El amor… el deseo… la pasión… la lujuria y el éxtasis. No pueden ocupar el mismo lugar en mi vida. Adiós amor, adiós, sentimientos inútiles, bienvenida vida fría y ardiente, llena de lo prohibido y lo oscuro.
De libertad y claridad.
Isabella
Me pierdo.
Me entrego.
Me olvido de mí… de él y me convierto en su puta...
Su perra.
Coloca sus manos en el corpiño desgarrado de mi vestido y tira con fuerza de la tela haciendo que se termine de romper, se saborea los labios. Toma uno de mis pezones entre sus dientes y muerde, me causa dolor, pero me gusta, me gusta lo que me hace sentir. Siento como chupa toda la piel de mis senos y los muerde con rudeza, en este momento no me importan las marcas que pueda dejarme, tengo tanto alcohol en la sangre y rabia en el pecho que nada de lo que me haga puede hacer que me arrepienta de follar con un desconocido.
—Tienes una piel muy suave —dice antes de girarme y colocarme en cuatro—, nunca imaginé que desvestir a una novia fuese tan placentero. —Ahora