Cecil mantiene una relación de un año con un hombre de 32 años que conoció usando una aplicación de citas. Cansada de estar sola, ya que el vive en el en otro estado, decide viajar a New York para que finalmente puedan estar juntos, pero cuando lo busca se entera de que el no es quien dice ser y además está casado, convirtiéndola a ella en su amante.
Leer másPOV Alexander Papá, ¿cómo puedo hacer para impresionar a alguien? — pregunté — Depende… ¿mujer o hombre? — preguntó él con picardía.— Mujer, papá — dije sentándome a su lado. — Uhmmm, ¿No la has impresionado a un? que tal una foto así de esas picantes — dice riendo. — Enserio papá, ¿Qué te parecen las flores? — ¡Ay mi niño! ¿estás tratando de conquistar a alguien? — No lo sé papá, pero puede ser… ¿Qué te parece que tenga novia? — pregunté nervioso. Si bien he hecho cosas malas, normalmente no hago caso. Esto era importante para mí, porque tenía la loca idea de traer a Cecil a conocer a mi familia cuando el contrato acabe. — Primero arregla tu situación, luego buscarte una buena chica, yo aceptaré a quien tú quieras pero tú madre es distinto — dijo un poco mas serio, y tenía razón pero sé que cuando le diga a mamá que me enamoré ella será la más feliz. — Si lo sé, entonces ¿Qué hago?— Flores, ¿sabes si le gustan las rosas? Si no puedes llevarle flores amarillas — dijo levant
POV Alexander Estaré libre este fin de semana ¿te gustaría que nos veamos? — pregunté. Cecil y yo estábamos en una videollamada mientras buscaba su atuendo para una reunión en la empresa de su papá. Miraba como caminaba frente a mi en ropa interior poniéndose una y otra cosa. No puedo negar que despertó deseo en mí, pero había algo más… como una presión en mi estómago que no podía descifrar. — ¡Cecil! Mario ya está aquí — gritó su madre y vi como Cecil empezó a apurarse, ya que aún le faltaba maquillarse. — ¡Ya voy mamá! — gritó y vi su rostro en la pantalla Llevaba puesto un vestido rojo con un escote en forma de corazón, se estaba poniendo un collar que caía en medio y se perdía en su escote y unos aretes pequeños porque tenía el cabello recogido. — Dejate el cabello suelto, se te ve mas linda, además que tu cabello es hermoso — dije y vi como sus mejillas se fueron ruborizando. Se puso de pie y soltó su cabello… lo acomodó a un lado y me robó el aliento de lo hermosa que se
POV Cecil Unas dos horas antes… — ¿Qué te gustaría hacer? — pregunta Valentino cuando bajé del auto de Salomé. Yo no puedo pensar en nada más que comer. Jejeje. Es como si desde que se que estoy embarazada lo único que me calma es comer algo delicioso. Estaba a punto de aceptar desayunar con Salomé, pero luego ella me llevaría a hablar con esas personas y no quiero, lo mejor que puedo hacer es irme lejos de aquí. — Vamos a comer, llévame a cualquier lugar que vendan algo delicioso, hoy es posiblemente mi último día en New York. — No sé cuántas veces me has dicho eso — ríe Valentino y yo también. Llevo días queriéndome ir y no he podido. Llegamos a un lugar donde venden de todo hasta hamburguesas para el desayuno y yo me estoy volviendo loca viendo el menú.Al final me pido varias cosas para compartir, siento los ojos de Valentino en mí, y sé que quizá quiere saber pero no me pregunta nada. — Te contaré pero deja que llegue mi malteada porque estoy que no aguanto el hambre — d
— ¿Qué decidiste con respecto a tu embarazo? — preguntó Salomé. — Lo tendré, la verdad es que mi bebé no tiene la culpa de nada, yo no soy nadie para prohibirle nacer — respondió Cecil, hablar de su bebé le gustaba. Se imaginaba tenerlo en sus brazos y cuidarlo como lo hacía con las gemelas de su amiga cuando eran recién nacidas. Sería la mejor mamá, ella se esforzaría para serlo. — Sabes, no quiero presionarte ni nada — dijo Salomé mirando a Cecil — pero mis tíos son buenas personas, yo solo te contaré una parte de mi historia y tú decides — suspiro, por qué recordar el pasado, hasta ahora de alguna manera aún le dolía — Cuando salí embarazada tenía problemas con mi esposo. Estábamos en trámite de divorcio pero sabía que tenía que contarle de mi embarazo, no solo por él si no por su familia. Mis suegros aman a mis hijos como no tienes idea, y estoy segura que los padres de Alex estarán muy felices de saber que tendrán otro nieto. — Entiendo pero no lo sé, pienso que si les digo, e
Todos se quedaron en silencio, Salomé pensó lo peor, así que con una reacción rápida tomó a Aria de los brazos de Cecil y se la entregó a Lisandra, la madre de Alex, para que ella pudiera decidir qué hacer. — Creo que debo irme — balbuceó Cecil sin saber que decir, Alex nuevamente le había mentido, pero no solo eso. Ahora comprobaba que era mentira que no compartía con su esposa. Por qué ella estaba embarazada. Salió rápidamente y Salomé trató de impedir que Alex salga detrás de ella pero fue imposible, la hizo a un lado y tomó a Cecil por el brazo antes de que saliera de su casa.— Amor, no no es lo que piensas — dijo tratando de conectar sus ojos con los de ella pero ella miraba hacia abajo, aguantando las lágrimas. — Ya es tiempo — se dijo a sí mismo. Ya era tiempo de acabar con todo, de lo contrario perdería a Cecil para siempre. — Familia… no sé por dónde empezar — habló fuerte. Entrelazó sus dedos con los de Cecil y trató de avanzar pero ella no se movía. — Saraí está embara
Alexander no podía creer lo que Cecil le acababa de decir, la voz de ella diciendo su nombre retumbó en sus oídos, ¿Cecil acaba de llamarme Alexander? pero… ¿Como? — Amor ¿Dónde estás? — repitió pero no encontró respuesta del otro lado de la línea. Cecil no podía seguir hablando o estallaría nuevamente y prefería ser una cobarde en ese momento. Con la poca fuerza que le quedaba cerró la llamada y bloqueó el número de Alex, sabía que hacerlo era inmaduro, necesitaba pensar, y para eso necesitaba paz. — ¿Estás bien? — preguntó Valentino y ella se abrazó a él, ya se le estaba haciendo costumbre y hasta que él le dijera que no lo hiciera no pararía, pero esta vez no lloró, ya no volvería a llorar. Había sido una semana intensa, y aún no acaba su aventura en New York, pero ahora tenía una razón para levantarse, para tratar de estar bien y no tirarse al olvido como normalmente lo hacía. Saber que tenía ese pequeño frijolito en su vientre le dio la fuerza que necesitaba. Porque a pesar
Último capítulo