Tres años de matrimonio contractual, un amor unilateral, donde su esposo mantenía un amorío con su hermanastra. Dejan a Isabella Phoenix, con el corazón destrozado. Decida a empezar de ceros, solicita el divorcio, pero no le será fácil conseguirlo, pues su esposo guarda un secreto y hará hasta lo imposible por recuperarla. Sin embargo, la decisión ya está tomada y en intento por recuperar parte de su libertad, consigue empleo con el rival de negocios de ex marido. El apuesto y frío hombre, queda intrigado por su belleza, llevando esa rivalidad a algo más personal, pues Isabella, es todo lo que el ha buscado siempre. En un giro inesperado jefe y asistente comparten más que una cena de negocios, pero un amor del pasado de su jefe, la hacen irse lejos con aquel secreto que no alcanzó a revelar. Ahora no solo es buscada por su ex marido, también por su ex jefe, quien al enterarse de cual es nuevo empleo, le pide a su mejor amiga lesbiana, hacerse pasar su prometida y así el poder contratar sus servicios de catering. Subidas y bajadas, correr para que no te encuentren y al final, no tener donde más esconderte, pues el está PERSIGUIENDO A LA MADRE DE MI HIJO
Ler maisIsabella
Hace un par de días llegó la confirmación de la reserva en el hotel más lujoso de todo el estado, es para le fecha de nuestro aniversario. Últimamente Frank, mi esposo, ha estado un poco cariñoso conmigo, y eso es como un sueño hecho realidad. Por primera vez en tres años de matrimonio, puedo ver una pizca de afecto hacia mi de su parte. Estoy terminando de aplicar el labial sobre mis labios, me compré un conjunto de lencería en encaje, espero que el negr* sea de su agrado. Salgo de casa con toda la felicidad del mundo, al fin nuestro matrimonio empieza a sentirse real. Hace cuatro años que salí de la universidad, entre a trabajar en Silver Corporation; me volví la mano de derecha de don Augusto Silver, patriarca de la familia Silver. Él me propuso un acuerdo matrimonial con su nieto Franklin, pues decía que juntos lograríamos llevar a la empresa a niveles jamás vistos. Yo acepte con todo el gusto del mundo, pues desde la universidad, yo estaba enamorada de Frank; fue un sueño cumplido. El día de nuestra boda, desgraciadamente no fue lo que yo imaginaba, Frank, me aclaro que esto era un mero contrato y que no me hiciera ideas en la cabeza, durante tres años me mantuve a su lado sin estar juntos. Mi amor y admiración no perdían la esperanza, hace unos meses el abuelo dijo que lo mejor para concebir a su heredero, era que dejara de trabajar y me dedicará a consentir a mi esposo en casa. Si don Augusto, realmente supiera que su nieto jamás me ha puesto un dedo encima. Sin embargo, hace casi un mes Frank, empezó a ser más constante en casa, se veía más preocupado por mi, buscaba cualquier excusa para salir a comer, y con esta reserva, me confirma que tal vez nuestra unión si tenga futuro. Bajo del taxi y pago la cuota, me dirijo al lobby del hotel y muestro el correo que enviaron. Unos minutos después me entregan una llave y me indican el piso y el número de la habitación. Las manos me sudan y las piernas me tiemblan, más después de escuchar a la recepcionista, pidió hasta champán y una serie de bocadillos dulces, entre ellos una fuente de chocolate y fondeu. El camino en el ascensor se me hace eterno, mi corazón salta cuando escucho la puerta abrirse, camino tratando de controlar mi acelerada respiración. Esta será nuestra primera noche como marido y mujer, yo jamás he estado con ningún hombre, y no por falta de ganas, pero no tenía oportunidad de salir a ningún lado, era becada, no podía darme el lujo de bajar mis notas. Además no era más que el pequeño ratón de biblioteca qué nadie veía, desde la distancia siempre veía a Frank, con su grupo de amigos y la odiosa de Nattasha, su hermanastra. La clásica popular superficial, que estaba pegada a él como garrapata. Llevo unos minutos fuera de la puerta de la suite presidencial, las manos me tiemblan, tengo miedo de que no sea agradable para él, mi ropa o maquillaje o yo. Nunca me ha tratado mal, ni ha sido grosero, simplemente durante mucho tiempo me ha ignorado y no se si eso sea menos malo o peor. La tarjeta de la habitación se me resbala de los dedos, pues me están sudando de los nervios. Me agacho a levantarla y como puedo la deslizo en el lector, abro un poco impaciente. Mis ojos brillan al ver la estancia principal, sin embargo, el encanto dura poco; hay ropa de mujer esparcida por el suelo, siguiendo el camino de las prendas, llego a la habitación y lo que veo me destroza el alma. Nattasha, está con las piernas sobre el piso y las manos recargadas en la cama, su delicado cuerpo rebota con las embestidas qué mi esposo, aun vestido le da. —Eso así, más, más, más ¡ah! —sus gritos llenos de placer son dagas en mi corazón. Frank, se mantiene en silencio, nuestra argolla de matrimonio brilla en la tenue luz que entra por las cortinas, su expresión no se como describirla. No se ve contento. Un traspié de mi parte, hace que tire un jarrón y ambos voltean parando su acto. Frank, se cubre como puede y prácticamente avienta a Nattasha. —No... Cariño yo... —balbucea. —¿Cariño? Hay por favor Franky, no seas ridículo... —¡Cállate! —se gira furioso hacia su amante —No, Isa, por favor escucha, vamos a casa y lo arreglamos ¿si? Trata de tomar mis manos, su cara es de una angustia enorme; mis pies avanzan en retroceso, no quiero sentirlo cerca de mi. —¿Con tu... Hermana? Habiendo tantas mujeres... Eres despreciable —ya no aguanto, las lágrimas salen sin control. —Siempre he sido mejor que tú, pobre mosca muerta, y no soy su hermana. —¡Cállate! —gritamos ambos. —Isa, por favor, solo vamos a casa, te juro que todo tiene una explicación. Asiento levemente, pero no es a sus palabras, levantó mi bolso del piso y me giro para salir de ahí, no pienso quedarme para que me sigan humillando. —Lo mejor será que te vayas, no quiero ver tu espantosa cara cuando regresemos a nuestra casa ja, ja, ja, ja. Me paro en seco, la rabia sube por todo mi torrente, en cuestión de segundos estoy frente a ella y le planto una bofetada, tan fuerte que cae al piso. Los brazos de Frank, se enredan en mi cintura, me aleja de ella, sin querer veo nuestro reflejo en el enorme espejo frente a la cama. Soy tan patética. —No me toques, y por mis presencia en su casa, no se molesten. Muerdo cada palabra y me safo del agarre de mi esposo, camino a la puerta, tomo mi bolso y salgo dejando la puerta abierta. Corro para tomar el ascensor qué está por cerrar sus puertas, dentro, sin importarme quien vaya me suelto a llorar. En verdad fui una ingenua al creer que Frank, realmente quería intentar que nuestro matrimonio funcionara. Llegamos a la planta baja y antes de que la persona que iba conmigo baje, me entrega un pañuelo, no levanto el rostro, solo escucho su voz fría. —Te ves ridícula, toma, limpia tu rostro...Frank Tras recibir el mensaje de Fabi, se me ocurrió una idea que espero le guste, le pido que me envíe su ubicación y de camino compro algunas cosas que son parte de la sorpresa. Esto se siente tan bien, estar enamorado y que por fin sea un amor sin que nadie se interponga, es lo mas maravilloso del universo. No niego que en ese entonces me sentía temeroso de amar a Isa, y ahora solo sueño con un futuro con Fabi. Jamás me atrevería a comparar el sentimiento de una con la otra, por un lado Isa, me enseñó que el amor es para ser feliz y no para sufrir, y con Fabi, bueno Fabi, es ese amor lindo, que me hace soñar y vibrar a cada segundo. Así que pienso disfrutar todo lo que nuestro amor tenga por brindarnos, lo que mas deseo en este mundo es hacerla feliz, hacerla sentir amada, respetada, valorada y sobre todo que podamos compartir toda nuestra vida juntos. Llego a donde Fabi, la veo junto con sus compañeros comiendo y me acerco sin hacer ruido, dejo el ramo de rosas sobre una mesa
Fabiola Si aun tenía miedo de algo, en cuanto lo escuché se esfumó; fue una noche mágica por todo, la mañana nos alcanzo y aun puedo sentir nuestro primer beso como si fuera hace unos segundos. Me acomodo en su pecho, siento la luz del sol en mis ojos, más no quiero abrirlos, me siento demasiado cómoda aquí, mis dedos juegan con el vello en sus pectorales y me encanta oler su piel. Tal vez estoy loca, pero en verdad su aroma me calma, y ahora que hemos pasado la noche juntos, es como si parte de él ya fuera parte mía; de lo que estoy segura es que yo soy completamente suya. Me quedo dormida nuevamente a los pocos minutos, no tengo idea de cuanto tiempo me dormí, solo que al despertar, tengo frente a mi una charola con el desayuna en la cama, una hermosa rosa roja y una nota suya. "Espero el desayuno sea de tu agrado, tuve que salir unas horas por trabajo. Mas tarde vendré por ti para dar un lindo paseo en donde tú eligas. Te amo, siempre tuyo: Frnaklin Silver" Pego la nota a mi p
FrankSentir sus labios sobre los mios es una experiencia mas que maravillosa, es ver hecho realidad el sueño que durante largos meses he tenido.Mis manos se aferran a su delicada cintura, no me quiero apartar de ella, la música se siente a nuestro alrededor como ai nos envolviera delicadamente y nos elevara.El beso es tierno y delicado, pero profundo y necesitado al mismo tiempo; solo espero que esto no sea un sueño como los muchos que he tenido, que sea tan real como se siente y que dure para siempre.La pieza se termina y sin planearlo, continuamos bailando al compas de los latidos de nuestros corazones, su brazos descansan en mos hombros y su cabeza en mi pecho tras concluir el beso.Minutos mas tarde es que Fabi, se percata de que la melodia terminó, y es en ese momento que tomamos asiento; la cena continúa de forma tranquila, hasta que me indica que me tiene una sorpresa.—¿Una sorpresa? No se supone que la sorpresa eras tú, aqui conmigo —me sonrie coqueta y pasa un mechón de
Fabiola Tres días antes de la boda La terapia terminó hace dos días y solo regresé a Ciudad del Carmen, por algo de ropa y mí pasaporte y visá, así que ahora voy de regreso al aeropuerto para mi vuelo a Texas. Con Clark, nos pusimos de acuerdo para la sorpresa de Isa, pero también me ha ayudado con la de Frank, a cuenta suya reservo una habitación para ambos y solo espero que le guste. Siento demasiadas emociones juntas, pero todas son buenas, aún si Frank, me rechaza, esta vez se que puedo seguir adelante con la cara en alto y con la seguridad de saber quien soy y lo que valgo. Después de un largo vuelo llego a mi destino y una muy sonriente Sara, acompañada de su novio gringo, me reciben a brazos abiertos, ese Brian, si que la supo hacer. Los tres salimos del aeropuerto y me llevan al hotel donde esta la reserva para esta noche, Brian, me entrega el itinerario, por decirle de algún modo. Es solo la tarjeta de invitación al restaurante de especialidad del hotel, junto co
Fabiola —¿Estás completamente segura? —me pregunta Frank, cuando le confirmo que me voy a la capital del país. —Más que segura, creo que me merezco volver a empezar, debo sanar mis heridas para volver a empezar y sobre todo para poder ser libre de mis demonios, para poder amar con libertad al hombre que me roba el sueño —le guiño el ojo y le regalo una sonrisa. Se lanza a abrazarme tomadome por sorpresa, casi caemos pero logro mantenerme en pie, le correspondo el abrazo y me permito disfrutar de el mismo, a pesar de mis miedos. Dos días después de hablar con Isa, estoy lista para tomar el vuelo a la Ciudad de México, mi estadia ya está cubierta y las citas con la psicóloga tambien, por lo menos durante dos meses, además Frank, se comprometió a apoyarme para los otros gastos. Al principio me negué, pero ese hombre es mas terco que una mula, no hay forma de hacerlo cqambiar de opinión cuando ya ha decidido algo; eso, y que amenazó en irse a vivir conmigo durante ese tiempo. A
Fabiola Me quedé dormida no sé por cuanto tiempo, abro los ojos y me doy cuenta que ya es de noche, el televisor ya está en otra película y la cabeza de Frank, está sobre la mía. Una sonrisa se dibuja en mi rostro, no me dura mucho pues algo en mi cabeza se activa y viejos recuerdos llegan; cierro los ojos y trato de borrarlos. Me levanto con cuidado dejándolo recostado en el sofá, lo arropo con la manta y me voy de puntillas a mi habitación, no voy a la cama, bueno sí, pero solo para tomar la computadora y poder buscar un psicólogo; es tiempo de recuperar realmente mi vida.Navego por un buen rato sin encontrar nada cerca, al menos no espcializado en abusos, lo que deja con una idea en mente, pero no sé que tan factible sea y si realmente esté dispuesta a dejar todo.con el corazón desenfrenado le envío un texto a Isa, tal vez ella me pueda ayudar a despejar mi mente, aunque dudo que responda por la hora, ya son casi las dos de la madrugada; en fin ya lo envié, solo espero que maña
Último capítulo