Desastre Navideño p3
Por Enzo Di Rossi
Unas horas antes del desastre...
Todavía no entiendo qué mierda es lo que hago en el departamento de Jex, con la pañalera de mi hijo en mi hombro y tres pares de ojos mirándome como bicho raro.
—¿Me puedes decir que haces aquí, Di Rossi? — me pregunta mi querido némesis, ese que a veces, sólo q veces me saca un poquito, sí, también un poquito de celos por su relación con mi amada Fatina.
—Me creerás que me estaba haciendo la misma pregunta, todavía no puedo creer que mi Fatina haya hecho un escándalo por una nimiedad.
—¿Nimiedad? ¡Una nimiedad! — ¿dónde fue que escuché eso?—. Enzo, estás igual o peor de idiota que este pendejo de Jex. Es que yo vuelvo a decir, esas cosas no se dicen, sobre todo cuando la bruja está en casa.
—Papi, pero es que tú le tienes más miedo a mamá que a el fantasma de las navidades futuras.
—Shuuuu, Tommy. No me delates.
Todos nos reímos por lo que acaba de decir mi sobrino y veo la cara que pone mi cuñado y mejor amigo,