Después de varias semanas conviviendo en la Casa de aquella anciana, Nysa fue alejada de toda educación posible, no tenía libros para leer, cartografía que aprender, modales que representar.
Siempre estaba unida a Zira, a quien convirtió en su amiga más leal.
La loba estuvo con ella en todo momento, nunca la dejaba sola y siempre la protegía.
No permitía que sus hermanas la tocaran, que la humillaran o siguiera despreciarla, lo que ella estaba haciendo por la princesa, nadie a parte de su Nana lo había hecho.
En medio del bosque, Nysa cantaba una ligera canción de cuna, mientras acariciaba su cabello.
Con una rama escribió sus sentimientos en la tierra.
«Esta bruma es perturbadora, y una vez muera seré enterrada en una fosa mayor…»
Las cosas que pensaba la princesa, solo estaban relacionadas con la muerte, pero entre más escribía en la tierra las hojas qué caían tapaban algunas de sus palabras.
Entonces entendió, que al igual que sus palabras no era nadie.
Estaba cas