Cecil mantiene una relación de un año con un chico que conoció usando una aplicación de citas. Cansada de estar sola, ya que el vive en el en otro estado, decide viajar a New York para que finalmente puedan estar juntos, pero cuando lo busca se entera de que el no es quien dice ser y además está casado, convirtiéndola a ella en su amante.
Ler maisPOV Cecil En el baúl de los recuerdos….— Estos han sido los mejores días de mi vida — dijo William, justo antes de besarme.Aún puedo sentir el calor de sus labios sobre los míos, como una despedida dulce y dolorosa al mismo tiempo.Mis padres nunca han sido tradicionales. Cuando les avisé que no volvería a casa, no pusieron objeciones. Así que William y yo nos quedamos cuatro días más en el hotel, después del bautizo. Cuatro días que se sintieron como un paréntesis mágico en mi vida.Lo que más me sorprendió fue que no todo giró en torno al sexo — aunque sí, hubo deseo, mucha piel, mucha intensidad — Pero también hubo palabras. Charlas largas, de esas que solíamos tener por teléfono. Descubrí que nuestra conexión no solo sobrevivía al encuentro físico, sino que crecía. Todo se sentía natural, como si nos conociéramos de siempre. Como si nuestros silencios también fueran compatibles.En el aeropuerto, tomé su mano. Entrelacé nuestros dedos con fuerza. Solo quería sentirlo mío un poc
Cecil Jones—¿Qué haces aquí? ¿Para qué has venido?—Yo solo quería darte una sorpresa, amor… ¿No estás feliz de verme? —pregunté, acercándome a él con una sonrisa temblorosa. Lo abracé y rocé sus labios con los míos, pero él se quedó inmóvil, sin responder ni al beso ni al abrazo.Su mirada era fría. Distante. Lo sentí como un balde de agua helada. Luego, sin decir una palabra, se alejó de mí y se acercó a una mujer que estaba a unos pasos. Extendió la mano, entrelazó los dedos con los de ella y la envolvió en un abrazo cálido, dejando un beso en su mejilla… justo como solía hacer conmigo.—¿Amor, qué pasa? ¿Quién es ella? —pregunté, incapaz de ocultar el temblor en mi voz mientras mis ojos saltaban entre él y esa desconocida.—Soy su esposa. ¿Quién eres tú? —respondió la mujer, con una sonrisa que parecía afilada, estirando la mano hacia mí como si no acabara de destruirme con esas dos palabras.Y en ese instante, todo comenzó a desvanecerse. Sus rostros. Sus voces. El lugar. Todo s
Cecil JonesMientras miro por la ventanilla del avión, no puedo evitar sonreír. Una mezcla de emoción y ansiedad recorre mi cuerpo mientras recuerdo cada uno de los momentos que he compartido con él. William. Después de casi un mes sin verlo, decidí arriesgarlo todo y viajar a Nueva York para sorprender al hombre que amo.No fue una decisión sencilla, pero lo he extrañado demasiado. William y yo tenemos muchos planes. El día que todo esté en orden, nos casaremos… y seremos muy felices.Nuestra historia no comenzó de la forma más convencional. No hubo miradas cruzadas en una cafetería ni un encuentro casual en una librería. Lo nuestro empezó con una foto en una aplicación de citas.Durante mucho tiempo no me animé a conocer a nadie. Hasta que vi su imagen. Fue como si sus ojos me hablaran desde la pantalla. No podía dejar de repetir su nombre: William Stagliano. Me obsesioné sin querer, soñando despierta con la posibilidad de que fuera real.Finalmente reuní el valor y le envié un mens