Conocí a un chico cuando él tenía ocho años. Jamás creí que el chico con los increíbles ojos azules sería mi futuro esposo. Crecimos y nos prometimos tener una vida juntos, lo cual sucedió. Nada hacía presagiar que, algo terrible, ocurriría en el día de mi boda. Con el corazón destrozado, me encuentro ahora en una encrucijada. ¿Debo proseguir con la boda, respetando nuestro acuerdo prenupcial? ¿Debo dejarlo plantado en el altar por haber dañado nuestro vinculo y la confianza de pareja? Y lo que es peor. ¿Debo escapar de él con un secreto que nos unirá para toda la vida?
Leer másStephanie Miller conoció a un chico cuando él tenía ocho años. Era el primer día de primavera, aquel en que los rayos del sol están acompañados por una suave brisa fresca y es posible observar los primeros brotes florales. Los colores son vivos y te invitan a disfrutar del entorno.
Estaba de visita con su madre en el parque estatal que queda ubicado en el centro de la ciudad de Manhattan.Mientras ella jugaba con su barquito de madera en la laguna, este chico se sienta a su lado y coloca su barco en el agua.Luego él se gira y la observa divertido con sus grandes ojos azules brillando intensamente. Le dice confiadamente: “En verdad me gustan mucho los barcos. ¿Qué hay de ti?”Ella, sin poder articular una sola palabra a sus tiernos seis años, lo miró boquiabierta y solo le sonrió tímidamente, sonrojándose totalmente, mientras asentía a sus palabras en completo silencio.Él le devuelve la sonrisa, siendo aún más grande que la anterior, mientras le dice: “Me llamo Matthew, pero todos me dicen Matt. ¿Cuál es el tuyo?”Casi de forma inaudible, le dice: “Stephanie, pero todos me dicen Steph”. Aún es posible ver su cara avergonzada por responderle al muchacho, ya que jamás se atreve a contestarle a extraños, pero ella siente que el chico es diferente.Matt se siente atraído de forma inmediata por la mirada melancólica de la pequeña Steph y, sin esperar mucho, le responde: “Mucho gusto en conocerte, Steph. Espero que seamos grandes amigos.”Desde aquel estupendo día de primavera, han pasado ya casi veinte años y el chico de los increíbles ojos azules pronto se convertirá en su esposo.Ambos han tenido una vida llena de desafíos que han enfrentado juntos… pero el mayor de todos, hasta el momento, ocurrió una noche de invierno del año 2022.“Hija, no pueden irse así. Está nevando demasiado fuerte. Odiaría que algo les pasara.” Dice el padre de Stephanie, el señor Philip Miller.Matt le responde, “Tu padre tiene razón, cariño. Creo que sería sabio quedarnos a pasar la noche aquí y dependiendo de cómo amanezca mañana, evaluamos si nos marchamos a primera hora para que puedas llegar a tiempo al hospital.”Stephanie se queda viendo las caras de los dos hombres más importantes de su vida, suspira y asiente en acuerdo con ambos. Luego les dice: “Bien, ustedes ganan. Nos quedamos.”“¡Excelente, cariño!” Dice su padre, en un excelente buen humor. Luego, llama a una de las mucamas y le pide que les prepare la habitación antigua de Stephanie.Se quedan riendo y compartiendo en la sala, hasta que Matt les dice, “Creo que los dejaré por esta noche. Estoy agotado. ¿Vienes conmigo, querida?”“No, cariño. Me quedaré con papá un poco más.”“Cómo quieras. Buenas noches, Philip.”“Buenas noches, Matt. Descansa.”“Querida, te espero arriba.” Stephanie, sin decir nada, le regala una sonrisa y le lanza un beso a la distancia, a lo que él le responde colocando una mano en su corazón mientras sube las escaleras.Al llegar a la habitación, Matt se prepara para dormir, sin antes tomar una ducha. Mientras él estaba relajado debajo del agua caliente, pensando en lo afortunado que es por tener todo lo que siempre ha deseado, la hermana de Stephanie tenía otros planes.Stella Miller es una mujer codiciosa y envidiosa de su hermana mayor. Todo esto debido a que ella es el fruto de una indiscreción de su padre, cuando estaba de viaje de negocios, cuando Steph tenía casi cinco años. El señor Miller conoció a la mamá de Stella en un restaurante en el cual, ella era camarera.Una noche de pasión entre ambos y ya la habían concebido. Pero el señor Miller supo de su existencia, solo cuando Stella tenía doce años. Fue un gran escándalo en esa época.Viendo que Stephanie está gratamente conversando con su padre, decide hacerle una visita a su cuñado, sin antes haber cortado la luz de toda la propiedad.“Se demorarán por lo menos una hora en hacer andar el generador de emergencia. Solo si encuentran los fusibles.” Pensó mientras una sonrisa malévola se asomó por sus labios.Sin pensarlo mucho, entró silenciosamente a la habitación. Escucha el ruido del agua caer y se dirige a la ducha y ahí ve a su guapísimo cuñado desnudo en toda su plenitud.Ella se muerde el labio mientras dice, “Hum… serás mío, Matt. Hoy es el día en el que por fin podré sentir tu enorme polla atravesándome.”Cierra la puerta y se dirige a la cama. Se desnuda, se echa el perfume de su hermana y se mete dentro de las sábanas, cubriéndose completamente, esperando a que Matt se acostara a su lado.Pasaron los minutos y escucha cómo el agua se corta. Cinco minutos después, escucha que la puerta se abre, mientras Matt se aclara la garganta. Observa el bulto en la cama y dice, “¿Estás dormida, querida?”Stella sonríe, pone los ojos en blanco mientras piensa, “tan molesto que es a veces… tiene suerte de que esté caliente.”Al no escuchar respuesta, Matt asiente en silencio. Se dirige al closet en donde siempre tienen ropa de emergencia y se coloca unos bóxeres. Por lo general, él no duerme desnudo, pero hoy tiene intenciones de hacer el amor, mientras la nieve cae afuera.Se sienta en la cama y se mete dentro de las sábanas. Sonríe al darse cuenta de que su prometida está esperándolo completamente desnuda.Se acerca a ella por detrás y coloca su mano en su cadera, mientras le susurra al oído, “Te deseo, querida.”Sin escuchar respuesta, decide bajar su mano hasta colocarla entremedio de sus piernas, mientras le besa el cuello y aprieta su polla dura contra su culo tonificado. Ella las abre para darle mejor acceso. Él sonríe satisfecho y juega con su clítoris, frotándolo en círculos.Stella se muerde el labio, mientras sus ojos están completamente cerrados, disfrutando de las caricias y besos que su cuñado le está proporcionando. Y sin esperarlo, él le introduce dos dedos dentro de su húmedo coño, deseoso de ser llenado. Ella deja escapar un gemido de puro placer.Matt se baja el bóxer para poder sentir el exquisito roce de su polla en contra de su regordete culo. Ella, sin girarse, acaricia su enorme erección, deseosa de que la empale volviéndola loca.Con su voz ronca y seductora le dice en el oído, “¿Quieres que te folle?” Sin dejar de rozar su polla en contra del culo de Stella.Olvidándose por completo, Stella le responde, “¡Sí! ¡Quiero que me metas tu enorme polla!”Matt se congeló en un segundo y al otro se sale rápidamente de la cama. Es en ese momento en que las luces regresan y se puede ver que, en su cama, tendida, deseosa y desnuda, no era su prometida a quien estuvo a punto de cogérsela, sino que era su cuñada.Abre mucho los ojos y le dice, enfurecido, “¿Stella?” ¿Qué m****a estás haciendo aquí? ¡Cómo se te ocurre! ¡Soy tu cuñado!”Ella se ríe burlesca y le dice, “Eso no te impidió acariciarme el coño, Matt. ¡Pero ya no seas aguafiestas y cógeme! ¡Sé que quieres! ¡Se te nota!”Con la furia y la adrenalina bombeando a mil, toma del brazo a Stella y la lanza al piso. Luego, la toma fuerte del pelo y se acerca a su cara mientras, con una voz aterradora y amenazante, le dice: “Stella, por el bien de la familia y para que tu reputación no quede enlodada, ¡desaparece de mi vista! No quieres encontrarme de malas.”Ella se ríe más fuerte, pero el agarre de Matt también se tensa, mientras continúa diciéndole, “Y por el profundo amor que le tengo a tu hermana, no diré lo que estás tratando de hacer. Pero ¡Escúchame bien, niña!”Ahora su cara está muy cerca de ella, sus ojos son oscuros y atemorizantes, haciendo que la sonrisa de Stella se borre y la preocupación la invada. Traga fuerte mientras Matt le dice: “Vuelves a acercarte a mí de esta forma y te juro que te expongo frente a toda la sociedad, como la ramera que eres. Mantente alejados de nosotros y, sobre todo, ¡aléjate de mí, y de mi prometida!”Matt suelta violentamente su agarre en el pelo de Stella, le lanza la ropa en la cara, mientras le dice, “¡Lárgate de aquí, m*****a puta!”Stella no espera más, toma su ropa y corre hacia su habitación. Matt se sienta en la cama, respirando pesado, decidiendo si era oportuno contarle la verdad a su prometida.Stephanie Toussaint.Luego de la conversación con la jueza en su oficina, salimos por el pasillo. Vi como Matt siguió caminando hacia la sala del juicio y Enzo me detuvo tomando mi mano. Me dijo, “Nena, tienes que regresar a casa.”Fruncí el ceño y le dije, “Pero no quiero dejarte solo, Enzo. No después de lo que pasó en esa oficina. Tendrás que enfrentarte a ese horrible abogado. Es un verdadero imbécil.”Enzo me regaló una sonrisa tierna mientras me dijo, “no te preocupes, nena. Ahora, lo más importante eres tú y los bebés. Todo esto lo hicimos para evitar que estuvieras aquí. No tiene sentido que te quedes y lo sabes.”Suspiré profundo porque sé que Enzo tiene razón, como siempre la suele tener. A regañadientes acepté, besó mis labios suavemente y se dirigió a la sala del juicio, detrás de Matt. Vi cómo se alejaron de mí los dos hombres más importantes de mi vida.Giré mi cabeza y vi que estaba Taylor esperándome. Me acerqué y le dije, “déjame adivinar. Matt te pidió que me llevaras
Matthew Anderson.Fiel a su palabra, Enzo arribó veinte minutos después de que yo lo hice. Esperé en mi auto, hasta que mi equipo de seguridad apareció en el lugar. Todo esto para no tener que lidiar con empujones o golpes desagradables. Los periodistas pueden llegar a ser verdaderos hijos de puta cuando se lo proponen, todo por captar primeros la noticia.Una vez dentro, saludé cortésmente a Enzo y Steph. Cada día me siento más orgulloso de mí, dado que he aprendido a manejar mis celos y mi posesividad. En estos momentos, sé que Enzo la cuida y la ama al igual que yo, y ella, aunque no lo reconozca, sé que nos ama a los dos. ¡Dios! No creí que fuera capaz de compartir, pero por estar cerca de Steph, acepto cualquier pedazo que quiera darme.Los tres nos dirigimos al despacho de la jueza Barrett, la cual nos estaba esperando. El fiscal golpea la puerta y rápidamente nos recibe. Se nos instruyó que solo él y Steph pueden hablar. Marie le hizo llegar un certificado diciendo que no puede
Matthew Anderson. Dos semanas han pasado desde el altercado con Antonella en mi oficina. Desde ese día, no la he visto en ningún lado. Ni siquiera en sus preciados eventos sociales en los cuales adora tanto asistir. Dicen que se ha encontrado recluida en su mansión en la compañía de su familia, preparándose para el juicio. Mi tío Tom ha sido la primera víctima de toda esta batalla. Se separó de su marido. Al parecer, Raúl lo hizo escoger entre su familia y nosotros. Mi tío, como buen Anderson, detesta los ultimátums y las amenazas y, sin dejar opción para la discusión, tomó sus pertenencias y se marchó de ahí. Honestamente detesto todo esto. Tom es un hombre genial que se merece toda la felicidad del mundo. Me siento terrible de que su esposo le haya hecho escoger. Stephanie ha intentado conversar sobre el tema, pero Tom la ha cortado de inmediato. Dice que no tiene ganas de hablar de eso. Se ha quedado en mi casa desde entonces. La fiscalía me ha llamado para ser testigo. Querían
Vicenzo Toussaint.Cada día que pasa, siento que Steph se aleja más de mí. Quizás sea solo una suposición de mi parte, pero no hay nada que me quite la sensación de que la estoy perdiendo. Está sumamente volátil, todo lo que le digo la enoja y honestamente no sé cómo llegar a ella. No sé como abordarla sin que intente arrancarme la cabeza.Es como si Stephanie hubiera puesto un gran muro, separándola de mí. Siempre me he caracterizado por ser un hombre seguro de sí mismo, sin embargo, esta mujer es mi perdición. Desde que la conocí, la vida se tornó en constante movimiento, siempre cambiando. Todo el tiempo debo estar atento, porque sé que en cualquier momento me la pueden quitar.Stephanie es una en un millón. No hay cualidad en ella que no ame, incluso aquellas que me vuelven loco. No cambiaría ninguna parte de ella. La amo tal como es. Junto a las niñas, se han convertido en mi mundo entero. Sacrificaría mi vida por protegerlas. Así es como las amo.Pero no soy ciego. Sé que Stepha
Stephanie Toussaint.Después de compartir con Matt durante la tarde, regresé a casa. Enzo me esperaba, enfadado, en el despacho. Sin ganas de discutir nuevamente con él, decidí tomar una siesta, por lo tanto, me dirigí sin demora a la comodidad de mi habitación.Hoy le correspondía a Matt ir por los niños y quedamos en que regresaría a las niñas a la hora de la cena. Eso me daba exactamente casi dos horas para dormir e intentar enterrar los dramas de mi vida, aunque solo fuera por un momento.Me recosté en la cama y casi de forma inmediata, el sueño vino a mí. Era como si estuviera caminando por los increíbles viñedos de Italia. Todo a mi alrededor era verde, mientras el sol del atardecer abrigaba mis hombros descubiertos. La vista era simplemente extraordinaria.Majestuosas montañas se alzaban ante mí, mientras en la lejanía, una casona antigua albergaba la risa de niños jugando en los alrededores. Un susurro en mi oído me sacó de mi estado de asombro. “Te amo, querida.”Giré mi rost
Stephanie Toussaint.Cuando sentí los dedos de Matt en mi mentón, hizo que un escalofrío viajara por mi espalda. Sentir su perfume con tonos de madera, y ver sus increíbles ojos azules mirándome fijamente, por un momento me perdí a mí misma. Desconozco si son las hormonas del embarazo o si realmente era yo, pero en ese momento, lo deseaba.Deseaba tanto que me besara, que me tomara en sus brazos, me sentara en su escritorio y me hiciera el amor como hace años lo hacía. ¡Oh, cómo deseaba volver a sentir su polla dentro de mi coño! ¡Cómo necesitaba ver que me dejara marcas sobre mi piel, testigos oculares de que pertenezco a él!¡Pero qué mierda pasa conmigo! ¿Desde cuándo me he convertido en una infiel? ¡Esto tiene que parar, Steph! Nada bueno saldrá de todo esto. ¡Tú eres una mujer CASADA! No puedes andar haciéndole daño a los que te rodean. No puedo hacerle a Enzo lo que Matt me hizo.Y ahí estaba. El recordatorio intrínseco de lo que sucedió el día antes de mi matrimonio fallido. Un
Último capítulo