Cuando en la vida de Isabella Bennett aparece Lucían Clark, todo su mundo se descontrola, lo que ella pensó que sería solo una noche de copas se convertirá en un torbellino de pasión en el que no quiere caer. Pero el destino o Lucían no se darán por vencidos, Isabella le gusta, le atrae y ha decidido que será suya, sin embargo, conseguirlo no será nada fácil. Ella es una mujer que juró nunca volver a creer en el amor. Él es un hombre que no creía hasta que la conoció. Isabella tratará de escapar del magnetismo que él causa en ella, sin darse cuenta de que mientras más huye más se acerca a él y cuando sus manos se cierren en su cintura, no tendrá escapatoria. ¿Cederá Isabella a la lujuria que Lucían despierta en ella? ¿O luchará por mantener su corazón cerrado? Registro electrónico de protección de derechos intelectuales: 2412020271779
Leer másLos sueños no siempre son nuestro destino, a veces es necesario vivir una pesadilla para poder desterrar el mundo de fantasías de nuestra cabeza.
Isabella
Estoy tan feliz, ya solo faltan unos cuantos días para que mi sueño al fin se haga realidad, para que el amor que Steven y yo sentimos reciba la bendición de Dios. No sé qué sería de mi vida, si no lo hubiese conocido, todo sería tan distinto, tan simple, sin color.
Además, será el inicio de una nueva fusión, nuestras familias se unirán para volverse aún más fuertes y sólidas, además mi papá ha prometido ayudar a la familia de mi prometido con los problemas financieros que atraviesan.
Todo será absolutamente perfecto, mi vestido, él, la ceremonia, ya quiero que llegue el día para luego irnos a Indonesia de luna de miel. Salgo de mis pensamientos cuando escucho la voz de Steven, se oye... dejo salir un suspiro al verlo, está ebrio y arrastra las palabras, hoy salió con sus amigos a celebrar qué dentro de unos días dejará de ser soltero.
—Isabella. —Arrastra cada sílaba a medida que se acerca hasta donde estoy—. Eres una mujer increíble, eres perfecta y creo que me saqué la lotería contigo —añade, sin embargo, esas palabras viven en sus labios, no existe un solo momento en nuestras vidas, en dónde no me hable de su amor hacia mí.
—Vamos a la habitación, estás muy tomado —sugiero y lo tomo del brazo.
—¿Me harás el amor? —inquiere socarrón y lleva su mano hasta mi trasero—, esto me gusta.
Me gusta la idea de hacer el amor, pero detesto tener que soportar el hedor a licor, no es que yo no tome, es solo que nunca he llegado a este nivel de ebriedad y la verdad creo que ya me empiezo a sentir mareada de solo olerlo
—En ese estado lo único que haré será meterte a la cama. —Está muy mano suelta, me cuesta controlar dónde la coloca.
Con dificultad lo llevo a la habitación y dejo que caiga sobre la cama, la posición en la que queda me recuerda a los dibujos que hacen los policías en la escena del crimen de un asesinato. En fin, me decido por quitarle los zapatos y la chaqueta, pero al hacerlo su teléfono cae al piso.
Lo recojo y lo coloco sobre la mesita de noche mientras termino de acomodarlo.
—Pesas demasiado, ayúdame a subirte —le pido, pero en vez de ayudarme me complica todo.
—Duerme conmigo. —Me abraza y me obliga a pegar la cara a su pecho.
Resoplo y decido esperar a que se quede completamente dormido, ocupando la mayor parte de la cama. Pasan varios minutos, muchos a decir verdad hasta que al fin deja de moverse y de hilar palabras sin sentido. Con cuidado me libero y me levanto, al hacerlo la pantalla del teléfono se enciende, miro y veo el nombre de mi mejor amiga.
¿Por qué Mía le envía? Tomo el teléfono, sé que está mal revisar, pero soy curiosa y quizás le está ayudando a preparar una sorpresa para mí y si es así entonces lo voy a arruinar, mejor no veo el mensaje, no es correcto, dejo el aparato de nuevo en la mesita, sin embargo, la curiosidad o algo que desconozco me pide a gritos que lo vea.
De nuevo lo tomo y coloco su dedo en el sensor para desbloquearlo, abro el mensaje y leo. Todo se derrumba. De pronto la habitación se vuelve demasiado pequeña, me falta el aire y el dolor se acumula en mi pecho. Tengo el impulso de despertarlo a golpes y pedirle una explicación, pero en vez de acceder a ese deseo optó por salir de la habitación, corro a la sala con el teléfono en la mano.
De pie, en medio de la estancia reviso, veo todo el historial de conversación, y a medida que descubro el nivel de traición, las lágrimas se hacen cada vez más abundantes y la determinación por hacerlos pagar se convierte en una necesidad imperiosa dentro de mí.
Me envío las pruebas a mi teléfono, fotos, mensaje, audios y sus videos teniendo sexo. Los voy a destruir, se van a arrepentir de haberse burlado de mí, juro que haré que lo paguen muy caro. Regreso a la habitación y dejo el teléfono sobre la mesita de noche como si nada hubiese pasado, sin embargo, paso la noche sin poder dormir.
Tantas cosas pasan por mi cabeza, sus palabras de amor, sus gestos, sus detalles, los momentos vividos, la felicidad, su forma de hacerme el amor. Todo fue una completa mentira, todo este tiempo me tuvo engañada.
La mañana me sorprende sin haber dormido ni un solo segundo, pero no soy consciente de ello, no me siento cansada, no siento nada en realidad, un único pensamiento ronda por mi cabeza: seguir adelante con los preparativos.
—¡Qué dolor de cabeza! —Escucho su voz detrás de mí y es cuando me doy cuenta de que ya es de día—. Buenos días, amor. —Se acerca e intenta besarme, pero me alejo para evitar que me toque.
Siento asco.
—Todavía apestas, anoche llegaste muy ebrio —me excuso. Sonríe y me pide disculpas.
—Los chicos me hicieron tomar de más, dime qué no hice nada estúpido, por favor. —Niego con la cabeza, sin pronunciar ni una sola palabra.
Tengo que actuar con normalidad para que no se dé cuenta de que ya sé toda la verdad, pero es tan difícil. Me aparto y voy a la cocina, enciendo la cafetera y espero, cuando el café está listo me sirvo una taza.
—¿Puedes servirte tú mismo? Tengo muchas cosas que hacer hoy, ya casi es nuestro gran día y quiero ver los últimos detalles para que todo quede como siempre lo he soñado.
—No te preocupes por mi amor, ve y cuida que nuestro día sea el mejor del mundo. —Asiento y desaparezco sin decir nada más.
Sé bien que no puedo estar evitándolo sin hacer que sospeche, la boda me da una excusa, pero no es algo que me pueda servir por los cuatro días que aún faltan. Subo, me doy un baño y me preparo para salir, al bajar lo consigo con un tazón lleno de cereal con leche, es un inútil que ni siquiera sabe freír un huevo, claro siempre ha estado acostumbrado a que le sirvan y está muy seguro de que ahora yo me ocuparé de sus necesidades.
—Steven, me iré a casa de mis padres a pasar los últimos días de libertad con mi mamá, me acaba de llamar y me lo pidió —miento, me mira curioso y supongo es porque lo he llamado por su nombre —, me iré hoy después de reunirme con mis damas, harán un lunch como despedida —añado, pero su mirada continúa igual.
—De acuerdo, mi amor —resalta la frase: mi amor.
—Vale, nos vemos en el altar. —Le doy la espalda y salgo de mi departamento.
Mi papá me obsequio este departamento cuando entre a la universidad, eso fue hace mucho tiempo, ahora trabajo en una de las empresas de mi familia y puedo comprarme una casa igual a la de mis padres, pero cuando conocí a Steven creí que lo mejor para los dos era permanecer aquí, un espacio más íntimo para los dos.
No sabía que tan equivocada estaba ni lo caro que me saldría esa estupidez.
Mi corazón dejó de latir al mismo tiempo que el suyo, la vida perdió su color y el encanto su brillo. Mis ojos solo pueden verlo a él, mirándome con deseo y con eso que jamás confesó: amor.IsabellaHace un año que mi vida cambió para siempre, hace un año que camino entre las sombras del dolor y los recuerdos. Hace un año que vivo en medio de su mirada y su voz. Es como si una parte de mí se hubiese ido con él, dejando un vacío insondable dentro de mí. Ya no soy la misma Isabella, ahora soy un fantasma que deambula por el mundo, buscando fragmentos de su pasado en cada rincón.Es como si estuviera atrapada en un bucle infinito, repitiendo los mismos momentos una y otra vez. Veo su sonrisa, escucho su risa, siento el roce de su mano. Pero son solo ecos de un pasado que ya no existe y empiezo a olvidar cómo se sentía el calor entre sus brazos, cómo era ser observada con su intensidad. Cómo sentirme única en los ojos correctos.—¿Irás a ese lugar de nuevo? —Alzo la vista hacia Linda—. Él
El corazón se me consume, mi alma grita en medio de las llamas y mi voz aclama tu nombre y tu gloria mientras la razón planta su bandera en medio de mi vida.IsabellaTodo esto parece una maldita pesadilla. Solo sirvo para cometer errores, primero Steven y ahora un hombre que realmente jamás conocí. Todo lo que me mostró, lo que viví a su lado, lo que me hizo sentir, todo fue una maldita mentira.No entiendo por qué me duele tanto, no debería de estar sufriendo, Alexander no existe, nunca existió. Me dejé llevar, creí tener el control y la verdad es que solo fue un peón en su juego. Es claro que no tengo suerte para los hombres, no sé elegir y lo mejor es que me olvide de esa idea absurda.—Ya estás despierta. —Linda entra, la mirada que me dedica me hace sentir pena de mí misma.—Deberías de estar trabajando. —Aprecio que ella esté aquí, pero ahora mismo lo que menos necesito son los interrogatorios de mi curiosa amiga.—El señor Ramírez sabe por lo que pasaste, te envía su apoyo y m
El vacío jamás había estado en el vacío. Es mucho más pesado que la soledad, se roba mi aliento, absorbe mi vida, arrastra todo lo que soy a las profundidades.Lucían No sé cómo lidiar con todo lo que estoy sintiendo, nunca antes me había sentido de esta manera. Confusión, rabia, dolor, miedo. El miedo es el que se alza con la victoria en medio del torbellino de emociones que me ahogan.No sé qué hacer, estoy perdido.—Lucían, perdimos a Dominick —anuncia Nick.Cierro los puños a ambos lado de mi cuerpo, inhalo profundamente e intento no desquitar la rabia con él.—Cázalo, no dejes que salga de Nueva York. —Giro hacia mi amigo—. Lo quiero acorralado como una rata. —Asiente.—Parker se encargó de su parte. Volkov ha perdido el apoyo de su gente. —Sonrío ligeramente.—Bien, espero que el nuevo capo ruso y yo mantengamos una relación cordial y de respeto —comento.Subo a mi habitación luego de indicarle que les ordene a los hombres volver. Al abrir la puerta, el aroma de Isabella golpea
Regreso a la vida, pero me siento vacía, como si mi destino fuese vivir en una mentira. Amé y me traicionaron, jugué y me engañaron. Las mentiras son el estado favorito de mi vida.IsabellaAbro los ojos con pesadez, el cuerpo me duele, siento la garganta reseca. El corazón me arde, es como si un fuego estuviese ardiendo en mi interior y me consumiera desde adentro. Cierro los ojos y recuerdo todo: ese hombre, el agua, la falta de oxígeno, Alexander… no, Lucían.Un hombre que no conozco, un desconocido.—Hija, ya despertaste. —Mi corazón vibra y el calor me invade al oír la voz de mi madre.—Mamá —jadeo buscándola con la mirada.Sus ojos brillan de emoción mientras las lágrimas resbalan por sus mejillas. Se acerca y deja un beso en mi frente, su llanto se vuelve un poco más profundo y me parte el corazón verla en ese estado.—Ya estoy bien —musito entre sus brazos.—Tuve tanto miedo, hija, no sabes todo lo que he sufrido —confiesa provocando que una punzada de dolor me atraviese el co
Te deseé, te busqué, te encontré y te convertí en un blanco. Hoy te libero de esta pasión que nos ata, de esta lujuria que nos consume noche tras noche. Hoy te doy la espalda antes de que esta mentira que vivimos se convierta en muerte.Lucían Nick toma un camino diferente por el sendero oculto entre los árboles, no sé a dónde me lleva, pero estoy seguro de que sabe lo que hace. Otros autos parecidos al nuestro aparecen a nuestro alrededor como sombras en la penumbra, preparo el arma y me mantengo en alerta. El frío metal se siente reconfortante entre mi mano.—Son de los nuestros —informa con voz serena, al tiempo que acelera un poco más.Ahora entiendo por qué optó por un todoterreno de grado militar con los vidrios tintados. Estas bellezas costaron mucho dinero, pero valieron toda la maldita pena. Son blindados y pueden resistir hasta el impacto de un misil.La adrenalina me recorre por las venas, haciendo que sienta el corazón latir en las sienes. Mi respiración se hace más fuert
Fuiste la luz que alejó las sombras en mi oscuridad. Fuiste esa luz que me llenó de calidez. Eres esa luz que no puede iluminar mi vida sin perder su brillo.LucíanMi esposa. Isabella nunca será mi esposa, no puede serlo, yo no la puedo condenar a esta vida, a sufrir por mí. No merece vivir en la incertidumbre de que en cualquier momento se puede convertir de nuevo en la víctima, en el pago por mis pecados.El sonido de su risa, su mirada llena de vida, de pasión. Verla en mi mente así: sonriente y apasionada me atormenta cuando su rostro pálido y su piel fría se cruza en medio de mis recuerdos.Esta vez pude salvarla, ¿pero qué sucederá cuando no logre llegar a tiempo?El mundo arderá como el mismo infierno bajo mis pies. El infierno ya está aquí, ascendió desde las profundidades del abismo con un solo propósito, consumir entre sus llamas a mis enemigos.—Juro que vas a estar bien, yo mismo me voy a encargar de que así sea —prometo sin apartar la mirada de ella, sintiendo el calor d
Último capítulo