uno d
La jaqueca al día siguiente fue infernal, Nysa sostenía su cabeza mientras se quejaba en la cama, Sky solo la observa sentado en una alfombra.—¿Cómo dejaste que esto pasara? —¿Acaso yo tengo el control sobre tus decisiones?—Se supone que de mi cuerpo.—Ay tan linda. ¿También quieres que te prepare el desayuno? —dijo sarcástico —Jódete —comentó —Yo no, tú sí —hizo una pequeña pausa —solo tú lloras por una experiencia lésbica que no pudiste disfrutar Con sus manos cubrió sus ojos mientras aplastaba sus párpados.—Como se nota que no sabes nada del amor.—Eso no es amor —respondió —si la hubieras amado, habrías ido por ella, pero te centraste en otras cosas y murió en periodos de guerra. —¿Ella te paga por hacerme sufrir? —inquirió Sabiendo a que se refería negó con la cabeza.—No, pero de todos mis portadores eres la que mayor lidia me ha dado, no parece que nada te pone feliz, y me siento como si estuviera criando a una mocosa, pero por tu historial así es. Entonces —se acercó a
Esa noche fue consumida por la miseria, estaba cansada, y su único resguardo fue una botella de vino que bebía sin descanso.Su melancolía aumentaba conforme aquella promesa vacía que le había prometido a la loba tanto tiempo atrás, ahora solo sería sumida en sus pensamientos.De alguna manera a pesar de ser una prostituta había encontrado la forma de enamorar a la Alfa qué lloraba su partida en su oficina, observó con enojo el mapa qué había marcado con aquellas aldeas aventando con fuerza la botella.Su precisión fue tal que logró dar con la parte marcada del mapa, estaba cansada y acabada con todos aquellos que una vez la hicieron sufrir.En un estado de embriaguez, después de horas de beber y que la mancha de aquel vino se secara por completo, Nysa, recostada de la manera más incómoda posible sintió un brillo singular.Una luz azulada que se reflejó en su cara interrumpiendo parte de su paz.—Su majestad —escuchó llamar —Nysa, mi amor…Repetía sin parar, casada de aquellos lamento
Aun sintiéndose intrigada decidió abrir el libro, sus ojos desgastados y algunas con manchas retrataban la noche de varias prostitutas, pudo reconocerlas por dos cosas, la marca en su pecho, y que ninguna mujer modelaría para un artista, desnuda.Su amante estaba avergonzado, cada vez que pasaba la página era una ilustración más explícita la cual tenía en cuenta que eran demasiado para una mujer tan fina y pura como la Reina; sin embargo, su expresión demostraba lo contrario porque a pesar de todo, ella no mostraba ningún signo de incomodidad.—Cuando dices “la manada del amor” ¿a qué te refieres exactamente? —inquirió detallando los pechos de una loba —A las aldeas rojas de la manada y sus allegados —respondió con incomodidad Dejó sus herramientas de pintura sobre una mesa de roble rojo, se levantó con cuidado del taburete mientras sus manos son limpiadas por el mismo trapo con el que limpia sus pinceles.Se acercó a ella mientras sus ojos no paran de detallar la textura entre el p
—Entonces, él va a casarse —dijo al lobo en el balcón en el que se habían encontrado.No sabía distinguir entre el frío de esa madrugada y el de su alma, pero la noticia le había dado una vuelta a su condición, esperaba encontrar lo que para ella era una respuesta alegre, pero solo se encontró con un solo pensamiento.—¿Por eso no acepto ser mi consorte?—No, a él no le gusta ver a la mujer con la que está enlazada con otro hombre.—Será más doloroso si el lazo no unifica, ¿cómo podemos cortar ese lazo? —inquirió mientras algunos de sus mechones flotabanEl pijama que usaba estaba siendo cubierto por una gran bata azul, los pompones en las muñecas y en la cola del mismo lo hacían lucir aún más costoso y de alguna manera más extravagantes.No brindaba mucho calor; sin embargo, ayudaba a mantener a la reina en su melancolía.—No hay manera.
Último capítulo