Narra Cecil
Todo estaba listo para recibir a Aurora. Después de terminar la escuela decidió seguir los pasos de Leah y estudiar para ser modelo, mientras que Aria, siempre tan determinada, tomó el mando de la empresa de mi esposo con una madurez que aún me sorprende.
Mis bebés, aunque ya no son tan pequeños, Alex y Alessio, se quedaron en casa conmigo. Alex ya está en su segundo año de universidad y Alessandro cursa su último año de escuela.
No puedo quejarme. Con altos y bajos, mi vida ha sido feliz y plena al lado de mi guapo esposo, Alexander Segundo, como le digo en tono de juego, porque nunca le cambiamos el nombre a nuestro Alex, y en casa terminamos llamándolos Segundo y Tercero para no confundirnos.
Alex, mi hijo, es un calco de su padre. Mismo carisma, misma sonrisa que desarma, misma facilidad para meterse, y salirse de los problemas. Me encanta verlo tan lleno de vida, pero también me asusta. Sé muy bien lo que su padre fue capaz de hacer con ese encanto suyo. Por eso a ve