Mundo ficciónIniciar sesiónAlgo se siente en el ambiente, ese aroma a pino, canela y otras especias inunda los hogares de nuestras familias favoritas. Pero ¿qué pasa cuando lo que deseas con todo tu corazón es casi imposible de que suceda? O peor aún, cuando sucede no era lo que esperabas. Les invito a disfrutar, reír, llorar y recordar lo que verdaderamente significa el espíritu navideño. En 24 días correremos, soñaremos y disfrutaremos con nuestros personajes para saber si podrán vivir o mejor dicho sobrevivir a la navidad.
Leer másEl árbol de Navidad
Por Tomás Scott y Sarita Lester
—Tommy, necesitamos convelcel a nuestros papis de que el albol de navidad sea pirante, ¡Pirante!—glito emocionada pol que se viene navidad.
—Ay Sarita, se dice gigante no pirante, ya no estamos para hablar como bebés.
—Ush, edes un incoldio, Tomás Scott— estoy doja como una manzana, me da velguenza, pedo es que aún me cuesta hablal.
—No te enojes conmigo, mira que a mí también me costaba hablar, pero ya ves, ahora me sale de corrido.
—¿Me puedes enseñal?—suplico con mi cala de coldelito.
—Claro, seré tu maestro y tu mi aprendiz, mi pequeña Padawan.
—¿Pada qué?—Tomy mueve la cabeza negando y me da una de esas sondisas que sólo son pada mí, es tan lindo y lo amo, algún día me casalé con él, pedo no se lo he dicho, eso jamás.
Aún somos muy chicos pada pensal en matlimonio ¿no?
—¿Qué hacen mis niños hermosos?
—¡Mami!
Mi mami Dani entra a la sala, junto a Jexi, mi pequeño hermanito, se ve tan linda con él en brazos, que mi corazón de pequeña angelito se llena de amor.
—Hola mi cielo bello, Tommy.
—Hola, Dani hermosa.
—¿Pol qué tuteas a mi mami? Ella es tu tía— le dice Sarita enfurruñándose con esa carita que a Tommy le da pavor.
—Tranquila, fiera. Dani es mi tía, como todos los demás, pero yo le digo Dani, como a Alma, Ethan o a cualquiera, eso pasa porque soy mas grande que tú.
—No es justo, siemple tienes una despuesta pala todo.
—Tranquila, pequeña. Algún día podrás hacer, pero aún no me responden qué están haciendo.
—Estamos conversando de cómo debe ser el árbol de navidad.
Ya sabes, ese que se coloca en la sala y donde todo el mundo deja regalos y esas cosas.
—¿Qué no te gusta la navidad, Tommy?
—No, bueno sí, pero no tanto. Además este año mis ninos y Macarena no podrán venir y me pone un tanto triste.
—Ni vini Micidini— bufa la pequeña, un tanto celosilla, algo que tanto a Dani y Tomás les produce ternura.
—No seas celosa, Sarita. Maca es mi mejor amiga del mundo mundial y…
—¿Y yo?— una lágrima cae de la mejilla de la pequeña que sale corriendo de la sala, con el corazón roto en mil pedacitos.
—¡Sarita!
—Déjala, ya se le quitará, conoces lo dramática que es Sarita con esto de las relaciones con la gente, pero te aseguro que a mi niña en menos que canta un gallo volverá para no perderse la ida a comprar el árbol.
—Dani…
—Dime, cariño.
—¿Por qué las mujeres son tan complicadas?
La risa de tres varones que vienen entrando a la sala no queda desapercibida para esos dos amigos y el ceño fruncido que tenía Tomás, ahora se suma a la cara de Grinch de Dani. Jex, al notarla, se decide a hablar, no le gusta que su hermosa esposa se moleste por nada del mundo y menos por algo que sabe que lo dejará durmiendo en el sofá de su departamento.
—Ay, Tommy. A las mujeres no hay que entenderlas, debes amarlas tal y como son.
Los otros dos amigos, que estaban junto a él, lo miran con cara de “ estás muerto y bien enterrado amigo” y Jex abre los ojos como platos, al ver como su muñequita de porcelana se levanta de su asiento, se para frente a él y le entrega a su bebé.
—Pues como no tienes que comprenderme y solo quererme, ahí te toca. Deberás de cuidar a los niños y llevarlos a comprar el árbol de navidad—Los amigos se lanzan a reír del pobre Jex como si lo que dijera Dani fuera el mejor chiste del mundo, hasta que ella vuelve a hablar —. Ah, y eso va también para ustedes dos, le diré a Dana que traiga a los trillizos y a aprovecharé de llamar a Ro para que tengamos una tarde de chicas.
Dani, sale de la sala y deja a los cuatro varones con cara molesta y al pequeño Jex con un puchero y sus ojitos llorosos.
—¿Cuándo dejarás de cagarla con lo que dices, Lester?— le reclama Christian que aún no soluciona sus malos entendidos con esa española que lo dejó en medio de la carretera y Thomas asiente en señal de estar de acuerdo con lo que dice su amigo.
—Pero si yo no dije nada que no fuera cierto.
—Tío, de verdad que no conoces a las mujeres, uff.
—Bien dicho, hijo—Thomas choca los cinco con su pequeño diablillo.
Los cuatro varones se sientan a pensar en qué van a hacer para no quedarse con la tropa de pequeños demonios, porque quedarse con Tommy y Sarita no era problema, pero con los trillizos y Jex Junior era otra cosa. Cada uno planteaba una idea y…
—¿Si les compramos un ramo de flores y chocolates?
—Nope, no sirve, lo digo por experiencia propia.
—Un viaje, eso les gusta mucho.
—A Dani no, por ella se queda en casa todo el día, salvo cuando le toca dar exámenes.
—Yo creo que sería mejor que Jex le ofreciera disculpas a Dani y listo, total, el idiota de mi cuñado es el culpable de todo— y de la nada suena el timbre de la casa— ¡Yo voy!— Ese fue nuevamente Chris, era el rey del cotilleo, además aprovechaba de escapar de esos que lo miraban con cierta molestia. Además, lo más probable es que fuera Dana con los trillizos, pero.
—Hola, bell…— sus palabras quedaron en sus labios al ver a la castaña enfundada en un hermoso traje de tres piezas.
«¿Cómo se puede ver tan bien la condenada esta, después de todo lo que me hizo?»
Rocío, entra como si nada y pasa por el lado de Chris, sin siquiera saludarlo.
—¡Ro, que bueno que llegaste! Necesitamos de tu ayu…
—Silencio mocosos, salvo tu mi amor— dice estirando los brazos para que Tommy se lance a ellos.
—Pero mi mami y Dani…
—Tranquilo, ya verás que todo sale bien. Ahora, les recomiendo que se preparen porque Dana está por llegar.
Y no solamente fue Dana, Alma y sus tres preciosuras entraron por la puerta, con un Enzo que echaba chispas y buscaba al culpable.
Las amigas, se abrazaron, rieron y se adentraron a hacia la habitación de Dani y Jex. Luego de unos minutos, salieron y dejaron los bolsos preparados para que los padres del año, ah y el tío metiche pudieran realizar lo encomendado por Dani, se despedieron de sus tesoros y enfilaron sus pasos a la salida. Aunque Sarita reclamó al igual que las gemelas, a nadie le cupo duda de quién mandaba en esas familias.
Resignados, Tommy y Sarita se sentaron mirando el espectáculo, pero el niño debía solucionar su discusión con aquella perfecta mini muñequita de porcelana.
—Yo solo quedia un albol gigante, Tommy y al final todos están enojados con todos.
—Por eso es mejor que nos quedemos como niños y discúlpame, Sarita, pero no me dejaste terminar lo que te quería decir antes.
—Soble Macadena.
—Ajá, pero también sobre ti.
—Ah… ¿y qué me ibas a decil?
—Que tú no eres solo mi mejor amiga — a Sarita se le fueron los colores de su carita, pero Tommy toma sus manos y comienza a hacerles cariño— . No llores antes de que termine la frase, princesa. Tú eres mi amada muñequita y con la que me voy a casar cuando sea grande, eso es una promesa.
—¿En serio?
—Muy en serio, como que me llamo Tomás Scott Rogers.
Los niños sonrieron por esa hermosa confesión y sin más se levantaron de sus puestos, tomaron las manos de sus padres y ayudaron a todos con sus primos y hermanitos.
—¡Hoy buscaremos el más pirante y magnífico árbol de navidad para Sarita!
—Tommy, no es pirante es ¡GIGANTE!
Las risas no dejaron de cesar y ese grupo de padres se dirigió al Tree Riders de Nueva York a comprar el más pirante, gigante o lo que sea, pero hermoso árbol de navidad.
Ya veremos que les pasará cuando lleguen a casa, pero de que encuentran un árbol, lo encuetran y, quizas, la forma de arreglar las cosas con esas loquillas que tienen por esposas.
Upsi, me salió verso sin mayor esfuerzo.
Mañana nos vemos con otra historia de Navidad, abran sus apuestas de quién creen que puede ser.
Besitos...
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Te amo, mi ogro y sexi gruñón.Por Blue Scott SoréEl veinticuatro de diciembre llegó con nuevas sorpresas y mucho amor. Que mi papá se haya vestido de Santa fue épico, pero más lo fue ver a Thomas vestido de Santa y que los niños no perdieran la magia.Pero cuando todo es paz y tranquilidad, vuelve a suceder algo que nos alerta y es la llegada del nuevo integrante de la familia O’Connor. Cómo siempre pasaba con el nacimiento de alguno de los integrantes de nuestra familia tenía que ser con parafernalia y este nuevo bebé o bebita en realidad nos hizo pasar un susto grande.Al llegar al hospital el día veinticinco, el regalo para nuestro amigo James se multiplicó por dos, ya que el buen corazón de Savannah y James Jr. Fue capaz de dar un poquitito de su amor a Stella a ese pequeño ángel que se había quedado solito en el mundo. Sin pensarlo mucho, con Ángeles fuimos a ver a los chicos de servicio social y aunque en un principio el pequeño bebé se quedaría en el orfanato, les mostramos e
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Último capítulo